miércoles, 6 de septiembre de 2017

Callejeando por París. Agosto 2017

Hace dos años terminé, brillantemente, mi carrera de Sociología e inmediatamente me puse a estudiar un Máster que me está resultando bastante duro pero, por otra parte, apasionante. Así que, durante el curso pasado decidí ralentizar un poco este ritmo de estudio y darme un premio a mí misma. No me matriculé en el segundo cuatrimestre y preferí hacer en verano un viaje de fin de carrera, como cuando era joven.

Bulevar Saint Michel
Por supuesto elegí París. No es por presumir pero es la ciudad, fuera de España, donde más veces he estado en mi vida y adonde querré volver siempre. Este era mi octavo viaje. Es pasión. Una semana en un viaje muy bien organizado, por gozARTE, como el que he hecho da para mucho. Da para repasar mucha historia francesa y también para visitar museos, iglesias, restaurantes, cementerios, para escuchar buena música francesa y callejear. Sin embargo también me quedaron muchas cosas pendientes de ver así que no me quedará más remedio que volver. Espero, esta vez, no tardar años.

Café Les Deux Magots
Tengo intención de escribir varios post sobre el viaje, aunque no sé cuándo los colgaré porque no tengo mucho tiempo. Empezaré con Callejeando por París

Un rincón del Marais
Los primeros habitantes de París, una tribu gala de origen celta, los parisios, decidieron asentarse en la Île de la Cité, hacia los años 250-200 a.C, protegidos por el Sena que entonces tenía una anchura y caudal mucho mayores. Actualmente es centro de la administración del estado y de negocios además de un punto turístico de primer orden. Entre los edificios más antiguos que se conservan están la Catedral de Nôtre Dame, la Sainte Chapelle y la Conciergerie.

La sala de guardia de la Conciergerie
Este último es un edificio muy interesante. Es un antiguo palacio medieval, muy remodelado a través de los siglos. Fue residencia de los reyes de Francia entre los siglos X al XIV, y desde entonces prisión, donde María Antonieta vivió sus últimos meses, en 1793, y Robespierre en 1794. La sala de la guardia es excepcional y se puede ver también una cocina y la escalera que comunica ambas estancias. También la celda y el patio donde María Antonieta se paseó por última vez.

Desde la terraza de las Galeries Lafayette
Paseamos también por el barrio de la Ópera, una zona totalmente distinta a la anterior, desarrollada durante el siglo XIX, con las reformas de Napoleón III, hijo del hermano pequeño y de la hijastra de Napoleón Bonaparte y que fue, sucesivamente, Presidente de la Segunda República y Emperador también durante el Segundo Imperio. Vivió en un momento de relativo sosiego y de una cierta prosperidad. Además para evitar levantamientos y revoluciones populares impulsó las ideas de reforma urbanística del barón Haussman. Se trataba de demoler las callejas estrechas e intrincadas del viejo París y abrir grandes avenidas, bulevares y galerías comerciales para que la burguesía pudiese lucir su opulencia. En una de esas calles vivió Marie Duplessis, inspiradora de La dama de las camelias de Dumas y La traviata de Verdi.

Por aquí paseaba la Traviata
Seguimos por las calles y llegamos al Arco de Triunfo. Allí está esculpido el nombre de Zaragoza. Después de dos asedios brutales, la ciudad se rindió al ejército de Napoleón, aunque a nosotros nos gusta pensar que nos rendimos al hambre y a la enfermedad. Que si no hubiese sido por eso hubiéramos podido seguir luchando. 

Saragosse. Arco de Triunfo
El mariscal Lannes dirigió el asedio durante el Segundo Sitio y también vi su tumba en el Panteón de Hombres Ilustres (nótese que todavía no han cambiado la denominación, entre otras cosas, porque apenas hay mujeres enterradas allí, a pesar de que existen numerosas mujeres ilustres de las que Francia debe enorgullecerse). También está el pendulo de Foucault y sí, se mueve. 

