martes, 19 de diciembre de 2017

Novela: Vaciar los armarios de Rodolfo Notivol (2016)

El autor.-
Es Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza. Ha publicado varios libros de cuentos, en solitario y con otros autores. En el año 2000, ganó también el Premio Ciudad de Zaragoza. Vaciar los armarios es su primera novela.

Mi opinión.-
Vuelvo a leer una novela ambientada en Zaragoza. Y es que la literatura aragonesa está viviendo una de las mejores temporadas de su larga existencia. Así lo han sabido ver también en el número de septiembre de la revista Leer.

Plaza de España, Zaragoza

Rodolfo Notivol ha planteado su novela como una saga familiar. Abarca casi los últimos 80 años de la historia de una familia y tenemos como portavoz de la familia a Marina, la segunda hija de una familia de 9 hermanos. Nacida durante la Guerra Civil asiste, con serenidad y resignación, a los cambios sufridos durante los años siguientes.


Presentación de Vaciar los armarios en la librería Los portadores de Sueños de Zaragoza

No se trata en la novela de abordar los cambios sociales y políticos, sino de observar con cierta calma las repercusiones que estos grandes cambios tienen en las vidas pequeñas, en las microhistorias que suelen pasar desapercibidas a todos menos a quienes las viven. Sin eximir de responsabilidad a los personajes el autor señala lo condicionadas que pueden estar nuestras decisiones según el contexto histórico, la clase social o la ideología que tengamos. Durante toda la novela van pasando muchos personajes y Marina se encarga de contar sus vidas y la relación que mantuvo con ellos. A veces, tal cantidad de personajes lleva a confundir un poco al lector. Sin embargo, muchas otras veces nos reconocemos en esas pequeñas historias.

En el café Alaska estaba "el chico del bigote" que le lanzaba piropos, más o menos groseros. Ella tenía 15 años



Marina mantiene una larga conversación con otra persona que nunca le contesta. Avanzando en la lectura sabemos que es su sobrina. La sobrina que más alejada ha vivido de la familia; la que ha podido escapar de su influencia. Entendemos que no esté al corriente de todos los datos y que necesite explicaciones más detalladas de cómo ha sido su familia. De alguna manera, siempre que devanamos el pasado, podemos entender nuestro presente y quizá también el futuro. En el trasfondo de la novela encontramos también las herencias de errores y culpas que nos marcan el camino sin que nos demos cuenta. No sé si me explico es lo último que Marina le dice.

En el Soto del francés pasó la luna de miel
Por momentos me ha recordado a Cinco horas con Mario de Delibes pero con más serenidad y menos amargura. Aunque la vida de Marina (ni la de nadie de su familia) no haya sido fácil, no guarda rencor y es capaz de hablar con distancia y al mismo tiempo con cariño. En las microhistorias de su familia se engarzan los cambios sufridos por nuestra sociedad de provincias: los resentimientos y el enchufismo de la posguerra; la prosperidad que en muchas ocasiones resulta ficticia y las ruinas por un enriquecimiento demasiado rápido; los primeros estragos de las drogas; las nuevas relaciones amorosas y sus expectativas, tan altas y tan frustradas; los desamores y las carencias emocionales y, por último, la vejez y toda su decadencia.

Por el Paseo Independencia
El autor ha preferido que la voz principal fuese la de una mujer. Era necesario que así fuera porque la carga narrativa de la novela está en los vínculos personales y, en general, somos las mujeres quienes mantenemos las relaciones de familia y también su memoria; y, además, nos encargamos de contarla para que no se pierda. También me ha recordado este libro a la novela de otro gran autor aragonés, La buena reputación de Martínez de Pisón. Allí era más evidente que la familia puede convertirse en una gran trituradora que machaca y engulle a sus propios miembros. En Vaciar los armarios no se trata tanto de eso, sino del desgaste cotidiano de unas relaciones forzadas e impuestas socialmente, sin posibilidad de que sean cuestionadas.

Se casa en la Iglesia de Santa Engracia. Como mis padres
Paseamos también, durante toda la novela, por escenarios de Zaragoza, tan conocidos que no podemos evitar la nostalgia, aunque la mayoría de ellos estén ligados a acontecimientos poco felices. Novela muy recomendable. Además en el siguiente enlace se puede seguir la Ruta por la Zaragoza Literaria con Los portadores de sueños Vaciar los armarios


Vaciar los armarios
Rodolfo Notivol 

Ed. Xordica

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