La fotografía supuso una gran liberación para la pintura.
Desde que se inventó ya no era necesario que la pintura fuese figurativa y
reflejase con realismo la vida. Además, fue utilizada también para captar la
luz y a los modelos en muy variadas situaciones de manera más rápida y fiable
que unos bocetos tomados apresuradamente del natural.
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Vista desde el Trocadero. Morisot |
Aunque fuese una fotografía laboriosa y un poco tosca detenía
el tiempo y captaba juegos de luces que hubiera sido imposible percibir sin
ella. Los impresionistas la utilizaron con profusión. También la pintura
influyó en la fotografía: los temas, los encuadres y la iluminación básica
fueron los utilizados tradicionalmente por la pintura.
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En la terraza de Sevres. Marie Braquemonde |
La joven se muestra muy aburrida con su pretendiente, que tendría una edad más conveniente para su madre, que nos observa desde la experiencia. No se aprecia pero se ha quitado las gafas para no ver la realidad.
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Charles Marville |
Esta exposición está estructurada en nueve ámbitos. Desde el
bosque, que parece habitado por las hadas, hasta la ciudad, el retrato o el
cuerpo en movimiento. El campo, el agua, la ciudad y los monumentos también
tienen su espacio. En realidad, está todo aquéllo que entusiasmaba a los
burgueses.
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Reunión familiar. Bazille |
El mar y sus reflejos también fue un recurso habitual. Las tempestades
y el mar como amenaza y también como paso del tiempo y antesala del abismo. El
campo, por el contrario, era un escenario de fiesta y relajación, donde hombres
y mujeres podían cortejarse y disfrutar del aire libre.
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Piraguas. Caillebotte |
La fotografía y la pintura también se utilizaron para
documentar. Hubo una ingente tarea para reflejar fidedignamente los monumentos
históricos y utilizar esas fotografías traspasadas a pintura para liberar los
juegos de luces en la piedra. Y también se tuvo en cuenta el progreso y las
nuevas construcciones. Puentes, estaciones de ferrocarril, fábricas. Todo lo
que conduciría hacia un futuro mejor. Se reflejaba de esta manera la era de la
industrialización, que después tendría graves repercusiones en la vida de los
obreros.
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El valle del Huisne. Camille Silvy |
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Atardecer en Moret. Alfred Sisley |
Las primeras fotografías de las ciudades son de los tejados.
Los fotógrafos subían a las terrazas con los pesados aparatos y los trípodes y
allí estaban horas y horas, pasando frío y pasando calor. Las grandes avenidas
y los bulevares eran los bosques urbanos. Fotografiados y pintados con grandes
puntos de fuga.
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Fotografía de Olympe Aguado |
El retrato es, por antonomasia, la seña de identidad del
burgués enriquecido. Las damas emperifolladas se dejaban fotografiar y pintar con sus
mejores galas. Llenas de lazos, puntillas, volantes, polisones y crinolinas. Los
sombreros eran un mundo. Y los caballeros se encargaban de mostrar, con toda la opulencia que pudieran, su buena suerte en los negocios. El cuerpo y, sobre todo, el cuerpo en movimiento fue
otro de los temas preferidos y ocasión para mostrar la desnudez y la perfección
del diseño humano. Una exposición que no se puede perder. Ya quedan pocos días
para que cierre.
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Muybridge |
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Ruán. Monet y Aquille Quinet |
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