El Palacio de Sástago había estado cerrado unos meses y
ahora se reabre con la exposición “Dicen
que hay tierras al este”. Preparar una exposición, sin duda, lleva muchos
meses pero ésta no ha podido ser más oportuna. Se tratan en la exposición los
vínculos históricos, económicos y culturales entre Aragón y Cataluña, sólo
desde los siglos XVIII al XX. Aun así, es una exposición muy extensa e interesante.
Está dividida en doce ámbitos. Desde las relaciones
mercantiles a través del Ebro al patrimonio cultural, pasando por el exilio
austracista. Los catalanes y aragoneses que tuvieron que abandonar su tierra
después de haber perdido la guerra contra la dinastía Borbón; también está
presente Agustina de Aragón, los Sitios de Zaragoza y la solidaridad de los
aragoneses con los catalanes como consecuencia de los bombardeos de Barcelona
por Espartero o la ayuda de Cataluña al frente aragonés durante la última
Guerra Civil.
Épocas dolorosas que vivimos juntos. Épocas de grandes
relaciones bidireccionales, en una simbiosis beneficiosa para ambos. Pintores,
escultores, músicos y escritores; también políticos y militares. Esculturas de Pablo Gargallo y el retrato del General Ricardós pintado por Goya. Obras del oscense Ramón Acín. Y muy pocas mujeres.
La ya mencionada Agustina de Aragón y alguna fotografía de la actriz Margarita
Xirgú en el Centro Aragonés de Barcelona y poco más. Buscando con más ahínco
quizá hubiesen encontrado más.
También se exponen algunos objetos personales de Juan Prim y
Prats, personaje histórico con varios título nobiliarios e incluso Grande de España. Para la Wikipedia, militar
y político liberal español y para la Vikipedia, militar y político catalán con
gran influencia en la política española del siglo XIX. Propuso la independencia
para Cuba si así lo decidía el pueblo cubano en referéndum y también fue decisivo
en la entronización de Amadeo de Saboya como rey de España (aquel fracaso). La
historia de España en el siglo XIX fue muy problemática, ¡cómo estarían las
cosas que varios candidatos rechazaron el trono! Además en aproximadamente 70
años, cuatro presidentes de gobierno fueron asesinados: el propio Prim,
Cánovas, Canalejas y Dato.
Juan Prim y Prats |
La pieza que más me ha gustado es esta escultura de un don
Quijote agonizante. No le voy a buscar ningún simbolismo, simplemente es
preciosa. Aunque en las fotografías no se aprecie bien, tanto el metal como el vacío
contribuyen a formar la imagen que vemos. Hay también un traje de buzo del siglo
XIX, de los que se utilizaban para reparaciones en el Canal Imperial.
Una exposición muy recomendable. Yo ya he ido tres veces y
no la he visto todavía entera; hay mucho público y esto dificulta la visita. En
Zaragoza, ha sido un éxito. Sin embargo, esta declaración de amor a Cataluña no creo que fuera bien recibida hoy
allí. Aquí vino a inaugurarla Serrat, que hoy es considerado fascista en su tierra.
El 20 de octubre de este año 2017, el titular de eldiario.es sobre la inauguración de esta
exposición era “Aragón declara su amor por Catalunya”. A mí hace tiempo que se
me terminó el amor por Cataluña. Concretamente cuando un catalanet me quiso explicar que Fernando el Católico, Fernando de
Aragón, había sido (como su propio nombre indicaba), rey de Aragón pero no de
Cataluña. Todavía me estoy riendo de la incapacidad de este sujeto para
consultar, siquiera, la Wikipedia.
Fernando el Católico, rey de Aragón, de Cerdeña, de Mallorca, de Valencia, de Nápoles y de Navarra, príncipe de Gerona, conde de Barcelona y alguna cosa más.
Esto es una anécdota provocada por un taujà, palurdo en catalán, pero no podemos olvidar que otros más
formados y con más estudios, se han inventado aquello de la Corona
catalano-aragonesa, que nunca existió pero que ha calado en la población. Además,
la perturbación que vivimos después de la asonada puigmontina no es una
anécdota. Ha creado una fractura evidente dentro de la sociedad catalana y
todos sufriremos sus consecuencias por muchos años.
