miércoles, 30 de diciembre de 2020

Novela: Zaragoza de los Episodios Nacionales. Galdós (1873)


El autor.-
Benito Pérez Galdós fue uno de los máximos exponentes de la novela realista en Europa. Aunque su obra fue tan extensa que puede dividirse en varias épocas con el denominador común de haber provisto a sus personajes de una gran profundidad psicológica. En los Episodios Nacionales la historia no sólo pertenece a reyes, militares y políticos, el pueblo llano también tiene su protagonismo. Otras obras suyas: Tristana, Fortunata y Jacinta, Misericordia. 

Mi opinión.-
Zaragoza es la sexta entrega de los Episodios Nacionales y su estilo narrativo es completamente diferente a Cánovas, el último de los Episodios, que ya he leído. Está íntegramente dedicada a narrar el segundo sitio dentro de la Guerra de la Independencia, que tuvo lugar entre enero y febrero de 1809. Un asedio terrible que, incluso el mariscal Lannes después de ver los destrozos en la ciudad, a los combatientes muertos y heridos y al resto de la población civil diezmada por las enfermedades y el hambre, dijo “Vencer así da pena”.

Y es que los zaragozanos y zaragozanas decidieron defenderse con uñas y dientes aunque su causa estuviera muy pronto perdida. La guerra se libró calle por calle, casa por casa, habitación por habitación y eso lo describe muy bien Galdós. Además, cuando se terminaban las hostilidades sobre la superficie, la guerra continuaba en los sótanos. Quedan huellas todavía en los sótanos del Albergue de Zaragoza, en la calle Predicadores, en La bóveda, actualmente una sala de música, y en otras localizaciones cercanas de una red de túneles que comunicaban todos los edificios.

En los diez primeros Episodios Nacionales el protagonista, el que ejerce de hilo conductor de la historia es Gabriel de Araceli. Llega a Zaragoza escapando de los franceses que ya han conseguido entrar en Madrid. Aquí, no le queda más remedio que enrolarse y defender la ciudad con toda la fuerza que puede.

Pero dentro de esta Gran historia, dentro de los asedios a los que se vio sometida la ciudad, Araceli encuentra también la pequeña historia de los habitantes de la ciudad. Especialmente, el drama se ceba en dos familias que rememoran la historia de Romeo y Julieta. Por una parte, los Candiola padre e hija y los Montoria padre e hijo. Ambas familias ricas, aunque de origen y trayectoria diferente.

El tío Candiola es un personaje difícil de entender. A veces resulta repulsivo. Codicioso y traidor, es la imagen de la cobardía y del interés. Desea que la ciudad caiga de una vez para poder hacer negocios con los franceses e, incluso, les ayuda a entrar por una de sus propiedades cercana a la muralla. La gente le insulta recordándole su origen “hijo de un mallorquín con sangre de judío” y varias veces Galdós le describe contando monedas, como un auténtico avaro. Sin embargo, su hija, Mariquilla es todo lo contrario. Sólo desea ayudar a los soldados y a la gente de Zaragoza. Está enamorada de Agustín Montoria.

Los Montoria también son ricos. Agustín, al ser el hijo menor, está destinado a ingresar en la Iglesia católica aunque al estallar la guerra es el primero en coger las armas y defender la ciudad. Su padre, el tío Montoria es todo lo contrario a Candiola. Aguerrido y valiente, brutal cuando dice “Hay hombres que sólo por perder pierna y media ya se acobardan…”.

Galdós introduce el habla popular y se documenta exhaustivamente para nombrar los lugares más emblemáticos donde se produjeron los encontronazos entre franceses y zaragozanos. Incluye también a personajes reales, como Casta Álvarez, una de las bravas mujeres que se merecen un post o el General Palafox, del que tengo pendiente leer alguna biografía y con el que comparto un apellido (¿Seremos familia? Me gusta pensar que sí.) Leer a Galdós siempre es muy recomendable. Siguiendo con la ocupación francesa de Zaragoza, voy a buscar algún libro que nos cuente algo sobre la vida de esos años y si es posible de algún autor francés. 

Aquí mi opinión sobre la Exposición de Galdós realizada en Febrero de 2020, antes de la pandemia, en la Biblioteca Nacional. Una verdadera lástima que tuviera que suspenderse.


Zaragoza
Episodios Nacionales
Benito Pérez Galdós

Club Internacional del Libro

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Ensayo: Alatriste. La sombra del héroe de Varios Autores. (2009)


El capitán Alatriste es un mito. De eso no cabe duda. Sólo a un mito se le dedicaría un libro compuesto por varios ensayos, desde diversas perspectivas y cada uno de ellos más interesante que el siguiente, y que ocupa aproximadamente un total de 500 páginas. Y es que el capitán Alatriste da para mucho análisis. 



Parece, a simple vista, un simple héroe de literatura juvenil de aventuras. Pero con sus andanzas y tragedias, su serena y atractiva figura y su ética tan particular, puede captar también para su causa, a los adultos más inquietos. Así, Alatriste se pasea por una serie de novelas de capa y espada, novela de aventuras e histórica, dando también un repaso a la literatura más consagrada.

Alatriste es un héroe trágico, amargo. Tocado por las muchas guerras y sus miserias pero también es un hombre culto, amante de las letras y amigo de los escritores de su época, con cuyas obras reflexiona sobre la vida que le ha tocado vivir. Alatriste también es un padre para Íñigo Balboa, el joven adolescente que se cría con él y que, en su  madurez, escribirá las aventuras del llorado capitán Alatriste.

Este libro intenta desmitificar al héroe, pero lejos de conseguirlo lo que alcanza es la remitificación de Alatriste como hombre cabal, de carne y hueso, disciplinado, leal hasta la muerte y también cruel, sanguinario e implacable cuando hace falta.

Me ha interesado mucho el ensayo de Marie-Thérèse García, de la Universidad de Sud Toulon-Var, titulado Los juegos de la reescritura en El oro del rey. Analiza cómo Pérez-Reverte escribe a la manera barroca, cómo introduce al lector en los grandes y pequeños autores del Barroco, haciendo gala de una gran erudición. Coloca, así, pistas para los lectores más avezados; pistas que los lectores mediocres, como yo, no seríamos capaces de captar. Como ya estoy avisada, tendré cuidado cuando lea El oro del rey, a ver si consigo localizarlas.

También es muy interesante el artículo escrito por José Luis Martín Nogales de la UNED-Pamplona y titulado Personajes singulares de El capitán Alatriste. En este artículo, el autor resalta la casi total coincidencia de los nombres de algunos personajes de la saga Alatriste con personas reales. Con escritores, amigos, conocidos y algún que otro enemigo de Arturo Pérez-Reverte. Algo que también se me pasó por alto.

Como siempre hay algo que reprochar, yo le pediría a Arturo Pérez-Reverte que, para la próxima entrega, pergeñara un personaje de mujer fuerte y culta, tan decidida como prudente, éticamente impecable e intelectualmente insuperable que, me temo, debería ser encarnada por una monja. Porque, me parece, que los personajes femeninos de todos los libros de Pérez-Reverte caen en el mismo arquetipo. Una mujer fatal, de ojos embrujadores y de piernas larguísimas, a veces, enfundadas en vaqueros carísimos y que, tarde o temprano, acaban siendo la perdición de algún hombre. Podría, por una vez, huir de ese arquetipo que en la saga Alatriste está representado por Angélica de Alquézar y, de alguna manera también, por María de Castro.

