Dice Harold Bloom, dios-crítico literario, en su libro Shakespeare. La invención de lo humano,
que La tempestad junto con El sueño de una noche de verano son las
obras de Shakespeare peor interpretadas y adaptadas. Considerarla una obra
ideológica y presentar a Calibán como rebelde anticolonial o como hombre primigenio
conectado con la naturaleza, es lo que pervierte el carácter de la primera de
ellas; para El sueño se impone
siempre, según Bloom, una visión excesivamente erótica.
Para Bloom, The Tempest no es un discurso místico ni sobre
el colonialismo; la considera una comedia
escénica experimental. A mí me gustaría ver cómo se representaba esta
comedia en el siglo XVII, como producían los efectos especiales para simular
una tempestad. Aunque en el Museo del Teatro de Almagro vi máquinas que
simulaban truenos, relámpagos y tempestades, me gustaría poderlas experimentar
en teatro en directo.
Próspero y Miranda |
La versión que he visto recientemente forma parte de las
representaciones llevadas a cabo en el Festival de Stratford en Canadá y que
han sido filmadas, en directo, para ser emitidas posteriormente en cines. Esta temporada
2016-2017, los Cines Palafox de Zaragoza han programado estas 9 obras de teatro
de Shakespeare en versión original. A pesar de la pelea que mantengo con los Cines
Palafox, porque no emiten cine actual en versión original, tengo que reconocer
también que tienen iniciativas interesantes como las temporadas de ópera, la
emisión de documentales y, este año por primera vez (y espero que no sea la última),
teatro en versión original en diferido.
Christopher Plummer es Próspero |
Después de ver la interpretación me parece que Bloom tiene
razón. Es una comedia de conflictos y reconciliaciones familiares, con mucho
ruido y muchos efectos especiales.
Calibán |
Shakespeare encontró la inspiración para esta obra en un suceso real. Un barco
que había zarpado con rumbo a Virginia en 1609 naufragó y los ocupantes
quedaron en una isla desierta durante meses. Con los restos del naufragio
construyeron otro barco y al final pudieron zarpar y alcanzar su destino
original. En esas travesías hacia el nuevo mundo, hacia lo desconocido, los
peligros podían revestir cualquier forma. Podía sucumbirse a una tempestad o
tener la mala suerte de dar con una tribu de caníbales, pero siempre existía la
posibilidad de crear una sociedad nueva, más justa y más equilibrada.
Ariel |
Próspero, duque de Milán, es destronado por las intrigas de su
hermano y tiene que huir para salvar su vida y la de su pequeña hija Miranda. Naufraga y se encuentra en una isla con sus únicos habitantes, Calibán y Ariel, criaturas
medio humanas, duendes o espíritus, uno terrenal y otro aéreo, de oscuridad y
de luz, de maldad y bondad, y dispuestos a obedecer sus órdenes, más por miedo
que por lealtad. Lo único que Próspero se ha llevado de su vida anterior son
sus libros y en ellos ha ocupado los últimos años de su vida, estudiando cómo
perfeccionar su magia. Mientras tanto Miranda ya es una joven adolescente,
dulce y enamoradiza que ha estado a punto de ser violada por el salvaje
Calibán, deseoso de repoblar la isla con miles de pequeños calibanes.
Miranda, Fernando y el rey de Nápoles |
Pero se presenta la oportunidad de la venganza para Próspero. Hace naufragar al barco que transporta a su hermano traidor y todo su séquito. Desencadena una
tempestad con ayuda de Ariel y tiene a su merced a sus enemigos antiguos. Sin
embargo, Próspero renunciará a vengarse y del amor entre Miranda y Fernando,
hijo del rey de Nápoles, surgirá la reconciliación. Todos volverán a su hogar. Ariel será también liberado pero Calibán se quedará en la isla, como rey. A mí Calibán me recordaba a la criatura Gollum. Débil,
traicionero y cobarde.
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