viernes, 28 de febrero de 2020

Ensayo: Una habitación propia de Virginia Woolf (1929)

La autora.-
Virginia Woolf necesita poca presentación. Es una autora clásica del siglo XX, exponente del modernismo anglosajón y del feminismo internacional. Recibió una excelente educación aunque nunca asistiera a la universidad y es que el hogar de sus padres era destino de los intelectuales y artistas más selectos de la época. Más tarde su propio hogar también continuó esta tradición. Otras obras suyas: Orlando, La señora Dalloway, Al faro. 

Mi opinión.-
Creo que este libro fue el primer ensayo sobre feminismo que leí en mi vida. Lo compré en la añorada Librería de mujeres de la calle San Juan de la Cruz, en Zaragoza. Una librería que me abrió todo un mundo sobre la literatura escrita por mujeres; literatura de gran calidad.


Ahora he podido comparar cómo mis sensaciones de lectura han cambiado en estos años. En su momento, no pude percibir, o no recuerdo que lo hiciera, la fina ironía y el fino sentido del humor que impregna todo el discurso de la autora; pero sí que fui muy consciente de cómo la autora se subestimaba a sí misma y no consideraba que tuviera suficientes capacidades para abordar la cuestión de las mujeres y la literatura. Algo que en un hombre sería impensable.

El grupo de Bloomsbury
La autora, siguiendo la tradición de los paseantes que piensan mientras van caminando, siempre se encuentra con un pájaro de mal agüero. En este caso, un hombre con ropajes negros que le recurso su condición de impostora, de mujer que no puede acceder al templo del saber de la universidad, ni siquiera a sus jardines. Porque lo primero que hay que criticar es el desigual acceso de mujeres y hombres a la educación; lo que genera desigualdad de acceso al mercado laboral y discriminación vital. Por ahí hay que empezar.


Otra cosa que resalta Virginia Woolf es que las mujeres han sido objeto de estudio desde el principio de la humanidad y que los sujetos de estudio eran señoros con bigote. Así, el investigador es hombre y el patrón de conducta normal está conformado por la conducta de un hombre, de ahí que las mujeres y sus conductas se consideren como algo que se sale de la norma. Por esto, la incidencia de la histeria era mucho mayor en las mujeres que en los hombres y hoy, aunque parezca que hemos avanzado, esto se sigue reproduciendo. Es cierto que ya no somos consideradas sistemáticamente como histéricas pero también es cierto que seguimos siendo las sindromizadas, las que sufren todos los síndromes del mundo.


Así que los hombres se dedican a estudiar a las mujeres y ponen sus conclusiones en sus libros. Pero estas conclusiones, para la autora, están teñidas de emoción y de los miedos de los propios hombres; yo añadiría también de sus prejuicios contra las mujeres. Mucho camino tenemos que andar para conseguir la igualdad plena.


En definitiva, nos encontramos con que los hombres estudian, analizan y juzgan constantemente a las mujeres, especialmente cuando éstas se atreven a cuestionar el orden establecido por ellos. Además se permiten el lujo de describir cómo deben de ser las mujeres y así nos encontramos con dos imágenes antagónicas: la imagen descrita por los hombres en la literatura y las diversas imágenes de mujeres reales.


Virginia Woolf pensaba que el impulso de la autoexpresión de las mujeres se agotaría y entonces empezarían a relatar el mundo de los hombres. Hoy parece que esto todavía no ha pasado y para ello sólo hace falta leer el libro de Deborah Levy, Cosas que no quiero saber, en el que reconoce que ella todavía tiene esa necesidad. Volver a leer a los clásicos y a las clásicas siempre es una buena opción. Una lectura muy recomendable. Además, Virginia Woolf también escribió otra obra menos conocida, Las mujeres y la literatura, en la que analiza exhaustivamente la capacidad de creación intelectual de las mujeres y también las obras de algunas de las escritoras anglosajonas más importantes.



Una habitación propia
Virginia Woolf
Traducción: Laura Pujol

Ed. Austral

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, deja tu comentario