Aparte de un mito, Alatriste ya es un clásico no sólo porque merezca estudios interdisciplinares, o todo un Congreso Internacional en el año 2007, sino porque sirve para explicar el presente desde la lejanía del siglo XVII.

Con este tipo de libros te das cuenta de que el trabajo literario no empieza por sentarse frente a un ordenador a esperar a la musa. Muchas horas de dedicación son necesarias para crear un libro de la nada; así que para crear una saga de siete títulos muchas más. Espero que el autor nos regale pronto una nueva entrega de Alatriste. Mientras tanto todavía tengo alguno por leer y todos por releer. Hasta ahora, el que más me ha gustado ha sido Corsarios de Levante que en este libro que estoy comentando también ha merecido una dedicación especial. Lo dicho, esperando una nueva entrega.

Alatriste. 
La sombra del héroe

José Belmonte y J.M. López de Abiada (coordinadores).
Alfaguara 

Viggo Mortensen como Alatriste


miércoles, 16 de diciembre de 2020

Novela: Reina de Elizabeth Duval (2020)


La autora.-
Elizabeth Duval estudia actualmente Filosofía y Letras Modernas en París. Se dio a conocer hace unos años como activista y performer e, incluso, salió en un célebre programa de citas, First Dates. Está presente habitualmente en las redes sociales más conocidas ¿Cómo se conjuga todo esto? No tengo ni idea pero el resultado es espectacular porque todavía no tiene 20 años, los cumple el 25 de agosto. 


Mi opinión.-
No sé si calificar este libro de autobiografía o de esto que está tan de modo y que se llama autoficción o simplemente de novela con rasgos muy biográficos. Una ya no se puede fiar de nadie respecto a lo que es real o no en la vida de un escritor o escritora. Lo que me parece incuestionable es que se trata de un buen libro que aprovecha ese camino para abrir las puertas a la reflexión. Una reflexión que será emocional, literaria y también sociopolítica.

Elizabeth es una joven que acaba de dejar la adolescencia (si eso es posible en el siglo XXI). Estudia en París y, de alguna manera, ha olvidado su activismo trans (por el que fue conocida en España), porque ella es mucho más que una chica trans. Me parece muy bien que se defina así. En este libro, se presenta a sí misma como un poco pedante y muy intelectual afrancesada (ya sabéis: viste de negro, bebe vino y lee constantemente). Me encanta que sea así.

Es una joven que, entre clase y clase, se aburre. Cae en un cierto bovarismo (pedantería filofrancesa), como Madame Bovary en su pueblo; pero también es capaz de reflexionar sobre su “privilegiada” situación, sobre sus amores, amoríos y amistades y enlazarlos con reflexiones más enjundiosas sobre el sentido de la vida, la utilidad de la política o la crítica literaria.

Como joven de su tiempo ya no utiliza el móvil como objeto externo a sí misma, sino como apéndice íntimo, cibernético-emocional y también como una vía de canalización informativa. Políticamente se define como posmarxista y eso ¿qué quiere decir? No lo sé pero admira a José Luis Rodríguez Zapatero y le define como el mejor político español desde la Transición situándolo, incluso, por encima de Felipe González.

Es increíble la madurez con la escribe Duval. En este diario afrancesado nunca se deja llevar por los sentimentalismos ñoños de una adolescente. Yo creo que esa adolescencia que estamos acostumbrados a ver es una imposición de la psicoafectividad anglosajona y que, en realidad, siempre ha sido ajena a la cultura europea continental, sobre todo del sur de Europa, donde otras generaciones pasaban directamente de la niñez a la juventud y de ésta a la madurez.

Habla del amor contingente y del amor necesario como hacían Beauvoir y Sartre y habla también del cuarto propio de Virginia Woolf. Pero lo hace para reivindicar que ya no tiene que escribir por obligación en su cuarto, que puede escribir en cualquier otro sitio: un bar, un café, una biblioteca y cualquier otro sitio que se le antoje. Y esto puede hacerlo gracias al esfuerzo de las mujeres que le precedieron y que fueron ensanchando las fronteras que podrían disfrutar otras mujeres más jóvenes.

A veces habla de sí en tercera persona. Elizabeth temeElizabeth dice… y esto es lo que me hace sospechar que hay más ficción de la que se nos dice. Sin embargo, esto es parte del atractivo del libro. Elizabeth teme que el amor no aguante la prueba de la razón. Muy recomendable.


Reina 
Elizabeth Duval

Caballo de Troya

domingo, 6 de diciembre de 2020

Novela: Todo cuanto amé de Siri Hustvedt (2003)


La autora.-
Siri Hustvedt tiene una larga trayectoria como novelista, ensayista y poetisa. Es también una feminista destacada. Ha recibido el Premio Princesa de Asturias de las Letras en 2019, por toda su obra. Otras obras suyas: Los misterios del rectángulo, El verano sin hombres, La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres, Recuerdos del futuro. 

Mi opinión.-
El titulo de esta novela no podía estar mejor elegido. Todo cuanto amé es el resumen de todo lo que se pierde al vivir y de todo lo que queda después de haberlo perdido. Las experiencias de vida y una soledad bien gestionada.

La historia se sitúa en el ambiente artístico neoyorquino de finales de los años 1970 y está compuesta de varias tramas que se entrelazan y cuyo personaje principal es Leo Hertzberg, un historiador y crítico de arte. La fascinación que siente Leo por la obra del pintor Bill Weschler marcará la vida de ambos.

Serán amigos íntimos y sus esposas también. Vivirán muy cerca. Las dos familias criarán juntos a sus hijos y también compartirán sus vacaciones. Esto no será un obstáculo para que las rutinas, las pequeñas traiciones, las enfermedades y la muerte, una muerte inesperada y brutal, apaguen el entusiasmo del enamoramiento y la juventud.

También se enfrentarán juntos a la enfermedad mental de uno de los hijos y a su deriva como delincuente. Y la autora será capaz, al mismo tiempo, de ofrecer una radiografía sobre el mercado del arte y la influencia de este mercado en la definición de lo que debe o no debe ser una obra artística. En este sentido, es una novela sobre la creación artística pura y sobre cuándo y por qué esa creación empieza a ser comercial.

Todo el camino que iniciamos en la vida empieza con una pérdida. Perdemos el entorno protector del útero y a partir de ahí todo lo demás. Conseguir y perder, conseguir y perder, parecen los estribillos de una vida cualquiera aunque no nos pongamos de acuerdo con qué es lo que debemos conseguir y nos duela perder todo lo que perdemos.

Esta es una historia íntima, contada desde una voz masculina que se enfrenta a la vejez, a la decadencia y a la enfermedad. Y que, además, va a perder el sentido de la vista y esta pérdida le apartará definitivamente de sus últimas alegrías: poder admirar una obra pictórica o escultórica, leer y escribir. Perder ese sentido sobre el que ha fundamentado toda su vida y toda su carrera profesional como crítico de arte será la última muestra de la crueldad de la vida.



Siri Hustvedt 
Todo cuanto amé

Trad.: Gian Castelli Gair
Seix Barral 

domingo, 29 de noviembre de 2020

Biografía: Mi vida en la carretera de Gloria Steinem (2015)

La autora.- Gloria Steinem es un referente incontestable del feminismo a partir de los años 1970. Es periodista y sigue siendo una activista muy respetada y comprometida. Trabajó para varias publicaciones, entre ellas New York Magazine y también es famosa por haber fundado la revista Ms. Otras obras suyas: Revolución desde dentro, Marilyn: Norma Jean, Doing sixty & seventy

Mi opinión.- Revolución desde dentro es el primer libro que leí de Gloria Steinem, hace tiempo, concretamente en 1995. Y es que hay pocos libros traducidos al castellano de esta prolífica autora. Este primer libro se podría encuadrar dentro de los libros de autoestima pero desde una perspectiva menos psicológica y más revolucionaria y política. Después de eso, nada hasta el año 2016.

