lunes, 2 de octubre de 2017

Camino de Santiago, Vía aragonesa. Quinta Etapa: Santa Cilia-Martés


Iniciamos la quinta etapa donde terminamos la cuarta: el Peregrino de Santa Cilia o quizá sea el mismo Apóstol Santiago. No sé. Y aunque estaba previsto que llegásemos a Mianos, nos quedamos en Martés.

Así amanecía el día. Después solazo
No fue una etapa excesivamente larga pero sí muy pesada. Fundamentalmente por el calor que hizo (y las quemaduras solares que me llevé) y también porque, durante buena parte del camino, hay que andar por carretera y con deportivas de senderismo no se lo recomiendo a nadie. Además, el constante ruido de los coches circulando por la carretera contribuye a incrementar el malestar.


Después de la pesadez de la carretera, entramos en un bosque. Caminar por sendero de tierra y bajo el cobijo de los árboles fue mucho mejor y más fresco, aunque no durase mucho. Por esta zona, el camino de Santiago circula paralelo a la Canal de Berdún. La canal es una depresión longitudinal, recorrida por el río Aragón, que va desde Jaca hasta Yesa en Navarra y que tiene la particularidad de que todos los pueblos que conforman esta mancomunidad están en pequeños altos y las vistas son imponentes, especialmente las grandes extensiones dedicadas al cultivo de cereal.


Llegamos a Puente la Reina pero no entramos a pesar de que, tradicionalmente, ha sido un hito importante en el Camino de Santiago. Fue por falta de tiempo. Cerca de Puente la Reina estuvo la villa de Astorito, mencionada en el Codex Calistinus, despoblada ya en el siglo XIV. El puente actual data de 1880. Se ve en la foto el escaso caudal del río aquel día.

El puente de Puente la Reina
El siguiente pueblo que encontramos fue Arrés. Precioso pueblo situado en una pequeña elevación a 705 metros. Hay un albergue muy bien cuidado, La casa de las sonrisas, donde pudimos descansar un poco antes de visitar su iglesia parroquial, consagrada a Santa Águeda y una torre defensiva del siglo XV, restaurada recientemente. Arrés perteneció a Sancho III de Navarra y la dejó en herencia a su hijo Ramiro I de Aragón. Al ser una zona de gran interés estratégico por su situación fue codiciada por navarros, castellanos y franceses. Es posible que esta situación de constante inseguridad obligase a los vecinos a situar sus pueblos en alto, de manera que pudieran defenderse de posibles asaltos.

Arrés


La iglesia tiene un atrio porticado y aunque es de una sola nave también tiene capillas laterales y el habitual coro alto. Fue reformada, como otras muchas iglesias de la zona, en el siglo XVII. El retablo del altar mayor, de estilo rococó, está dedicado a la Inmaculada. Comimos y descansamos hasta seguir hacia Martés.


Martés está situado también a 616 metros de altitud. Aparece ya mencionado en el siglo X como propiedad del rey de Aragón, pero el Monasterio de San Juan de la Peña siempre tuvo pretensiones sobre su propiedad hasta que en 1279 consiguió apropiarse de la iglesia y en 1428 el rey le concedió el resto del municipio. La iglesia gótica está bajo la advocación de Nuestra Señora de las Candelas y también fue reformada en el siglo XVII. Tiene dos naves, en la lateral todavía hay un arco apuntado, resto de la edificación medieval previa. La nave principal tiene bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones apoyados en ménsulas decoradas con escudos heráldicos.

Martés




La portada principal también es gótica y encima de ella está el símbolo del Monasterio de San Juan de la Peña, un agnus dei en bajorelieve. El próximo 7 de octubre saldremos de Martés y si todo va como está previsto llegaremos a Ruesca. Es la penúltima etapa de la vía aragonesa.



Buen camino 

De vuelta a casa esto es lo que vi.

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