lunes, 29 de junio de 2020

Novela: Tea Rooms de Luisa Carnés (1934)


La autora.-
Luisa Carnés nació en el Barrio de las letras de Madrid, en la calle Lope de Vega. No cabe duda de que tenía que terminar siendo escritora. En seguida tuvo que dejar la escuela para ponerse a trabajar y ayudar a su familia. Era la mayor de siete hermanos de padres de la clase trabajadora. Las lecturas de folletines y obras clásicas, especialmente rusas, constituyeron su formación intelectual y basándose en ellos empezó a escribir cuentos, cuya temática principal era la vida de las mujeres trabajadoras. Otras obras suyas: Rosalía, De Barcelona a la Bretaña francesa, Natacha

Mi opinión.-
Tea Rooms está inspirada directamente en la experiencia vital de la autora. Después de haber trabajado en un taller de sombreros, Luisa Carnés, empezó a trabajar en un salón de té madrileño. Donde claramente se podían palpar las diferencias de clase entre trabajadoras y clientes y también las diferentes expectativas de las propias dependientas.


En este libro exhibe una gran capacidad de observación y de delineación de distintos personajes. Mujeres jóvenes y no tan jóvenes, con sus esperanzas y frustraciones, con su ingenuidad y su malicia. Utilizando a una narradora parece mantener un punto de vista neutro respecto a los personajes, pero en realidad los está juzgando. Habla de la obrera española como del “otro” e, incluso, la denomina “elemento femenino proletario español” utilizándola más como categoría sociológica que como ser humano mujer.


Destaca la penuria de estas mujeres obreras que, a pesar de estar horas y horas trabajando, apenas tienen para vivir con su sueldo. Son las mujeres que tenían que elegir entre comer y coger el metro o el autobús o entre remendar los zapatos y comprarse bragas. Mujeres que pensaban que nadie se daría cuenta de un céntimo robado. Mujeres sometidas siempre a vigilancia y, especialmente, a una vigilancia moral que otros se saltaban sin tener consecuencias. Mujeres muertas en abortos clandestinos; mujeres abusadas por maridos abusadores; mujeres humilladas por ser pobres.


La autora utiliza un lenguaje sencillo y muy directo, aunque a veces puede parecer panfletario. Es un tipo de novela que se ha llamado novela-reportaje o novela-diagnóstico, donde lo importante, desde el punto de vista político es hacer una descripción lo más fidedigna posible de unas trabajadoras en su lugar de trabajo. Luisa Carnés había nacido en 1905 y en 1928 ya había empezado a publicar. Carnés pertenece a esa clase de mujeres que si hubiesen recibido una educación reglada y hubiesen podido ir a la universidad, no sabemos dónde hubieran llegado. Un prodigio de inteligencia, sensibilidad e infatigable capacidad de trabajo que se vio truncado posteriormente por la Guerra Civil y el exilio. Autoras que están siendo recuperadas para demostrar que, a pesar de todas las dificultades, existe un trabajo intelectual continuo de mujeres que hasta ahora se nos había ocultado.




Tea Rooms. Mujeres obreras
Luisa Carnés

Editorial Hoja de lata

miércoles, 24 de junio de 2020

Novela: Corsarios de Levante de Arturo Pérez-Reverte (2006)



El autor.-
Arturo Pérez-Reverte se dio a conocer por el gran público en su faceta de reportero de guerra para la televisión, prensa escrita y radio. Después se pasó a la literatura de ficción y también a la polémica a través de sus columnas en varios periódicos y de sus intervenciones directas en redes sociales. Se puede estar de acuerdo con él o no, pero desde luego no engaña a nadie. Lo que piensa, lo piensa y lo que dice, lo dice. La serie de novelas de Alatriste está compuesta por siete libros, de momento. Otras obras suyas: La carta esférica, El club Dumas, Hombres buenos, Sidi. 

Mi opinión.-
Empecé a leer los libros del Capitán Alatriste en cuanto apareció el primero. Pero luego, no sé por qué (bueno, sí sé por qué, porque siempre tengo muchas lecturas pendientes), dejé de leerlo. Trasladando mis libros de un sitio a otro me he encontrado este Corsarios de Levante, que compré hace un montón de tiempo y todavía tenía sin leer. Me he puesto a ello y en dos días, terminado. No podía dejarlo. Y, desde luego, me ha parecido el mejor de la serie.