Parece que el feminismo es como el Guadiana, tiene tramos que discurren bajo tierra y sólo las iniciadas podemos sentir; pero eso es parte de su fuerza y de su eficacia. Así que cuando se editó Mi vida en la carretera me lo compré, aunque no lo haya leído hasta hoy. No lo quise leer por prejuicios tontos. Me enteré de que la infancia de Steinem no había sido muy convencional, que había vivido con su padre recorriendo las carreteras de Estados Unidos y sin asistir al colegio hasta que fue adolescente. Di por hecho que había sido una infancia infeliz y traumática y no quise leer el libro. Qué tontería.

Si algo me queda claro después de leer el libro es que a ella le pareció una infancia muy feliz y que fue el germen de su vida de activista. Hoy es una mujer en paz consigo misma. El libro es más una crónica periodística de su vida política más que una autobiografía al uso. Aunque hace referencia a su vida personal, casi exclusivamente a su infancia, lo más relevante es su vida pública. Toma la carretera como símbolo de la vida e incorpora a su biografía a todos aquéllos a quienes se encontró en la carretera. Algo que me ha parecido muy sorprendente es que, de alguna manera, se olvida de las primeras mujeres que hubo en su vida, su madre y su hermana. Por esto digo que se trata más de una biografía política que personal. Sin embargo, sí que tiene muy presente a su padre, a un padre nómada que le enseñó el amor por la carretera. A mí este personaje nómada me recordaba al pícaro de la literatura castellana del siglo XVII.

Otra de las cosas que me ha sorprendido es su análisis sobre la educación que recibimos. Sin llegar a considerar toda la educación como pedagogía negra (aquella vinculada al nazismo), olvidamos que es una educación pensada para varones blancos y que todo lo que no responda a esa tipología se verá casi, irremediablemente, excluido y maltratado. El resultado de esta educación tan sesgada para Steinem es que las mujeres estudiamos nuestra propia ausencia y nuestra inferioridad, aprendiendo así a autodenigrarnos. Es muy interesante, desde este punto de vista, analizar “qué nos están enseñando y por qué”.

Esta idea también estaba en su libro Revolución desde dentro. Además Steinem considera que la educación también crea una fractura en las mujeres; una fractura entre intelecto y emoción y un alejamiento considerable respecto a nuestras madres. Creo que las mujeres de mi generación reconocerán esto sin ningún problema. Reflexionar sobre esta limitación de la educación ha llevado a ampliar las materias y los autores y autoras a estudiar, incluyendo variables de género y raza que, hasta hace poco, habían estado excluidas. Yo, gracias a diosa, encontré en los años 1980 la Librería de mujeres de Zaragoza que fue una puerta violeta a otro mundo. Lástima que cerrase porque, para otras mujeres, la tarea todavía no ha concluido.

Me reencontré con Gloria Steinem gracias a la serie de TV, Mrs. America y en Mi vida en la carretera también hace menciones a esta serie. No quedó muy contenta con el resultado, puesto que tras la confrontación entre las mujeres por la aprobación de la ERA (Enmienda por la igualdad de derechos), había más intereses económicos (por ejemplo, de las compañías aseguradoras) o religiosos ultraconservadores (por parte de los mormones) que políticos y eso no queda bien reflejado en la serie. A mí, desde un punto de vista televisivo, me gustó mucho pero yo no viví el proceso y ella sí.

Si hay algo que no me ha gustado es su especial énfasis en las culturas y pueblos precolombinos que quedan retratados según el estereotipo del buen salvaje, conectado con la esencia de la tierra y poseedor de una sabiduría primigenia que los brutales occidentales no tendremos nunca. No me gusta ese sesgo, ni tampoco que hable de la herencia africana y se olvide de la herencia hispana anterior en el tiempo y con un mayor peso demográfico en Estados Unidos. Además, hay algo que no se le puede perdonar. En la página 298, afirma que Colón fue un pésimo navegante que murió creyendo que, de verdad, había llegado a las Indias. ¡Ayyyyy! ¡Pero si cruzó un océano en una cáscara de nuez y fue de los navegantes más cultos y arriesgados de su época! Desde un punto de vista formal, la traducción también podría ser muy mejorable (pg. 330: "...tenía las visitas regulares al hospital para las INFUSIONES ambulatorias") y respecto a la impresión, hay lagunas que, a veces, dificultan la lectura.

En fin. Yo recomiendo su lectura y espero que siga escribiendo algunos años más. Me parece que existe una continuidad lógica entre reivindicar la necesidad de una habitación propia, como hacía Virginia Woolf, y reivindicar el derecho a tener una carretera propia, es decir, un espacio público propio, y como base esencial para disfrutar de una y otra, un cuerpo propio como reivindica Marta Sanz en Clavícula. Muy recomendable.


Mi vida en la carretera

Gloria Steinem

Traducción: Regina López Muñoz

Alpha Decay


miércoles, 18 de noviembre de 2020

Novela: La tristeza del samurái de Víctor del Árbol (2012)


El autor.-
Víctor del Árbol es un novelista barcelonés que escribe en castellano. Desde niño fue visitante asiduo de las bibliotecas públicas y allí se fraguó su vocación. Ha trabajado también como mosso d’esquadra; lo que le ha facilitado un bagaje excepcional a la hora de describir situaciones comprometidas y personajes de todo tipo. En 2012 escribió esta segunda novela que tuvo un gran éxito internacional y recibió varios galardones. Otras obras suyas: El peso de los muertos, Respirar por la herida. 

Mi opinión.-
En apenas tres días me he terminado esta novela de 400 páginas y en edición de bolsillo (que con esa letrujilla pequeña es más difícil de leer). Así de absorbente ha sido la lectura. Es la primera novela que leo del autor y me ha gustado mucho: por la ambientación de novela negra, por la descripción de los personajes y por ser casi una crónica de la transición española.

Hay dos tramas principales que se sitúan en épocas y en tiempos diferentes pero que, al final, confluyen. Por toda la novela se extiende una sombra negra, de mal augurio que van transmitiéndose de padres a hijos. Tres generaciones se ven dominadas por esta sombra negra y no consiguen escapar a su influjo, aunque intenten iniciar una nueva vida, se trasladen a vivir a otra ciudad o crean que con la muerte las culpas se extinguen. Nada.

Por una parte, en los años 1980, María es una joven abogada que ha tenido sus contactos con la izquierda pero que, una vez que triunfa en su profesión se ha apartado de la política. Es una mujer en deriva emocional. Mantiene muy malas relaciones con su padre, al mismo tiempo que escapó de un marido brutal que la maltrataba sistemáticamente. Ahora comparte su vida con Greta, pero no le va mucho mejor. Su carrera profesional comenzó a despegar cuando contribuyó a la condena de César Alcalá. Un policía aparentemente corrupto y torturador.

La segunda trama es anterior. En Extremadura, a principios de los años 1940. Guillermo Mola es el jefe de Falange, heredero de una estirpe de abusadores sin conciencia que es capaz de rechazar a sus propios hijos. Su mujer, Isabel, es brutalmente asesinada y ese será el punto de partida de esa sombra que se extenderá durante años y llegará hasta la vida de María en la Barcelona de 1980. Una sombra que tiene nombre propio, Publio.

