viernes, 22 de septiembre de 2017

Cine: La niebla y la doncella de Andrés Koppel (2017)

En alguna crítica he leído que la trama de esta película resulta demasiado enrevesada. Yo creo que sí. Al menos con esa sensación me fui del cine y también con la sensación de que, a pesar de que apenas dura 100 minutos, aún se podía haber recortado un poco más. 

El paisaje de La Gomera es un personaje más pero, de alguna manera, también su relación con la película es fallida. Una isla, con carreteras sinuosas y una densa niebla. ¿Es el reflejo de la sociedad que se pretende retratar? Es posible, pero es un recurso demasiado manido que pierde fuerza cuando el elemento perturbador, el detonante de la tragedia, nada tiene que ver con ese entorno cerrado y asfixiante. Porque, al contrario de lo que se nos induce a pensar, el problema es simplemente un problema “importado” que generaría el mismo conflicto en cualquier otro lugar.


Lo mejor de la película han sido las interpretaciones de los actores, especialmente de las actrices, aunque también es una lástima que Aura Garrido haya estado tan desaprovechada. Interpreta a la cabo Chamorro, compañera del sargento Bevilacqua en todas las novelas de la serie, pero en la película su intervención casi es completamente prescindible. Una verdadera lástima. Verónica Echegui es la cabo Anglada, una mujer fuerte pero que parece estar siempre al borde del abismo. Además, el intento de establecer un triángulo erótico-festivo o erótico-dramático con Bevilacqua y Chamorro mueve a risa.


En cuanto a la interpretación de Quim Gutiérrez del sargento Bevilacqua nada que objetar. Sin embargo, parece que su investigación avanza a golpe de corazonadas o de alguna suerte de capacidad adivinatoria que a los espectadores se nos escapa, porque en el guion no se ha dejado espacio para mostrar sus procesos mentales y porque su inseparable Chamorro poco aporta a la investigación, a pesar de estar ambos destinados en la UCO, que se supone que es la crème de la crème en persecución de delincuentes.


La película se ha rodado con la colaboración de la Guardia Civil. Parece que asistimos a varios intentos de dar a conocer al público las instituciones que pagamos con nuestros impuestos. En la fallida serie de TV, Olmos y Robles, ocurría algo parecido. En ambas, además, se trataba también de mostrar al espectador las diferentes maneras de actuar de la UCO, la Unidad Central Operativa, encargada de investigar los delitos más graves y que cuenta con los agentes mejor formados y más especializados, y los guardias civiles más tradicionales, destinados en el ámbito rural o de pequeñas ciudades. Pues, en la película, aparte de unas referencias de mero trámite, tampoco se ven estos diferentes estilos de investigación que podríamos atribuir a unos y otros.


A pesar de todo yo recomiendo la película porque soy fan absoluta del cine español y es entretenida precisamente por lo enrevesada que es.  Además pienso que cuánto más cine español veamos y más taquilla haga, mejores películas saldrán. Eso sí, no creo que la pareja Gutiérrez-Garrido se consolide en una nueva adaptación de Bevilacqua y Chamorro.


Dirección y Guion: Andrés M. Koppel (Novela de Lorenzo Silva)
Fotografía: Álvaro Gutiérrez
Intérpretes: Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Aura Garrido, Roberto Álamo. 

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