No creo que se deba diagnosticar a los colectivos humanos
como se hace con los individuos. Pero esto no se va a poder entender si no lo
consideramos una especie de neurosis colectiva obsesiva, alimentada durante
años desde asociaciones culturales y colegios dedicados a adoctrinar, a recatalanizar
según el programa diseñado por Jordi Pujol publicado en la prensa en 1990 y
cuyo pdf se puede descargar aquí. En ese proceso de recatalanización era
imprescindible construir o reconstruir un enemigo que sirviera de chivo expiatorio. Espanya ens roba
Lo terrible del caso es que, desde 1978, hemos dejado que esta neurosis creciera porque
hemos asumido como nuestras las culpas del franquismo. El franquismo reprimió a
catalanes y vascos, es indudable, pero al resto de españoles también. Nos robó
los símbolos que eran de todos y los utilizó en su provecho. Por eso, durante
años hemos sido reticentes a pasear la bandera constitucional, a identificarnos
como españoles y a asumir nuestra historia, con sus fracasos y sus grandezas, sin
delirios ni añoranzas imperialistas, asumiéndola críticamente, como debería ser.
Paradójicamente en Zaragoza, donde sopla cierzo día sí y día también, me costó varios días conseguir esta foto. No se desplegaba la bandera.
Y durante años también, hemos dejado que los nacionalismos
periféricos nos mirasen por encima del hombro y nos hemos sentido culpables porque
Franco no les dejase hablar en vasco o en catalán, olvidándonos de que tampoco
nos dejaba hablar en castellano. Así que, aprendimos a respetar unas diferencias
creyendo que nos enriquecían culturalmente a todos, pero al final ha resultado
que sólo ocultaban una supuesta superioridad. Hemos permitido que, en cierta
manera, esos nacionalismos reprodujesen las estrategias franquistas de inventarse
una historia y unas identidades excelsas y grandilocuentes, víctimas sojuzgadas
por lo castellano o lo español.
Agustina de Aragón por Juan Gálvez |
Yo nunca había creído en la hispanofobia de los catalanes,
pero tal y como van las cosas no me quedará más remedio que reconocer lo
equivocada que estaba. Soy de la generación que creció amando a Lluís Llach y
que sentía la Nova Cançó como algo
suyo, aunque no hablásemos catalán; de los que aceptamos con normalidad (y que
todavía seguimos haciéndolo) el trilingüismo en Aragón; de los que apreciamos
la literatura catalana, las dos, la escrita en catalán y la escrita en
castellano; y de los que, engañados por Cataluña, pensábamos que su proyección exterior
era algo nuestro, de todos los que la apoyábamos.
Al final, parece que han utilizado, otra vez, nuestra buena
fe y la confianza que teníamos en ellos, para intentar hacerse un huequito en
Europa. Aunque con el dineral gastado en “embajadas” lo único que hayan conseguido
es que les apoye la ultraderecha más rancia, ¡vaya triunfo! Vergüenza ajena
daba ver, esta última semana, a una líder política de la izquierda catalana paseando
del bracete por Bruselas con la ultraderecha. Por supuesto me dicen que todos
los catalanes no son catalanistas. Pero el resto tampoco es que se haya
mostrado abiertamente constitucionalista durante todos estos años. Y no hay que olvidar que, por supuesto, afortunadamente para todos, no tenían una pistola en
la nuca y podían expresarse en libertad. Lo que me lleva a pensar que gran parte de ellos estaba
en silencio esperando ver hacia dónde se inclinaría la balanza para apostar a
caballo ganador. Seré malpensada, sin duda.
General Ricardos de Goya |
Respecto a la declaración de amor hacia Cataluña, yo tengo muy
claro que en el siglo XXI, intentar seducir a quien no quiere ser seducido es
acoso y me queda muy claro también que Cataluña ni quiere ni necesita nuestro
amor. Así que no me queda más que decirles adiós. Que su república y su
independencia les sienten bien porque ahora ya no sólo hay tierras al este. Si tenemos que irnos de Aragón podemos elegir
norte, sur y oeste. Así que,…que tingueu
sort i que trobeu el que us va mancar en nosaltres. Adéu siau! Pero no dejéis de visitar la exposición. Además han editado un catálogo muy completo. Otra cosa, hoy 11 de diciembre de 2017, expira el plazo para la devolución de las obras de Sijena. ¿Veremos otra maniobra marrullera por parte de las autoridades catalanas o de los pacíficos ciudadanos catalanes?
"Dicen que hay tierras al este"
Vínculos históricos entre Aragón y Cataluña. Siglos XVIII al XX
Palacio de Sástago, Zaragoza
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