El personaje de Publio sirve para representar la maldad y la codicia absolutas. Maldad y codicia que nacen de la miseria heredada y de la falta de oportunidades para llevar una vida decente. En cierto sentido, me recuerda al personaje principal de pequeñas mujeres rojas. Un hombre que, más que dejarse llevar por una ideología concreta, brutal y vencedora, se guía por sus propios intereses y sabe apostar a caballo ganador. Esa es la desesperanza que queda. De alguna manera sabes que si en lugar de los falangistas hubiesen ganado los rojos este tipo de personajes hubiera sabido sobrevivir y prosperar igualmente.

Lo que menos me ha gustado de esta novela es la vinculación de la trama principal con el intento del Golpe de estado de 1981, el 23F. Me parece una vinculación un poco forzada y que tampoco aporta mucho a ninguna de las dos historias. Respecto a todo lo demás, especialmente, a los caracteres y la psicología de los personajes nada que objetar. Muy recomendable.


Víctor del Árbol
La tristeza del samurái

Alrevés

domingo, 8 de noviembre de 2020

Novela: El anacronópete y otras de Enrique Gaspar y Rimbau (1887)

El autor.-
Enrique Gaspar y Rimbau fue escritor y diplomático. Escribió obras de teatro, libretos para zarzuelas y crónicas sobre sus destinos consulares, principalmente China. Últimamente se ha vuelto famoso gracias a la serie de TV, El Ministerio del Tiempo. Uno de cuyos capítulos está basado en El anacronópete, la primera máquina para viajar en el tiempo, publicada en 1887, casi diez años antes de la publicación por H.G. Wells de La máquina del tiempo. 

Mi opinión.-
Soy fan incondicional del Ministerio del Tiempo desde el primer capítulo. Ha tenido tanto éxito que, además de serie de TV, es también cómic, novela y lo que le queda. En esta cuarta temporada me parece que los creadores, guionistas y directores se han superado con creces. Así que en cuanto mencionaron en el correspondiente capítulo esta obra, El anacronópete, me faltó tiempo para exigir que me la regalasen por mi cumpleaños y, en cuanto me llegó el libro, también me faltó tiempo para devorarlo.

En realidad, esta nueva edición rescata el libro original, respetando sus grabados y también la portada de 1887, pero añade dos obras más (que espero leer muy pronto): La metempsícosis  y El viaje a China. Fascinante.

Don Sindulfo García es un acaudalado inventor zaragozano que, acompañado por su ayudante, su sobrina, la criada y doce mujeres de vida licenciosa (ojiplática me quedé con esto) se presenta en la Exposición Universal de París con su vehículo para viajar en el tiempo. Como corresponde al siglo XIX, el autor es muy farragoso en las descripciones, mantiene un poso de ironía y sobre todo buen humor, al afirmar que conocer el pasado (y reformarlo) es obligatorio para basar un buen futuro en el presente. Buena premisa para un político, ¿no? Sería espectacular si se pudiese hacer, aunque una de las premisas de la serie de TV es que la historia es la que y no se puede cambiar.

Aprovecha también Enrique Gaspar para denunciar la situación opresiva de las mujeres y constituirse en un claro defensor de su derecho a la igualdad. Aunque su protagonista, don Sindulfo, no sea como él. El caso es que don Sindulfo se ha enamorado de su sobrina y ésta, por supuesto, no tiene ninguna intención de corresponderle. Así que el científico decide trasladar a toda su troupe a algún tiempo pasado en el que un hombre todavía pudiese imponer su voluntad de matrimonio a una mujer porque a finales del siglo XIX, eso ya no era posible. Estos matrimonios de conveniencia entre tío y sobrina no debían ser algo extraño, puesto que salen en otras obras literarias famosas de la época (como Tristana de Benito Pérez Galdós) e, incluso, Fernando VII se había casado con su sobrina. 

La trama del Anacronópete resulta rocambolesca y los personajes son muy de vodevil o mejor dicho de sainete; aunque el autor también aprovecha para dar lecciones sobre historia y mostrar su admiración por la civilización china. Por lo demás, todo son amores contrariados, engaños y, al final, ¡¡¡¡ojo, spoiler!!!!, resulta que no sólo la vida de los Serrano ha sido un sueño. Una lectura muy refrescante. La recomiendo, sin dudarlo.




Enrique Gaspar y Rimbau
El anacronópete. La metempsícosis. Viaje a China

Gaspar & Rimbau

jueves, 5 de noviembre de 2020

Cine: Explota, Explota de Nacho Álvarez (2020)

Para estos días grises necesitamos que el cine se convierta en un mundo de color que brilla mucho más gracias a las canciones de Raffaella Carrá. Y eso es lo que hace esta película. Una buena comedia musical que ayuda a levantar el  ánimo y que tiene todo aquéllo que le falta a La la land. Humor y unos personajes secundarios perfectos. Además mantiene en todo momento un tono de cuento de hadas ligero que facilita que el espectador sintonice con la trama y que consigue que la película nunca caiga en la ñoñez. Además, la banda sonora es una auténtica educación sentimental y la fotografía y el color espectaculares. 

Si no vas a creerte el cuento de hadas mejor no entres en el cine porque si no se te hará difícil aguantar la buena disposición de todo el mundo hacia María y lo fácil que le resulta remontar y volverse a enamorar. A mediados de los años 1970, María (Ingrid García-Jonsson) es una joven novia que huye llorando de una iglesia en Roma y no se le ocurre mejor idea que tomar un avión hacia Madrid. A pesar de que sigue llorando durante todo el vuelo las azafatas se encargarán de darle la primera lección para su nueva vida.

Después, ya en tierra, Amparo otra azafata interpretada magníficamente por Verónica Echegui, se convertirá en su mejor amiga, le ayudará a encontrar trabajo y le proporcionará un hogar. En el aeropuerto también tropezará literalmente con Pablo (Pedro Guallar), un joven recatado, tímido y muy muy guapo del que inmediatamente se enamora. Además una maleta perdida será la excusa para que se vuelvan a encontrar; esta vez en los estudios de Televisión Española.

Pablo trabaja allí, como ayudante del censor (que además resulta ser su padre). Celedonio, que así se llama el respetable señor, tiene intención de enchufar a su hijo en este puesto cuando se jubile. Celedonio es un hombre chapado a la antigua, amigo personal de Carmen Polo y una oportunidad para que el actor Pedro Casablanc se luzca creando un personaje histriónico, que persigue a las bailarinas con una regla para medir la largura de sus faldas y que, al final, se moderniza y redime. Un poquito. 

La verdad es que los personajes de las chicas son un bombón para lucirse; los de los chicos no tanto. Ingrid Garcia-Jonnson sorprende por su frescura y su seguridad a la hora de enfrentarse a las canciones y las coreografías. Y Verónica Echegui conquista con su acento murciano y sus ganas de vivir. Natalia Millán despliega toda su elegancia aunque sea en un papel secundario, pero está fantástica y recrea en una de sus actuaciones esa situación tan conocida del floripondio. El floripondio que un censor le puso en el pecho a Rocío Jurado porque su escote resultaba escandaloso.

