lunes, 10 de julio de 2017

Camino de Santiago, Vía aragonesa. Tercera etapa: Atarés-Santa Cruz de la Serós

Empezamos esta etapa en Atarés, pero no caminaremos hacia el oeste todavía. Nos desviamos en dirección Sur para llegar al monasterio de San Juan de la Peña y al pueblo de Santa de la Serós. Una de las principales diferencias entre esta vía y el resto de caminos de Santiago y que me llama mucho la atención, es la ausencia de cultivos durante todo el camino. Es lógico en tierras de montaña. En las sierras, el cultivo es muy difícil y el bosque puede estar lleno de peligros. Así que no es extraño que, al tratarse de un camino de peregrinación religiosa los caminantes se desviasen para encontrar refugio y alivio en lugares mágicos, aunque el desvío les costase mucho tiempo. Esto puede dar idea de la dificultad de la vida en estas tierras hasta que el turismo comenzó a explotarse como industria. 

Atarés

La etapa es dura. Desde Atarés hasta San Juan de la Peña hay unos 9,5 kilómetros de subida. Más o menos pendiente pero, eso sí, subida constante. Lo único que tuvimos a nuestro favor fue la persistente amenaza de lluvia y que el día estuviese nublado. Es de agradecer que durante tantos kilómetros el sol de julio no apareciese, haciendo el camino mucho más agradable.

Y así la primera parte de la excursión
Excepto un par de kilómetros que tuvimos que hacer por la carretera, el camino discurre por bosque protegido. En realidad es el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel. Es una representación de lo que se llama bosque mixto, los paisajes mediterráneo y atlántico unidos pero perfectamente distinguibles en la media montaña pirenaica. Y sí, al final salió el sol. 


El bosque mediterráneo se desarrolla en la solana sur y está formado por arbustos de boj, tomillos, aliagas. En la parte norte, mucho más húmeda hay principalmente abetos, hayas y también álamos. Parte de la sierra está formada por conglomerado resultante de la erosión y depósito de cantos rodados por los ríos pirenaicos, durante milenios.

Acebo

Musgo
Llegamos al Monasterio nuevo y a la Pradera de San Indalecio, donde descasamos un rato antes de seguir camino. Esta vez no hemos visitado los monumentos principales, lo haremos en la siguiente etapa. Como curiosidad diré que hace tiempo en la pradera había muchos más árboles que hoy y que cada uno de ellos pertenecía a un pueblo de la redolada. El día de la romería de San Indalecio, cada pueblo debía sentarse a comer a la sombra de su árbol. Hoy hay unas mesas y bancos de madera que facilitan el descanso.

La fachada barroca del Monasterio nuevo
Seguimos el camino hacia Santa Cruz de la Serós, 5 kilómetros más, pero antes disfrutamos de un vista espléndida desde el balcón del Pirineo. Allí, en un mesa de mármol están indicadas las cumbres principales. 

Sin palabras


Yo propondría restaurarle su verdadero nombre a Santa Cruz de la Serós ya que Serós es una deformación de sorores. El pueblo se formó alrededor del Monasterio de monjas benedictinas de la Santa Cruz. Al parecer San Juan de la Peña fue un monasterio mixto, pero algún tiempo después las monjas fueron trasladadas a este otro monasterio.

Santa Cruz de la Serós
Santa Cruz de la Serós fue un monasterio muy importante durante el siglo XI. Allí, después de enviudar, terminaron sus vidas mujeres de la realeza aragonesa, aunque manteniendo su influencia. Así, lo hizo doña Sancha, hija, hermana y tía de reyes. De ella y de su sarcófago que, actualmente, está en Jaca ya he hablado en el post dedicado a la segunda etapa, Jaca-Atarés. Es de los pueblos mejor conservados del Pirineo y su caserío es espectacular, especialmente por la variedad de chimeneas trococónicas y sus espantabrujas. 

Chimeneas y espantabrujas
Hay también una pequeña iglesia dedicada a San Caprasio también del siglo XI, ejemplo de románico lombardo. Tanto en el exterior como en el interior no hay ninguna decoración, excepto con arquillos que rodean todo el exterior. No es muy habitual encontrar iglesias en el Pirineo aragonés con este estilo proveniente de la región italiana de Lombardía y que se extendió también por Cataluña. Muy bonita. Pero respecto a los monumentos, en la siguiente etapa, haremos las visitas guiadas, así que hablaré de ellos más adelante. El programa Chino Chano de Aragón TV también hizo esta etapa, pero en sentido inverso, aquí está el enlace: Chino Chano, Santa Cruz de la Serós-San Juan de la Peña

San Caprasio


Si el principio de la etapa fue duro, el final lo era un poco menos. Resumiendo diré que todo lo que subimos, al final lo teníamos que bajar y que la bajada era de piedra suelta. De esa puta piedra suelta que te hace trastabillar y retorcerte los tobillos constantemente. Dejando aparte el sarcasmo, la etapa fue preciosa y además hay cosas peores que subir y bajar.

Final de etapa
Los monitores no tuvieron un día fácil y hay que agradecerles que siguieran adelante. Nada más comenzar la etapa, una de las caminantes, con mucha experiencia en la montaña, comenzó a sentirse mal. Un ahogo al principio, un fuerte dolor en el costado después. A pesar de los intentos de reanimarla y de la asistencia del 112 y la Guardia Civil, murió. Yo no la conocía, pero algunos de los caminantes y los monitores sí. Difícil tuvo que ser la experiencia de intentar sujetar a alguien a la vida y que, al final, se vaya porque era su momento. Quede como consuelo que murió haciendo lo que le gustaba y que no estaba sola. Caminante, dondequiera que estés, que tengas buen camino. 
Estas flores son para ti.

Madreselva

Próxima etapa, 9 de septiembre
San Juan de la Peña-Santa Cilia de Jaca



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