Son asuntos que se salen de la gran delincuencia, son asuntos vulgares pero que constituyen la mayoría de los que los investigadores se encuentran. Quizá por eso sean de fácil y rápida resolución. Los protagonistas no son grandes criminales, ni los delitos se caracterizan por haber tenido una gran planificación. Son puestas en escena burdas, zafias, con asesinos chapuceros que van dejando un reguero de trazos gruesos, pistas fáciles de seguir. Para sorpresa de los intervinientes, criminales y familiares de víctimas, son asuntos resueltos en apenas un par de días y con algunas llamadas de teléfono; asuntos que si los tocas se deshacen, Tierna es, et ligera miente se desfaze según la cita del Lapidario de Alfonso X. Pero no por ello Vila y Chamorro dejan de prestarles máxima atención (ni el autor tampoco). Al revés, se implican en su resolución por respeto a las víctimas, cada muerto quiere sus mimos, para restablecer el orden alterado por los delincuentes y, también, para que los lectores asistan a las sesudas, cultas y melancólicas reflexiones de Vila, para sorprender a aquéllos que asumen que por razón de mi oficio sólo puedo ser un perro de presa entrenado para ladrar y morder.
Cuatro historias en las que las víctimas son dos hombres y dos mujeres y los motivos para asesinar no son tan claros como aparentaban ser. En Un asunto rutinario la víctima es un horterilla que trataba de hacer un buen negocio con mala gente capaz de ejecutar un homicidio brutal y, sobre todo, gratuito por cuatro perras.
Un asunto familiar es, desde mi punto de vista, el relato más elaborado de los cuatro. Por un momento tienes la sensación de que Vila juega también con el lector y de que no va a rebelarle quién es el violador y asesino de una niña de doce años muerta a pocos metros de su casa. La intriga se mantiene hasta la última línea del relato.
En Un asunto conyugal la víctima es también una mujer y el principal sospechoso el marido puesto que ya había antecedentes de denuncias por violencia de género. Sin embargo, Vila y Chamorro quiere apartar los prejuicios y comenzar una investigación seria. De este relato se hizo una adaptación para la serie de televisión protagonizada por Jesús Noguero y Mariona Ribas, que tampoco tuvo mucho éxito puesto que sólo se hicieron dos capítulos. El siguiente de ellos fue La reina sin espejo que es la próxima novela que quiero leer. Ambos capítulos se pueden ver en rtve a la carta.
Por último, en Un asunto vecinal las cosas tampoco son lo que parecen. La víctima es un inmigrante latinoamericano y será otro inmigrante, pero esta vez ucraniano, quien ayude a la Guardia Civil a esclarecer el asunto. Este ucraniano tiene un interés especial y un poco turbio por hacerse amigo de las autoridades, pero Vila no caerá en su trampa.
Como las novelas que he leído hasta ahora, este libro de relatos también es muy recomendable.
El lejano país de los estanques, 1998. Premio Ojo crítico
El alquimista impaciente, 2000. Premio Nadal
La niebla y la doncella, 2002
Nadie vale más que otro, 2004. Relatos
La reina sin espejo, 2005
La estrategia del agua, 2010
La marca del meridiano, 2012. Premio Planeta
Los cuerpos extraños, 2014
Donde los escorpiones, 2016
Tantos lobos, 2017. Relatos
Lejos del corazón, 2018
El mal de Corcira, 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, deja tu comentario