El escenario, el Mediterráneo en 1627. Personajes principales, el Capitán Alatriste, Íñigo Balboa y Copons, el aragonés. Y el contexto, guerras, guerras y más guerras. Contra cualquiera que navegue por el marenostrum. Contra el corso especialmente turcos, pero también venecianos o incluso franceses e ingleses. Nuestra historia. Ya sabemos que Alatriste es amigo de Quevedo, y en esta novela, veremos que es un gran lector de Cervantes, de La lozana andaluza y también de Los sueños.

Se nota que Pérez-Reverte conoce como navegar y que se ha documentado bien sobre las batallas navales y las inclemencias del tiempo, si no no hubiera sido posible que escenas dominadas por el fragor de la batalla y que, para un profano, podrían parecer tediosas estén imbuidas de suspense, preocupación por la suerte de los protagonistas y alivio cuando salen, aunque sea maltrechos, de esos encontronazos.

Ya he dicho quiénes eran los personajes principales pero el protagonista absoluto es Él, el Mediterráneo. Cruce de culturas, mestizaje, a veces obligado, esperanza y decepción. Un mar que, a través de los siglos, ha recibido tanta sangre que no sé cómo puede seguir siendo azul. Un mar que debería ser puente y entendimiento, pero que ha sido y sigue siendo frontera, abismo y muerte para muchos de los que huyen de la miseria. Eternamente surcado por naves y eternamente desconocido. Ese es el protagonista.

Y a través del protagonismo del mar, el protagonismo de algunas de sus ciudades y países ribereños, vestigios de la expansión de Fernando el Católico y la monarquía hispánica por el Mediterráneo. Orán, fundada por musulmanes andalusíes y de 1509 hasta 1792, salvo de 1708 a 1732 que estuvo bajo soberanía otomana, perteneció a España; Nápoles conquistada en 1442 por Alfonso V de Aragón y que después pasaría a la corona española; Lampedusa; Siracusa o, en siciliano, Sarausa, la Zaragoza de Sicilia; Malta, conquistada por los almogávares para la Corona de Aragón en 1282, refugio de corsarios y de caballeros cruzados que vagaron por el Mediterráneo hasta que Carlos V les dio cobijo allí, comenzando la leyenda de El halcónmaltés (pero esa es otra historia).   

Malta

También me gusta mucho de Pérez-Reverte el cuidado que pone con las palabras para enfatizar la tragedia y la crueldad. Creo que sólo a él se le ocurriría decir que ahorcar a alguien es morir de una indigestión de esparto, llamar a las prostitutas doctoras del arte aviesa o nombrar a los genitales como partes berrendas.

Queda tiempo, entre batalla y batalla, para el enfrentamiento entre Íñigo Balboa y Alatriste, fruto de la juventud de uno y de la madurez del otro; y también para una clara demostración de paternidad, sin palabras, de Alatriste hacia Balboa; y para las amargas reflexiones políticas de éste ya convertido en adulto y además en escritor; o para los reproches a los catalanes y la alabanza al valor de los Caballeros de Malta.

Alatriste y sus compañeros tienen un código ético muy particular. Así, puede ser necesario y, a veces, conveniente matar a alguien y lo hacen sin dudarlo, pero nunca se les ocurriría humillarle; capturarle y venderlo como esclavo pueden hacerlo sin pestañear pero no le marcarían como tal. Código de honor. Aquí me quedo, esperando que Pérez-Reverte escriba una nueva aventura de Alatriste, es una lástima que ésta no pueda adaptarse al cine. La novela, muy recomendable.


Corsarios de Levante 
Arturo Pérez-Reverte

Alfaguara


miércoles, 17 de junio de 2020

Ensayo: La imagen de la mujer en la literatura occidental de Berta Vías Mahou (2000)


La autora.-
Berta Vías Mahou es una escritora y traductora del alemán de apenas 50 años. Licenciada en Geografía e Historia, estuvo trabajando como secretaría de dirección. Obtuvo el Premio Dulce Chacón por Venían a buscarlo a él  y en 2014 el Premio Torrente Ballester por Yo soy el otro. Ha traducido a Zweig, Goethe y Joseph Roth. Otras obras suyas: Los pozos de la nieve, Ladera norte, Una vida prestada. 

Mi opinión.-
Tengo pendiente para leer el próximo verano Una vida prestada. Mientras tanto, he encontrado por casualidad en la biblioteca de mi barrio este pequeño libro, con semblanzas de mujeres, personajes importantes de la literatura. Como era de esperar la autora empieza por Eva. Considerada desobediente por los hombres, las mujeres debemos empezar a pensar en ella como una mujer intelectual que deseaba superar su rol de mera reproductora.