Esta es otro de los puntos a favor de la película. Su capacidad de recrear los últimos coletazos de una censura que resultaba ya absurda hasta para los propios censores y los prebostes del régimen. Una nueva generación empezaba a destacar y estaba a punto de alcanzar su protagonismo y ya no necesitaba tutelas morales sino una música que le diese ganas de vivir y eso hizo Raffaella Carrá y su célebre latigazo de melena. Esta película se sitúa en la estela de Mamma Mía aunque no se puedan comparar sus presupuestos. Aparecen las canciones más conocidas incluida Tuca, Tuca que fue prohibida y que muy pocos conocían. Caliente, caliente, Adiós, amigo, Lucas, En el amor todo es empezar, Rumore, Hay que venir al sur. 


Y entre todas ellas, Fiesta. En esta canción está resumida la educación sentimental básica que toda mujer debería recibir. A ver lo explico: en la primera estrofa, la chica está triste en una fiesta. Él se ha ido porque ella le anulaba su libertad. Para la chica quedaban las lágrimas y el desperdicio de sus besos, pero también está determinada a que las cosas cambian y a dejar atrás esa manera de actuar. Así que en el estribillo Raffaella recomienda ser cauta y no decir la verdad, si estás enamorada no le asustes pero haz tu vida. En la segunda estrofa, otra fiesta. De la fiesta realizada sin ti pasamos a la fiesta con amigos y sin ti. Esa diferencia es importante porque pone de manifiesto las ganas de volver a vivir de la chica. ¡Ah!, pero en la tercera fiesta, él vuelve. Arrepentido, con otra mirada, reconociendo que ha sido culpa suya y que la libertad sin ella no tiene ningún sentido. Sin ti, ¿qué haría yo sin ti? Al final todos felices. Para disfrutar.


Director: Nacho Álvarez
Guion: Eduardo Navarro, Nacho Álvarez, David Esteban Cubero
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Música: Roque Baños con canciones de Raffaella Carrá
Intérpretes: Ingrid Garcia-Jonsson, Verónica Echegui, Fernando Guallar, Pedro Casablanc, Natalia Millán

domingo, 1 de noviembre de 2020

Novela: Patria de Fernando Aramburu (2016)

El autor.- Fernando Aramburu se licenció en filología hispánica por la Universidad de Zaragoza y fue profesor de español en Alemania. Colabora también en prensa y además de novelas ha escrito poesía, libros de cuentos, ensayos; todos ellos traducidos a varios idiomas. Otras obras suyas: Los peces de la amargura, Utilidad de las desgracias y otros textos, Autorretrato sin mí

Mi opinión.- Patria fue escrita en el año 2016 y ahora ha vuelto a tomar relevancia por la adaptación a serie de televisión realizada por HBO. Aborda un tema que nunca debería desaparecer de los diferentes ámbitos intelectuales y que debería estar sometido a análisis y relecturas constantes, especialmente, desde el punto de vista de las víctimas. El terrorismo.

Esta vez no se trata de analizar la lucha armada, ni el proceso que lleva a un determinado joven a militar en organizaciones terroristas. Esta vez, partiendo de un atentado terrorista, el foco central se sitúa en una sociedad fragmentada y enfrentada. Con delirios de ser pueblo perseguido/elegido por los siglos de los siglos dignos de cualquier sociedad arcaica y cuya base sea el pensamiento mágico.

Esta sociedad se ejemplifica en unas mujeres, antes amigas inseparables y ahora madre de terrorista, una de ellas, y esposa de asesinado, la otra. La narración abarca 40 años de dolor, de silencio y de vergüenza. A algunos críticos les ha parecido excesivo el protagonismo de estas mujeres. A mí me parece lo contrario y además también me parece que se podría criticar a Aramburu, no sé si por una cierta misoginia, porque las mujeres que aparecen en su novela son un poco peculiares.

Miren quedará ya como el arquetipo de la madre fanática vasca. Castradora, brutal y que se siente obligada a querer a su hijo aunque sea un asesino. Una mujer que sufre un proceso de conversión intenso, desde llorar la muerte de Franco hasta defender la causa abertzale, fácilmente entendible si tenemos en cuenta que tanto el franquismo como el terrorismo vasco comparten importantes sesgos etnofascistas. Una mujer que desprecia a su marido, un hombre simplón apaleado por su propio hijo que encuentra refugio cerrando ojos y oídos y cultivando su huerta. Miren también odia a su hija desde mucho antes de que ésta decida casarse con un españolazo e ignora a su hijo menor. Únicamente tiene ojos para su primogénito el que está destinado salvar a la patria vasca de las garras de los españoles; el revolucionario de medio pelo, sin estudios, sin convicciones políticas y sin trabajo; el que no tiene ningún reparo en irse a hacer la revolución y volver a casa para que su madre le lave la ropa y el que pierde la virginidad en la cárcel, cuando ya ronda los 40 años y entiende que ha tirado su vida por la borda.

Bittori es la mujer del asesinado. Desde su muerte, el reloj y la vida también se han parado para ella. Si bien no es tan brutal como Miren también es el prototipo de ama de casa vasca. Miren y Bittori se conocen desde niñas, viven la adolescencia juntas, quieren meterse a monjas y se enamoran de dos amigos. Se casan al mismo tiempo, tienen a sus hijos con poco tiempo de diferencia. Salen de vacaciones, de compras y a misa juntas. Y cuando todo les prometía una vejez sin complicaciones, el hijo de Miren entra en ETA y recibe el encargo de matar al marido de Bittori.

A partir de entonces, la brutalidad de una se impone al amilanamiento de la otra. Bittori también mantiene una relación conflictiva con Nerea, su hija, la preferida de su padre que estudia en Zaragoza. Nerea empieza siendo racista y abertzale, porque no olvidemos que el halo de liberador de la patria oprimida tiene mucho de romántico, pero después rechaza volver al pueblo para el funeral de su padre y decide quedarse en la ciudad follando. Su comportamiento ante la muerte de su padre es difícil de comprender y eso dificulta la empatía del lector con este personaje. Al contrario de lo que pasa con Arantxa, la hija de Miren. Arantxa siempre ha tenido un comportamiento más “normal”. Es una adolescente más alegre y más comprensiva. Es la primera conocedora de la homosexualidad de Gorka su hermano menor y también es la primera que restablece relaciones con Bittori y es fundamental para el desenlace de la novela. Sin embargo, nunca ha sido capaz ni de romper definitivamente con el mundo abertzale ni de adaptarse con todas las consecuencias al mundo de los maketos. Quizá esa haya sido su mayor virtud.

Los hombres que rodean a estas mujeres quedan como personajes secundarios. Ya he mencionado que Joxian, el marido de Miren, es un hombre simplón. Amigo desde siempre del Txato, el asesinado, y compañeros en el mismo club ciclista y de las partidas de mus no duda en retirarle el saludo y hacerle el vacío cuando el Txato comienza a ser amenazado por ETA. Puede entenderse que el miedo se apoderase de la sociedad vasca, pero también es cierto que el silencio podía ser una coartada hasta cerciorarse de qué lado se inclinase la balanza. En el caso de que hubiesen vencido ETA y el independentismo, Joxian hubiese sido considerado el padre de un héroe, de un libertador y no creo que hubiese rechazado estos honores. Sin embargo, al no producirse esta victoria se convirtió, con su silenció y su cobardía, en un acosador más, un acosador por omisión o por cinismo. En un momento determinado Joxian le dice al Txato, “a partir de ahora te saludaré con el pensamiento”. Cobardía.