Columnas del Panteón.
Lannes utilizó la artillería pesada y las minas para destruir mi ciudad y fue consciente de ello y de la valentía (o inconsciencia) de zaragozanos y zaragozanas dejando escrito esto,

Las mujeres se dejan matar delante de la brecha. Es preciso organizar un asalto por cada casa. El sitio de Zaragoza no se parece en nada a nuestras anteriores guerras. Es una guerra que horroriza. La ciudad arde por cuatro puntos distintos, y llueven sobre ellas las bombas a centenares, pero nada basta para intimidar a sus defensores… Un asedio en cada calle, una mina bajo cada casa. ¡Verse obligado a matar a tantos valientes…! Esto es terrible. La victoria da pena.

Tumba del Mariscal Lannes en el Panteón
La ciudad se rindió el 21 de febrero de 1809 y Lannes murió el 31 de mayo de ese mismo año, en otra batalla, así que no tuvo mucho tiempo para disfrutar del triunfo. Pasando a cosas más alegres, la Exposición Universal de 1889 que conmemoraba el primer centenario de la Revolución Francesa dejó como testimonio la Torre Eiffel. No gustó nada al principio y se consideró un alarde tecnológico sin ninguna belleza que debería ser demolido pasado un tiempo. Afortunadamente no fue así y ha quedado como lugar mítico y cita imprescindible para turistas y parisinos. Con cierta picardía me asomé por debajo de su falda imaginaria para ver esto,

Oh, la la.
Sin embargo, la perspectiva es mucho mejor desde el bâteau-mouche y por la noche, brillando en todo su esplendor. Anécdota. Como consecuencia del incremento de la seguridad para evitar atentados terroristas, en todos los edificios turísticos hay un férreo control de bolsas y bolsos. Yo me había dejado el candado de la maleta en el bolso. Tan pequeño, tan pequeño que no lo encontraba cuando el guarda de seguridad me exigió que lo sacase. Y es que, para evitar, lo que está ocurriendo en el Pont Neuf con la tontez de los candaditos del amor eterno, está prohibido entrar a la Torre Eiffel con candados. Subí a los tres pisos y es la segunda vez que lo hago y posiblemente la última, pero las vistas son maravillosas. Especialmente al atardecer.

Aunque de noche tampoco está mal

Ella siempre
Paseando por el Marais, se pueden apreciar restos de la muralla del siglo XIII de Felipe Augusto, séptimo rey de la dinastía de los capetos, de la que todavía subsisten dos torreones. Aunque entonces todavía se mantenían cortes itinerantes, París fue adquiriendo un estatuto preferencial. Se construyeron mercados, la Universidad de París en el año 1200, hospitales y hospicios y, en general se saneó la ciudad.

Muralla del siglo XIII

En el Marais se establecieron judíos askenazíes a partir de 1881 para evitar las persecuciones en Rumanía, Rusia y Austria-Hungría. Después durante la ocupación nazi y con la connivencia del gobierno de Vichy fueron detenidos, deportados y asesinados en campos de exterminio, como si no fueran franceses. Muchas placas, bastante recientes, recuerdan este hecho y a quienes intentaron evitarlo. En varios colegios de la zona se menciona a los niños detenidos y asesinados, Paseante lee su nombre, tu memoria es su única sepultura. Para que nunca se olvide.



Pues lo que decía antes, quedan tantas cosas por ver que no me quedará más remedio que volver. 

Desde la Tour Eiffel

La Pirámide del Louvre

También es Camino de Santiago. Vía Turonense
Tour Saint Jacques, lo único que queda de la antigua iglesia.

Metropolitain
La Tour Montparnasse desde la Tour Eiffel. También ha sido polémica
Otra razón para volver cuanto antes. Los bouquinistes están desapareciendo
Por favoooooor, que termine esta tontez del amor eterno
Cerca de Bataclán está esta placa.


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