Chartres está situada a unos 90 kilómetros de París y es
conocida, fundamentalmente, por su excepcional catedral gótica. Todas las
catedrales en Francia están dedicadas a una advocación de la Virgen y esto, posiblemente,
se relacione con el ideal del amor caballeresco a la dama perfecta. En este
caso, es Nuestra Señora de la Asunción. En este viaje la visitamos dos veces, de día y de noche.
La catedral ha estado durante muchos años en restauración y todavía no ha terminado. Es patente la diferencia entre las partes restauradas y las que están pendientes. También ha sido muy polémica la restauración de la Virgen del Pilar (sí hay una Vierge du Pilier en Chartres). Se la consideraba una virgen negra y en realidad sólo estaba sucia. Al limpiarla ha quedado así y la gente no está muy conforme. Cosas que pasan.
Según una vieja tradición, creo que celta, en Chartres ya se
veneraba en la antigüedad a una virgen gestante y, posteriormente, también
ciertas reliquias relacionadas con la cristiandad, concretamente la túnica de
la virgen traída por Carlomagno desde Bizancio. En 1134, se inició la
construcción de la fachada occidental, con la portada real y las dos torres
actuales, para sustituir a la que había quedado destruida por un incendio. El
pueblo participó voluntariamente, aportando su trabajo, materiales o dinero
cuando era posible. Un segundo incendio destruyó definitivamente la iglesia
románica, manteniéndose la fachada nueva, iniciándose la construcción de la
actual catedral desde finales del siglo XII hasta 1220.
Esta Portada Real es espectacular y termina coronada por uno
de los rosetones. Las esculturas pertenecen a la transición del románico al
gótico. En el tímpano central se representa la Gloria eterna de Cristo y en sus
arquivoltas se incluyen los signos del zodíaco. Las columnas se han sustituido
por estatuas que alternan personajes del antiguo y del nuevo testamento: los
reyes David y Salomón o la reina de Saba; por encima de ellos capiteles
corridos narran la vida de Cristo. En la derecha está el portal de la Anunciación
y en la izquierda la Ascensión de Cristo.
El portal Norte, realizado probablemente entre 1210 y 1225
también está dividido en tres vanos. Lo que más me llamó la atención en esta
fachada fue la escultura de Abraham e Isaac. Dos personajes que están mirando
hacia afuera de la iglesia como si rechazaran a Dios. En realidad es el momento
del sacrificio, cuando Dios ordena a Abraham detenerse y sustituir a su hijo
por un cordero. Será la prefiguración del posterior sacrificio de Cristo.
La torre sur, mucho más sencilla y de base románica, fue la
primera en terminarse en el siglo XII; está constituida por octógonos regularmente
inscritos y vista desde arriba tendría forma de rosa, como en el dibujo. Las obras de la torre
norte, gótico flamígero, quedaron interrumpidas y no se terminó hasta el siglo
XVI.
Si algo caracteriza a las catedrales góticas es intentar
evitar toda sensación de pesadez y que la ligereza y luminosidad de la
arquitectura contribuyan a exaltar la espiritualidad del creyente. Por esto el
peso de la construcción debe distribuirse dentro de la catedral a través de las
columnas, arcos y nervaduras y en el exterior, fundamentalmente, a través de
contrafuertes y arbotantes.
La luz en la catedral está tamizada por las inmensas
vidrieras y rosetones que, en estas catedrales góticas, sustituyen a las
pinturas románicas de los muros. Todo ello genera una especie de encaje de
piedra, donde la geometría tiene también un simbolismo especial. Buckhardt
considera que estos vanos, no sólo debían de dar luz, sino que constituían “gemas
resplandecientes”, imágenes transparentes traspasadas por la luz divina, simbolizando el
logos que facilita la revelación de Dios al hombre.
En Chartres hay tres de estos rosetones, considerados por
algunos como mandalas o ruedas cósmicas que giran constantemente, giran en el
presente y en la eternidad. El de la Portada Real está dedicado al Juicio Final
con Cristo en el centro juzgando a los resucitados, precipitándolos al infierno
o enviándolos al paraíso. Se construyeron a partir de 1145.
El rosetón del apocalipsis está en la fachada sur. En el
centro Cristo en su Gloria rodeado de ángeles y por los símbolos de los
evangelistas; los veinticuatro ancianos del apocalipsis constituyen el segundo
círculo; bajo el rosetón cinco vidrieras ovales, muestran la fusión entre el
antiguo y el nuevo testamentos de forma muy original. Los evangelistas van a
hombros de los antiguos profetas.
En la fachada norte se encuentra el más reciente de los tres
rosetones dedicado a la Glorificación de la Virgen. Ella está rodeada de
palomas que simbolizan al Espíritu Santo y también de los reyes de Israel y de
los profetas menores. Se alternan formas circulares, semicirculares, en forma
de pétalo y cuadradas. En el centro de las vidrieras inferiores Santa Ana y la Virgen niña,
rodeadas de los reyes del Antiguo Testamento, antecesores de Cristo. A
diferencia del rosetón sur, predomina el color azul. Otra particularidad de
este conjunto es que en los rincones inferiores del rosetón figuran las armas
de los reyes de Francia y de Castilla, ya que la vidriera fue un encargo de la reina
regente Blanca de Castilla en 1230.
Por toda la catedral se distribuyen 164 vanos, que hacen un
total de 2.600 m2 de vidrieras. Y parece ser que esta espectacularidad surgió
de la rivalidad entre el obispo de Chartres y el Abad Suger. Están dedicadas a
las vidas de distintos santos y también de los apóstoles y de María Magdalena;
el árbol de Jesé con la genealogía de Cristo, su vida y su pasión también. Todas
excepcionales pero una de ellas, me ha resultado sorprendente. Es sobre la vida
de Noé y el diluvio. Es la primera del lado norte y por ello narra un episodio
del primer libro de la Biblia, el Génesis. En el centro se ve claramente el
arca de Noé y también las parejas de animales que se disponen a entrar en ella.
La construcción del arca por Noé y sus hijos, el diluvio y los cadáveres
flotando son escenas perfectamente reconocibles. Incluso Dios se apoya, tranquilamente, en el arcoíris
una vez que todo ha pasado.
Imposible dar más detalles pero en esta página web se
encuentra mucha más información sobre la catedral, Vidrieras en la Catedral de Chartres.
Habíamos visitado ya
Chartres para asistir al espectáculo nocturno Chartres en Lumières. Muy
interesante aunque mis fotos salieran bastante regulares por eso las he sacado
de la página web. Es una fiesta de luz y animaciones organizadas por toda la
ciudad, pero especialmente en la fachada de la catedral. Se ilumina y dibuja
tal y como debió de ser en su origen. Llena de colorido que a nosotros, por lo
menos a mí, nos chirría un poco. Además en otros edificios se proyectaban
imágenes relacionadas con el mundo del cine, concretamente con los pioneros como
Meliés.
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