Esta novela ha sido objeto de muchas críticas. Señal de que el tema es sensible en nuestras sociedades. Muchas de las críticas han sido buenas y muy buenas, pero otras no. No está mal que exista esta controversia. Algunas de las críticas negativas han sido exhaustivas. Han revisado la música que los personajes escuchan, han criticado que no hablen en euskera (como si el euskera fuese comúnmente hablado en los años 1980 o como si el Brad Pitt de las pelis hablase realmente un castellano de Salamanca) y también que se considere una novela fundacional respecto al tratamiento del conflicto vasco en la literatura. Entiendo que ha habido otras novelas, como por ejemplo Martutene de Saizarbitoria, también El hombre solo o Esos cielos de Bernardo Atxaga, pero no han tratado tan exhaustivamente la sociedad vasca y sus miserias. A otros críticos les ha parecido que el protagonismo de las mujeres era excesivo, jaaaaaaaaaaaaaa, jaaaaaaaaaaaaa. También se ha criticado que el autor lleva 30 años viviendo fuera del País Vasco, que su estilo literario fuera bastante simple y que ha retratado a los terroristas con el estereotipo de brutote sin cerebro. Pero habría que leer Patriotas de la muerte, un ensayo de Fernando Reinares documentado a partir de las declaraciones de los etarras en la Audiencia Nacional, para hacerse una idea del perfil de los terroristas de a pie y ver que coincide plenamente con el retrato que Aramburu hace del hijo de Miren. Pero, si hasta se ha criticado que Miren recurra a San Ignacio de Loyola para que proteja y libere a su hijo, porque no es el santo adecuado para estos menesteres. En fin, léase la crítica de Iban Zaldúa para Viento Sur en 2017. Críticas para todos los gustos. 

No he dicho nada sobre el hijo de Miren, el terrorista, el libertador de la patria vasca oprimida porque se merecería más espacio. Únicamente, mencionaré que empieza a cuestionarse su estancia en la cárcel, su militancia y el haber desperdiciado su vida una vez que consigue follar. No sé si recondujo toda la energía sexual reprimida en su adolescencia y juventud y la soltó al mundo en forma de violencia o es que era una descerebrado sin más. A mí me ha gustado mucho la novela y la recomiendo sin dudarlo y creo firmemente que son necesarias muchas más novelas, ensayos, documentales o películas sobre las agresiones etarras a una sociedad democrática. Para erradicar la violencia y el suprematismo en la sociedad vasca no ayudan declaraciones como ésta Declaraciones de un cura vasco, 31 octubre 2020. Siguen educándose en el odio visceral y rancio hacia todo lo que no sea ellos mismos, igual que los nazionalistas catalanes y eso es un rasgo claro de fascismo. Por esto la política de dispersión de presos y de alejamiento del País Vasco fue tan efectiva. No era tanto un castigo como una oportunidad para que los terroristas se alejasen de sus tóxicas familias y entornos y pudiesen arrepentirse. Pero muchos todavía no lo entienden. 


Fernando Aramburu
Patria 
Tusquets Editores

domingo, 25 de octubre de 2020

Novela: Cánovas de Benito Pérez Galdós (1912)


El autor.-
Benito Pérez Galdós fue uno de los máximos exponentes de la novela realista en Europa. Aunque su obra fue tan extensa que puede dividirse en varias épocas con el denominador común de haber provisto a sus personajes de una gran profundidad psicológica. Un escritor y político que había sido postergado y que últimamente se está intentado recuperar su obra y su pensamiento. Incluso es agente del Ministerio del Tiempo. En los Episodios Nacionales la historia no sólo pertenece a reyes, militares y políticos, el pueblo llano también tiene su protagonismo. Otras obras suyas: Tristana, Fortunata y Jacinta, Misericordia. 

Mi opinión.-
Me dejo para el verano las lecturas más enjundiosas porque, en teoría, tengo más tiempo para disfrutarlas. Así, hace unos años me leí las dos partes de El Quijote. Este verano había decidido empezar a leerme los Episodios Nacionales  de Galdós, pero no sé por qué he empezado por el final, Cánovas.

Los Episodios Nacionales no son considerados como las mejores novelas del autor porque a veces tienen una excesiva función didáctica. Pero creo que es una lectura imprescindible en la vida de todo buen lector o lectora. Ya no voy a decir que debería ser lectura obligada para adolescentes en colegios e institutos porque eso casi les induciría a odiarlos pero lectura muy recomendada sí.

Son 46 novelas, divididas en cinco series. Escritas entre 1872 y 1912, toda una vida. Y como ya he dicho Cánovas es la última porque Galdós murió sin concluir el resto de Episodios que tenía proyectados. En estas novelas, Galdós está interesado en contar la Historia no a través de sus tradicionales protagonistas (aunque la novela se titule Cánovas, porque como dice Almudena Grandes en una reciente entrevista, aquí los personajes famosos simplemente hacen un cameo) sino de pequeños personajes. Galdós no sólo profundiza en sus caracteres y perfiles psicológicos sino que los utiliza también para describir el contexto sociológico en el que viven. Contando la Historia desde abajo.

Se ha definido al autor como realista. Aunque al haber sido un autor tan prolijo su larga carrera como escritor puede subdividirse en distintas etapas. Los Episodios son fundamentalmente novelas históricas, novelas de la intrahistoria, pero los últimos que escribió tienen matices más simbólicos e incluso no sé si Cánovas podría ser un precedente del realismo mágico o fantasmagórico.

Tito Liviano es el protagonista y está acompañado no sólo de sus amigos y amigas, sino también de otros personajes, etéreos y fabulosos. Unas musas que le persiguen y le orientan, entre las que destaca Mariclío, corporeización decimonónica de la musa de la Historia Clásica, Clío, la que cantaba las hazañas de los héroes griegos. Es lo que Galdós llamaba la vida quimérica. Parece que tuviera deseos de escapar de una realidad decadente o quizá intuyera que se acercaba su muerte.

A mí me gusta mucho la escritura de Galdós porque es muy sensorial. Construye la realidad ficticia a través de un lenguaje muy detallado y poderoso; describe los crujidos, los olores, los temblores, todo aquello que contribuye a dar cuerpo a una narración. También juega y combina palabras para obtener resultados como estos, cabiztivo o pensibajo, desplegando toda su capacidad humorística.

En este Episodio la protagonista absoluta es la Restauración, vista a través de una clase social ociosa, más preocupada por aparentar un nivel de vida que no tiene, por la moda, el postureo y la ostentación; por emperifollarse para salir al teatro, a la ópera o al café. En cierto sentido, muy parecida a la sociedad actual y no sólo en estas frivolidades. Deberíamos de estudiar seriamente el poso del carlismo en los nacionalismos vasco y catalán que tanto nos hacen padecer.

¡Oh desmedrada España! Cada día pesas menos, y si abultas más atribúyelo a tu vana hinchazón. Es la conclusión que podemos sacar de esta novela. Además de entender que la proliferación de órdenes religiosas en España tuvo como origen el exilio de órdenes francesas cuando empezaron a dictarse normas basadas en la laicidad del estado. Curioso ¿no?

A principios del año 2020 hubo una exposición en la Biblioteca Nacional para conmemorar el centenario de la muerte de Galdós. Fue muy interesante, como lo es toda la literatura del siglo XIX que recomiendo vivamente: Memorias de un solterón y La tribuna de Emilia Pardo Bazán.  Además yo tengo una edición de Club Internacional del Libro preciosa, ilustrada. Creo que se editó en el año 1993. 