Eva es la mujer castigada por mostrar curiosidad intelectual, por no conformarse con lo establecido y por llevar en su interior la duda, el controversia y el cuestionamiento. Sin embargo, las cosas se torcieron cuando la serpiente se cruzó en su camino y, todo hay que decirlo, Adán tampoco estuvo a la altura. Justo es que Adán quede como aquél que tuvo miedo a saber, ¿no?

Las mujeres de la literatura de la Baja Edad Media son personajes fundamentales. Astutas y aguerridas. Están reducidas al espacio doméstico, pero también participan de las guerras de los hombres y de sus banquetes e intrigas. En este libro se menciona a Iseo y a Ginebra. Ambas enamoradas de caballeros que no son sus maridos y que, cuando son acusadas formalmente de haber cometido adulterio, son capaces de salvarse con su inteligencia.

Berta Vías Mahou distingue en esta época los cantares de gesta, escritos para ser leídos y cantados, posiblemente porque los hombres a quienes iban dirigidos no sabían leer, y las novelas de amor caballeresco, escritas para ser leídas por mujeres ilustradas.

Pero avanzando en la historia de la literatura los personajes femeninos se vuelven más etéreos. Mantienen su presencia, no para llevar una vida independiente, sino para ser el objeto amoroso, inalcanzable y sutil. Así es la Beatriz de Dante o la Dulcinea de El Quijote. En realidad, mujeres que sólo existen en la imaginación del protagonista. Que están obligadas a amarle, contemplarle, respetarle, respirarle, mirarle y obedecerle porque no tienen existencia propia.

Más adelante, la protagonista será la mujer caída. Quedando como muestra palpable de la doble moral aplicada a hombres y a mujeres. Los hombres serán los burladores y las mujeres serán las perdidas, aquéllas que no pueden mostrarse en sociedad sin guantes, sin sombrilla y con picos pardos.

El siglo XIX, al contrario, verá una literatura donde los personajes femeninos son más asertivos. Son desobedientes aunque lo hagan para salvar a los hombres. El ejemplo más claro es la Nora de Casa de muñecas que es despreciada por su marido, aunque ella haya delinquido por salvarle. Esto la hará crecer como persona y decidir abandonarle. No sabemos su destino pero esperamos, de corazón, que le fuese bien en el ambiente misógino del siglo XIX.

Otra heroína que sabemos con certeza que terminó mal es Anna Karénina. Prototipo de mujer burguesa, aburrida y enjaulada que estalla y rompe barreras cuando llega el amor romántico. Un amor que resulta ser un espejismo y que termina en el aburrimiento y el abandono más atroz. Cuánto talento de mujer desaprovechado por falta de educación. La última Anna Karénina que recuerdo en cine fue la adaptación hecha por Joe Wright y protagonizada por una espléndida Keira Knightley, con un espectacular vestuario. Recomiendo cualquier libro de Berta Vias Mahou.

La imagen de la mujer en la literatura occidental
Berta Vías Mahou

Ed. Anaya


miércoles, 10 de junio de 2020

Novela: Man de Kim Thúy (2016)

La autora.-
Kim Thúy vive actualmente en Canadá aunque nació en Vietnam en 1968. Un momento muy conflictivo. Por ello salió de allí como refugiada con sus padres hacia Malasia, para terminar en Canadá. Otras obras suyas: Ru, novela autobiográfica. 

Mi opinión.-
La autora no podrá negar que su formación académica francesa empezó antes del exilio y que continuó en la zona francófona de Canadá. Para mí se nota en su escritura. Frases, párrafos y capítulos breves y contundentes pero muy narrativos, que dicen muchas cosas y con un gran sentido poético.


Al principio la narración resulta un poco confusa, sobre todo para quién no tenga mucha idea sobre la guerra de Vietnam. Su primera infancia dominada por la cultura francesa y después su reeducación por parte de la guerrilla, quienes utilizaban las páginas de los libros franceses para envolver el pescado.

Refugiados

Después, se va centrando en su nueva vida en Canadá. Una nueva vida que, sin embargo, se ve condicionada de tal manera por su origen oriental que le conciertan un matrimonio. Con su marido montará un restaurante y es allí donde empezará a tomar conciencia de su propia vida y de sus carencias emocionales.

Notre-Dame de Saigón

La cocina del restaurante le sirve como laboratorio para entender que, a pesar de llamarse Man, la satisfecha, tiene un agujero en el corazón. Le faltan los amores que ha ido perdiendo o que, ni siquiera, ha tenido tiempo de encontrar. A pesar de que vive, el amor de su madre biológica, el de su segunda madre y también de la tercera, el amor descafeinado de un marido ausente, el de sus hijos no deseados, el amor de sus nuevos amigos y la irrupción del amante que la coge desprevenida. Nada le sirve para estar satisfecha.

