La autora.-
Maja Haderlap, hasta ahora, escribía poesía en esloveno y ficción en alemán; es una
narradora de nacionalidad austríaca. Ha sido profesora de universidad,
ensayista y también ha destacado por su poesía. El ángel del olvido es su
primera novela y con ella ha ganado el Premio Ingeborg Bachmann.
Mi opinión.-
Haderlap nació en el bundesland de Carintia y pertenece a la
minoría eslovena. Aunque en 1920, se convocó un referéndum y los eslovenos de
Austria prefirieron seguir siendo austríacos, en realidad, no fueron reconocidos
como minoría hasta después de la II Guerra Mundial y hasta entonces, hasta 1955,
no vieron reconocidos sus derechos. Incluso la implementación del bilingüismo
en la zona fue ampliamente contestada por los germanoparlantes. En esta región se vivió el horror del nazismo y fue objeto de represión entonces y durante la posguerra, puesto que la minoría eslovena de Austria se consideraba procomunista. Además, con la desintegración de Yugoslavia y la
consolidación de la vecina República de Eslovenia y su adhesión a la Unión
Europea en 2004, ha resurgido una conciencia identitaria eslovena que
trascendería las actuales fronteras y buscaría la unificación. Digo esto porque no es sólo en España
donde existen disputas identitarias. Aunque, en realidad, en Cataluña se camufle la codicia de una burguesía suprematista como una mera disputa identitaria de origen popular.
La cocina |
Como ya he dicho, durante la II Guerra Mundial,
Austria fue invadida por Alemania y se mostró muy satisfecha de ello. Mantuvo una gran inclinación hacia la
ideología y los propósitos nazis, aunque hayan querido ocultarlo o disimularlo.
La autora lo dice claramente en este libro
Austria,
además, nada tenía que ver con los nazis, Austria también había sido víctima,
no entendió lo que ocurría, no había estado allí, ni siquiera existía en esos
tiempos difíciles. Nadie en aquel país tan hábil en las artes de la simulación
dio la bienvenida a los nazis, nadie añoró el Gran Reich Alemán, nadie se
convirtió en culpable, nadie participó en la solución final, sólo participaron
un poquito, dispararon un poquito, mataron un poquito, gasearon un poquito,
pero eso no cuenta, nada cuenta. (pgs. 243-244).
Virgen de Brezje. Los eslovenos son mayoritariamente católicos |
Este libro habla de las heridas abiertas, de las cuentas pendientes, de la memoria de las víctimas y de cómo esta memoria pasa a las generaciones que no la han vivido directamente. Cuenta las historias, las pequeñas historias de
la gente corriente viviendo en regímenes injustos y sufriendo la injusticia. A veces por pertenecer a una etnia distinta, otras veces por estar en el lado de la frontera equivocado. Se convierten en personas dañadas que involuntariamente trasmiten su dolor a otras. Es la historia de familias que se ven atravesadas por
la guerra y después por la posguerra, con heridas emocionales colectivas que se
superponen a las heridas emocionales individuales. Y también es la historia de los que han heredado esa carga de dolor y quieren sobreponerse, y que, a pesar de los esfuerzos, no lo consiguen hasta que vuelven a sus
raíces, a donde empezó todo, para ajustar cuentas.
Viena |
Es un libro muy emotivo. Especialmente, la primera parte,
donde la niña va descubriendo la vida de la mano de su abuela; con sus ojos de
niña inteligente ya es capaz de percibir la hostilidad entre sus padres y la culpabilidad por pertenecer a una minoría, antes masacrada por los nazis y ahora considerada sospechosa de confraternizar con el nuevo enemigo, los comunistas. A medida que la niña crece, aunque la transición desde la voz infantil a la voz adulta se haga con mucha delicadeza, la narración se va haciendo más confusa
y más amarga. Hasta que en las últimas páginas describe sus sueños angustiosos
y los paisajes de la infancia como asfixiantes, tan asfixiantes como volver a
su casa y a su familia.
Los partisanos eslovenos tuvieron que esconderse de los nazis |
Me ha extrañado que hasta la
mitad del libro, la protagonista apenas nombre a su madre y la relación que
tiene con ella y que cuando lo hace termina en unas pocas páginas. La madre ha sufrido también el aislamiento dentro de su propia familia política y no sabemos muy bien porqué. Sin embargo, la relación de la niña con su abuela domina toda su infancia. Es bastante injusto porque la madre fue la
que insistió en que la niña saliese de su aldea a estudiar hasta seguir una
licenciatura en la universidad de Viena, momento en que la abuela rompió toda la relación con ella. La relación con el padre resulta muy problemática. Es un hombre borracho que se muestra violento con la madre a la que nadie defiende. En este sentido me recuerda mucho a la protagonista de El corzo: una niña que tiene que hacerse adulta antes de tiempo y termina siendo la madre de su débil padre. Estoy descubriendo que la literatura centroeuropea es muy rica y muy recomendable.
El ángel del olvido
Maja Haderlap
Ed. Periférica
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