Cánovas
Episodios Nacionales
Benito Pérez Galdós

Club Internacional del Libro

domingo, 18 de octubre de 2020

Ensayo. Tierra de mujeres. Una mirada íntima y familiar al mundo rural de María Sánchez (2019)


La autora.-
María Sánchez es hija y nieta de veterinarios, veterinaria ella misma y, además, escritora y también colabora en los medios de comunicación. Vinculada a una familia que siempre ha subsistido gracias a la ganadería está empeñada en rescatar y enseñarnos ese tipo de vida y su lenguaje específico, sobre todo, para que no muera. Otras obras suyas: el poemario Cuaderno de campo. 

Mi opinión.-
A veces las descripciones comerciales que se hacen de los libros no coinciden en absoluto con el contenido de los mismos ni con la intención que tuviese el autor al escribirlo. Tierra de mujeres tiene como subtítulo Una mirada íntima y familiar al mundo rural y no dudo de que lo sea; pero, por otra parte, la autora confiesa haber tenido la intención de dar voz al mundo rural en general y, especialmente, a las mujeres rurales doblemente silenciadas. Y en esto creo que ha fallado.

Yo había leído ya la mitad del libro y me he dado cuenta de que María Sánchez seguía sin darles voz a las mujeres rurales. Hablaba de su experiencia de niña criada en el campo y de mujer que ha decidido volver a él pero, por ejemplo, no ha contado en profundidad la experiencia de las otras mujeres. Mujeres de su familia, como su abuela y su madre, que no tuvieron la oportunidad de elegir o mujeres de su generación que optan por la ciudad en lugar de por el campo. Así que, desde ese punto de vista, me ha parecido un libro fallido.

La escritura resulta muy poética pero para mí se pierde en la nostalgia. Y a pesar de lo que se dice en la contraportada, “alejada de postales bucólicas” sólo hay que ver la fotografía elegida para ilustrar la portada y darse cuenta de que no es cierto. Creo que la autora cae en lo mismo que critica: idealizar el pueblo, el campo y lo rural. Olvida, de esta manera, las inquinas, los cotilleos, la falta de privacidad o, incluso, la vida que Bernarda Alba hizo vivir a sus hijas. Todo ello también es parte del mundo rural.

Se queja, con mucha razón, de las diferentes oportunidades para vivir que ofrecen la ciudad y el campo. Pero eso no es culpa de la ciudad. El mundo rural ha estado abandonado, pero los barrios periféricos de las ciudades también lo han estado hasta hace muy poco. Tenemos que hacer un esfuerzo por incluir una perspectiva rural en nuestro pensamiento y actuar de manera que la España vaciada no siga vaciándose, pero creo que libros de este tipo no ayudan en nada a esa causa.

Quedarse instalado en la nostalgia de supuestos tiempos mejores no sirve de nada. Es posible que, tal y como se queja la autora, desaparezcan modos de vida, lenguajes y ritos propios de los mundos rurales (porque no existe un único mundo rural, hay que hablar en plural) pero surgirán otros. Es una queja que ya habíamos encontrado en Miguel Delibes. Sin embargo, surgen otras experiencias, se nombran y se renombran con nuevas palabras y también hay nuevos modos de vida. Eso es el ser humano. Un ser cambiante y en permanente evolución. Además, de que casi nunca, cualquier tiempo pasado fue mejor y, especialmente, para las mujeres.

Hoy lo rural vende. Hoy el feminismo y los asuntos que interesan a las mujeres venden. Veremos si gran parte de la literatura que aborda estas temáticas y que hoy parece excelente pasa el cribado del tiempo. Sinceramente, creo que este libro no lo pasará.



Tierra de mujeres
Una mirada íntima y familiar al mundo rural
María Sánchez

Seix Barral

domingo, 11 de octubre de 2020

Narrativa: Clavícula de Marta Sanz (2017)

La autora.- Marta Sanz es doctora en Literatura Contemporánea. Cincuentañera. Finalista y ganadora de varios premios literarios, entre ellos el Premio Ojo Crítico de Narrativa en 2001. Otras novelas suyas son: Black, black, black, Daniela Astor y las cajas negras, La lección de anatomía y la excepcional pequeñas mujeres rojas. Recientemente ha publicado también un ensayo titulado Monstruas y Centauras. Y un libro de cuentos con mucha retranca: Retablo. Además ha sido comisaria de esta exposición: Benito Pérez Galdós. La verdad humana. Vamos que no para. 

Mi opinión.- Decía antes que Marta Sanz no para y es cierto pero parece que para asegurar un cierto bienestar que redunde en una buena literatura, esto no es suficiente. Precariedad como actividad económica, sería la expresión que definiese a la escritura, entendida como lo hace Marta Sanz. Una escritura sin concesiones ni a la mercadotecnia ni a los lectores cómodos. Además, si a la precariedad, palabra tan de moda, le añadimos la expresión dolencia indefinida ya tenemos una buena síntesis de este libro extraño. 

Y es que el tema de fondo es el miedo. El miedo a la enfermedad, el miedo a la inseguridad; el miedo que se filtra por todos los poros; el miedo que tiene su origen en un sistema económico brutal y despiadado. Y todo eso desde una posición de clase media (aunque venida a menos) y viviendo en la parte buena del mundo; así que deberíamos imaginar qué se puede sentir viviendo en la parte mala y perteneciendo a los excluidos. Esta es la inquietud que, tarde o temprano, acaba haciendo mella en el cuerpo.

Marta Sanz siente un dolor que no puede identificar y a partir de ahí comienza este relato, indagando en sus condiciones de vida y reflexionando sobre el mundo. En un estilo que ella califica de paletopedante, y que podría ser el de las universitarias con abuelas analfabetas (como sería mi caso) y con un sentido del humor muy áspero, aborda el sufrimiento individual cuyo origen es colectivo. En cierto sentido, se aproxima a la escritura de Annie Ernaux; una escritura que prescinde de todo lo accesorio e hinca el diente en el núcleo pero en el núcleo de la parte más tierna y que debería estar más protegida. Aunque Marta Sanz no creo que sea tan despiadada consigo misma como lo es Annie Ernaux.

La escritura para ella es una manera de “poner nombre e imponer un protocolo al caos” pero también es exponerse al juicio de los demás sin un ápice de pudor, sin artificios y sin salvaguardias. En este libro pone de manifiesto la angustia económica que la consume y que a veces aparece en forma de vacío, como aquel vacío existencial del que hablaba Vivian Gornick en Apegos feroces, aunque en este caso el origen estuviera en la relación maternofilial.

Marta Sanz va más allá y quizá sea ese el problema que trata de abarcar demasiadas cosas en un libro breve. De la dimensión orgánica de la enfermedad pasa a la neurológico-psiquiátrica y de esta a la dimensión política. En cierto sentido, me decepciona por ese recurso constante a la queja por la queja. Aunque sé que todos tenemos derecho a quejarnos, también sé que tenemos derecho a repeler las quejas de los demás. Como lectora me ha interesado menos que sus otros libros y me resulta difícil ubicarlo. Sin embargo, sí que le reconozco el mérito de suponer un paso más en la reivindicación de las mujeres. Si Virginia Woolf reclamaba para las mujeres una habitación propia; Marta Sanz sabe que sin un cuerpo propio no podemos seguir con las reivindicaciones. Aunque en este caso se trate de un cuerpo doliente. En otro post comentaré el libro de Gloria Steinem, Mi vida en la carretera, donde la posibilidad de viajar será la tercera reivindicación después de la habitación y el cuerpo propios. Yo recomiendo siempre a Marta Sanz, una de mis autoras favoritas.