Un chè de tres colores

Introduce de vez en cuando recuerdos de la vida en Vietnam, de la represión y de la reunificación posterior de las familias. Algo que para ella ya no se produjo. Y también de las costumbres, de las tradiciones culturales que se perdieron por influjo de la colonización francesa, como la costumbre de las mujeres de teñirse permanentemente los dientes de negro. Los llamados dientes de azabache eran considerados un signo de distinción y elegancia.

Qué mejor ciudad para enamorarse y perder el amor

Queda también espacio para la crítica en los países de acogida. Especialmente, crítica para algunos hombres que buscan en las mujeres orientales una sumisión que las occidentales ya no estamos dispuestas a consentir. Recomendable. 


Man
Kim Thúy

Trad. Laura Salas Rodríguez

Ed. Periférica

miércoles, 3 de junio de 2020

Memorias: Cosas que no quiero saber de Deborah Levy (2013)


La autora.-
Deborah Levy nació en Johannesburgo en 1959. Ha escrito novelas, obras de teatro y poesía. También fue profesora del Trinity College de Cambridge. Ha sido varias veces finalista del Man Booker Prize. Otras obras suyas: Beautiful Mutants, Leche caliente y la segunda parte de esta Autobiografía en construcción, El coste de vivir.  

Mi opinión.-
Este es el primer libro de la trilogía autobiográfica de la autora que está empeñada en que las mujeres utilicen su voz para hablar de las cosas que les interesan, aunque, como en este caso, sean cosas que no quieren saber (o mejor dicho, que no quieren recordar). Por eso no resulta extraño que este libro lleve como subtítulo “Una respuesta al ensayo de 1946 de George Orwell Por qué escribo”. Levy tiene muy claro que escribe porque quiere tener voz propia y dársela a las mujeres que estén entre los 50 y los 60 años y que, además, esa voz propia esté incardinada en el feminismo.

La infancia en la Sudáfrica del apartheid no era muy agradable para algunos blancos que también militaban en el Congreso Nacional Africano, como era el caso del padre de la protagonista. Y más si se era judío. Esto provocó el encarcelamiento del padre y el exilio para toda la familia. Pero antes de ello, la pequeña Deborah tuvo que ir a vivir con otra familia que, en cierto sentido, le abrió los ojos a la realidad que estaba viviendo.

En este libro, Levy se propone contestar al ensayo, que no conozco, titulado Por qué escribo de George Orwell. Supongo que se escribe porque hay una necesidad de contar, de narrarnos a nosotros mismos el mundo que no entendemos. Un mundo especialmente hostil para las mujeres.

Me ha parecido que la autora domina la expresión narrativa. En un estilo muy conciso y en apenas dos capítulos narra su infancia y su adolescencia. Utilizando para ello herramientas muy diferentes, al menos el resultado a mí me parece muy diferente. En el capítulo dedicado a la infancia en Sudáfrica, la mujer adulta escribe como la niña que fue, abriendo sus ojos a un mundo brutal que no entiende y en el capítulo dedicado a su adolescencia en el exilio británico, encontramos ya a una joven determinada a dominar el oficio de escribir.

En cualquier caso, un libro muy interesante para conocer más sobre la perspectiva que las mujeres tienen sobre el mundo. Especialmente, de aquéllas que han sorteado la trampa del neopatriarcado del siglo XXI. Ese neopatriarcado que, según la autora y yo estoy de acuerdo, sigue exigiendo la existencia de mujeres pasivas pero ahora además ambiciosas, maternales y eróticas; mujeres que siempre se sienten culpables pero no saben por qué. Mujeres que hacen ventriloquía, repitiendo hasta la saciedad valores y criterios que los hombres y las mujeres obedientes al patriarcado han conseguido implantarles en el cerebro.

Hay algo que me ha molestado un poco, en el capítulo introductorio. Es la referencia a lo ruidosos que somos los españoles, lo católicos que somos y lo familiares que somos. Demasiado tópico, ¿no? Sobre todo teniendo en cuenta que está hablando de los años 1990-2000. Y otra cosa que se debería de cuidar más en la edición: poner notas a pie de página para términos como mealy meal, Kilim o dhal.


Cosas que no quiero saber
Autobiografía en construcción I
Deborah Levy

Trad. Cruz Rodríguez Juiz
Ed. Ramdon House