Episodio 8
Form and Void
Desordenado y vacío
se traduce el título en castellano. Antes de dar mi opinión sobre el último
episodio tengo que hacer referencia a cómo se ha emitido (mal) esta serie en la
televisión española. La Sexta comenzó a emitirla en abierto a una hora
totalmente inconveniente, 23.30 horas o más, después de otra serie que no ha
tenido la aceptación que se esperaba. Y además para terminarla de arreglar el
pasado lunes día 15 de junio, emitieron los 3 episodios restantes uno detrás de
otro, sin tener en cuenta que terminaría casi a las 3.00 de la madrugada. No
es serio. Es posible que True Detective
sea una serie difícil de seguir para determinado público y que requiera un
esfuerzo considerable, pero desde luego lo vale y no ha sido muy inteligente
programarla de esa manera, con tanta desgana.
El episodio anterior terminaba con un jardinero segando la hierba y trazando una espiral. Recordatorio de que todo vuelve aunque creamos que no. Ahora conocemos algo más de este siniestro personaje, cómo es y cómo
vive. En un paraje casi salvaje, cubierto de vegetación descuidada. No tiene nada
que ver con su oficio de jardinero. La casa que ocupa junto a una mujer es
grande y está semiabandonada, como ellos; hay algunos cobertizos también. Debió
de ser una gran casa en su momento pero ahora más parece una madriguera. El interior
de la casa no es mucho mejor. Cosas amontonadas por todos sitios: muñecas
rotas, un perro que recibe patadas, vajilla sucia. Él es un Childress, trabajaba
en los colegios de los Tuttle haciendo un poco de todo: jardinero, pintor. Los
Childress han sido bastardos de los Tuttle, durante varias generaciones. Los
Childress viven en Carcosa.
Errol Childress, el jardinero |
Rust y Marty tienen claro que van a seguir con la
investigación. Aunque el retorno de las cosas inacabadas ha sido un tema
recurrente durante todos los episodios, esta vez sí que los protagonistas
esperan llegar hasta el final. Empiezan
a revisar toda la investigación y encuentran una pista en las orejas verdes del monstruo que perseguía a
los niños por el bosque. Un detalle en el que no había reparado. A partir
de ese detalle, de una manera un poco forzada (es lo que menos me gusta de toda la serie) encuentran una pista sobre
Childress. Pero antes de continuar con la investigación deben arreglar su
relación y lo harán en otra magnífica escena, en el coche, Marty conduce mientras se dirigen
a la casa de Childress. El espacio cerrado e íntimo del coche se presta a
confidencias y Cohle nos ofrece nuevamente un monólogo existencial sobre
cómo somos los seres humanos, carne
sensible que crea su identidad haciendo juicios de valor. Y como siempre deja
a Marty fuera de juego.
Superado el dolor por la infidelidad de Maggie y Rust, Marty también terminará reconociendo su parte de culpa en el asunto (guiado por Rust, por supuesto). Ahora ya están listos para el enfrentamiento final con el Rey de Amarillo; enfrentamiento que se producirá en Carcosa. Un laberinto de piedra y ramas secas, lóbrego
y húmedo, donde Cohle tendrá que dejarse guiar por la voz pegajosa e hipnótica
de Childress y donde tendrá su última alucinación antes de la muerte.
Se ha criticado mucho el final de esta serie por
considerarlo un poco blando y por no ser explicativo. No se establecen claramente las relaciones de los Childress y los Tuttle con los asesinatos. Ningún otro participante en las desapariciones, abusos de todo tipo y muertes es arrestado o al menos investigado; al final se cierra el caso culpando únicamente a Childress, el bastardo basura blanca, como asesino en serie. Puede que no sea el mejor final que podría haberse
escrito pero el discurso final (metafísico) de Cohle y Hart deja abierta una puerta a la esperanza y todos la necesitábamos ya. Yo, sin embargo, hubiese terminado
directamente, sin incluir ese discurso reconciliador de Cohle, con la fotografía que dejo aquí abajo. Recuerda a un
Cristo doliente pero resucitado, ¿no?
Dudo mucho que se emita en abierto la segunda temporada de esta serie en ninguna televisión española y es una pena. Una serie diferente y de gran calidad. Así queda el final: todo se reduce a una única historia, la lucha de la luz contra la oscuridad y para Cohle la luz está ganando.