 


Clavícula

Marta Sanz

Anagrama

domingo, 4 de octubre de 2020

Ensayo: Las invisibles ¿Por qué el Museo del Prado ignora a las mujeres? de Peio H. Riaño (2020)


El autor.-
Peio H. Riaño es historiador, crítico de arte y periodista. Ha trabajado como redactor jefe de cultura en Público y El confidencial. Ha comisariado también la exposición colectiva Esculturismo. Recibió en 2014, el premio Periodismo Cultural José Luis Gutiérrez por renovar la manera de hacer periodismo cultural. Otras obras suyas: Conductas envenenadas

Mi opinión.-
En este libro Peio H. Riaño ha querido poner de manifiesto la desigualdad de género en el mundo del arte y en concreto en el Museo del Prado. Yo echo de menos en esta obra dos cosas. En primer lugar, referencias hacia otros museos, nacionales y extranjeros, que supongo llevarán la misma dinámica y, en segundo lugar, las obras estudiadas por Riaño tratan de disfrazar los asuntos más escabrosos, las violaciones, los raptos o la pedofilia, pero hay toda una tradición de utilización del cuerpo de las mujeres como propaganda que no aparece criticada en su libro.

Sabemos, porque se sigue haciendo, que se han utilizado las imágenes de cuerpos desnudos de mujeres como propaganda para muy variados fines, sin duda más amables que los antes mencionados pero igualmente abusivos. Así, vemos cuerpos de mujeres utilizados como fuentes o como meros adornos o cuerpos de mujeres que simbolizan la libertad, el progreso y el desarrollo, la caridad, la riqueza o la pobreza o muchos otros significados que, en realidad, no son más que una excusa para exponer cuerpos desnudos de mujeres a la curiosidad masculina. Yo creo que esto también es una manifestación del abuso.

El libro está estructurado en tres partes. En la primera, estudia a algunas artistas y pone de manifiesto las dificultades que tuvieron para acceder al estudio y a los conocimientos. En la infancia se nos inculca la idea que existen genios y que estos genios no tienen nada que hacer más que explotar su genialidad. Cuando en realidad los pintores, escultores, artistas en general, han debido de estudiar, practicar y prepararse concienzudamente para llegar a desarrollar su genio. Algo que les estuvo prohibido a las mujeres.

Cuando alguna de ellas mostraba algún talento es posible que se la dejase explotarlo como una curiosidad exótica. Como un mono amaestrado que imite algunos comportamientos humanos. Pero no se les permitía acceder al conocimiento en igualdad de condiciones que a los hombres. De ahí que existan tan pocas artistas conocidas y que éstas sean consideradas excepciones válidas que, sin embargo, no crean escuela.

En la segunda y tercera partes, el autor subraya la intención consciente de los hombres que rigen los museos por ocultar la violencia contra las mujeres, definiendo el arte como una actividad destinada a exaltar la belleza de una modo amable, sin tener en cuenta el contexto social en el que esa belleza se produce. Así, renombran cuadros para que desaparezcan unas mujeres y aparezcan otras más políticamente correctas; utilizan eufemismos que esconden violaciones o directamente llevan al almacén los temas que pueden causar desazón en los espectadores. Ocultan también el nombre de las autoras, no les dedican el espacio museístico que les correspondería y contribuyen de esta manera a su olvido. Y a pesar de que pasan los años sigue siendo así. Sólo hay que recordar la rebelión de las Gorilla Girls en Nueva York en los años 1980.

Mucho trabajo queda por hacer para equilibrar la presencia de hombres y mujeres en todos los órdenes del espacio público. Está bien que se sea consciente de eso y creo que el cambio ya ha comenzado. Espero que no sea una moda. Hace unos meses estuve en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, viendo una exposición sobre artistas francesas también de los años 1980, Musas insumisas y que tenían intención de volver a ver cuándo se declaró la pandemia. Que cunda el ejemplo y que haya muchas más iniciativas como esa.


Las invisibles
¿Por qué el Museo del Prado ignora a las mujeres?
Peio H. Riaño

Ed. Capitán Swing





jueves, 1 de octubre de 2020

Novela: Sin hogar, ni lugar de Fred Vargas (1997)


La autora.-

Fred Vargas es una escritora de novela policíaca, arqueozoóloga e historiadora; y también es una destacada ecologista. Tiene dos series policíacas principales; una de ellas protagonizada por el comisario Adamsberg y otra por los tres evangelistas, historiadores que se dedican a desvelar misterios. También escribe ensayos de su especialidad profesional con su verdadero nombre, aunque ninguno de ellos ha sido publicado aquí: Frédérique Audoin-Rouzeau. Trilogía de los tres evangelistas: Que se levanten los muertos, Más allá a la derecha y Sin hogar ni lugar. Otras obras suyas: L’homme à l’envers, Cuando sale la reclusa, El ejército furioso. Es Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018. 


Mi opinión.-
Sigo sin entender por qué estos libros se engloban bajo la denominación de Trilogía de los tres evangelistas, si los “evangelistas” apenas son determinantes en la trama de esta novela. Los dos últimos, más bien, deberían pertenecer a la serie de Louis Kehlweiler, el alemán, porque es el auténtico protagonista. En fin, serán cuestiones de marketing.

De las tres novelas, ésta es la que más me ha gustado. Se lee de un tirón; la trama es muy sólida; los protagonistas están en su mejor momento; y el ritmo es el adecuado. Además, no aparece en el último momento una carta o una pista escondida que dé la solución que es algo que me saca de quicio. Yo prefiero que todas las piezas estén a la vista de los lectores para que intenten adivinar whodunit. Aquí pasa eso. Desde el principio, la trama fluye fácilmente, con toda lógica y todas las piezas están presentes, sólo hay que encajarlas.

La autora sigue apoyando los crímenes del presente en asuntos del pasado. Y así, nos hace partícipes de atrocidades que, en su momento, quedaron impunes pero que ahora pueden llegar a tener su castigo. Lamentablemente, los asesinos no son capaces de saciar su voracidad y, en algún momento, cometen un error.

Para localizar, neutralizar y castigar esos errores está Kehlweiler. El policía jubilado se dedica tranquilamente a traducir libros del alemán al francés, hasta que Marthe, la exprostituta, le pide ayuda para un protegido suyo. Un protegido que no tiene muchas luces pero sí un gran corazón. Y así, el alemán tiene que tirar de sus contactos, de su buena memoria, de su archivo policial y de los sagaces “evangelistas” para solucionar el crimen.

Kehlweiler recurre en esta ocasión a la ayuda de Marc, el medievalista. Que como no encuentra trabajo como historiador ha decidido dedicarse a las labores del hogar. Limpia, lava y plancha ropa para sus clientas y ha tomado clases directamente de Marthe. Que un historiador no encuentre trabajo de su especialidad, puede resultar gracioso o desmoralizante pero, sin duda, cada vez es más común. Tanto en Francia como en España. Veremos cómo salimos de esta crisis provocada por el Coronavirus 19.

A mí personalmente me gustaría que los evangelistas tuvieran un mayor protagonismo, pero parece que la autora no está muy interesada en seguir con estos personajes. Esta última novela de la trilogía es de 1997, aunque en otras novelas de la serie Adamsberg los evangelistas hagan apariciones estelares. Una lástima.

Fred Vargas 
Sin hogar, ni lugar

Trad. Anne-Hélène Suárez Girard
Ed. Siruela