A principios del siglo XIX, los viajeros y aventureros
románticos sólo deseaban descubrir nuevos mundos llenos de misterio, exotismo y
magia. Uno de esos mundos redescubiertos fue el reino de la Nabatea y especialmente su
capital, Petra. Burckhardt, Johan Ludwig o Jean Louis Burckhardt, fue uno de los primeros occidentales en visitarla.
Estudió la lengua árabe y también la religión islámica. Viajó por todo el
Imperio Otomano haciéndose pasar por mercader y en 1806 con financiación
británica fue en busca de las ruinas de Petra y las encontró. 50 años después,
en 1860, Francis Frith fotografió Petra por primera vez.
El Khazneh. Fotografía de Francis Frith |
Las siguientes expediciones tuvieron ya intereses más científicos y arqueológicos y fueron lideradas hasta el final de la II Guerra Mundial por británicos. En 1985, Petra fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
Esta es mía |
No existen crónicas escritas por los propios nabateos sobre
su historia y las referencias antiguas también son escasas y de historiadores
que no la visitaron personalmente. En el siglo XIV sí que se encuentran ya escritos de
historiadores árabes. Esto puede hacer pensar que no fuese una ciudad muy
importante. Aunque llegase a ser provincia romana los nabateos terminaron por
abandonarla en el siglo II d.C.
Esta también es mía |
Actualmente siguen las excavaciones arqueológicas y se ha
encontrado documentos y una iglesia bizantina con mosaicos en buen estado. Antes
del redescubrimiento, la ciudad estuvo ocupada por tribus beduinas que
ocupaban viviendas excavadas en la roca y aprovechaban la infraestructura
hidráulica de los nabateos.
Plano turístico de Petra |
En este libro se aborda la historia, la cultura y la religión de Petra. Parece que, a pesar, de ser un reino pacífico y comercial tenía un ejército importante. Pero por lo que destacó fue por la construcción de cisternas y de canales de conducción y distribución de agua de manantial por toda la ciudad. Es posible que su status como ciudad caravanera se debiese a este dominio del agua y a su posición estratégica fácil de defender.
Esta foto es mía, también. |
En cuanto a la religión era politeísta. Existía un panteón
de dioses jerarquizado y encabezado por Dushara. También había diosas de la
fertilidad como Al-Uzza, la poderosa, que junto a Allath y Manat, constituían
una tríada de diosas venerada en el mundo árabe preislámico.
Media noche en el Khazneh |
El libro es muy ameno e interesante y me ha ayudado a
recordar el viaje que hice a Petra hace unos años. En ese viaje asistí a un concierto de flauta, a media noche en el Khazneh. Al día siguiente tomé algunas de estas fotos y puedo decir que hasta los pájaros son de color rosa en Petra. Una
ciudad para volver.
Foto mía. |
Carmen Blánquez Pérez es profesora e investigadora en la Universidad Complutense de Madrid, especialista en Petra y la civilización nabatea.
Petra. La ciudad de los nabateos
Carmen Blánquez Pérez
Ed. Aldebarán
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