miércoles, 30 de marzo de 2022

Novela: Cinco horas con Mario de Miguel Delibes (1966)

El autor.-
Miguel Delibes necesita poca presentación. Es un clásico de la literatura en castellano incluso desde antes de su muerte. Periodista, novelista y miembro de la Real Academia de la Lengua Española. También fue un gran amante del medio ambiente y la naturaleza y, paradójicamente, de la caza. Premio Cervantes y Premio Príncipe de Asturias de las Letras. A pesar de haber intervenido en la Guerra Civil en el bando rebelde fue, posteriormente, muy crítico con el régimen franquista. Prueba de ello es esta novela. Otras obras suyas: La sombra del ciprés es alargada (1948), La hoja roja (1959), El camino (1950), Los santos inocentes (1981)

Mi opinión.-
Tengo que reconocer que tuve una mala experiencia con una novela de Delibes. Dejé de leer 377, madera de héroe. Había tal cantidad de tecnicismos y de palabras que no había oído nunca que me dificultaban tanto la lectura que terminé aburriéndome y dejándola para mejor ocasión. No me ha pasado lo mismo con Cinco horas con Mario cuya lectura es verdaderamente apasionante.

Delibes fue muy admirado por sus compañeros de profesión, periodística y literaria, hasta tal punto que Francisco Umbral decía de él que era un maestro de la ventriloquía, un especialista en hacer hablar a un personaje como hablaría en la realidad. Y de esto es buena muestra la novela. Reproduce un hablar coloquial aunque trufado de muletillas cultas que pueden parecer actualmente algo redichas: inter nos, la poitrine. Un modo de hablar muy definido por la clase social de la protagonista, inicialmente perteneciente a la clase media-alta pero instalada, muy a su pesar, en una clase media por matrimonio. A mí me parece que, de alguna manera, para crear el personaje de Carmen Sotillo tuvo que inspirarse en su mujer, en largas charlas con su mujer sobre los sentimientos más ocultos que podría tener una mujer de los años 1960, en una pequeña ciudad de provincias de la España franquista. Aunque fuese una mujer orgullosa de pertenecer al bando de los vencedores, no cabe duda de que tendría graves deficiencias en su educación, no sólo en la sexual y afectiva.

Ya había leído esta novela hace muchos años y una de las cosas que más me ha sorprendido es la lectura tan diferente que he hecho esta vez; sobre todo, la lectura de aspectos que, en ese primer momento, me pasaron inadvertidos o que, por lo menos, no recordaba. La primera vez no me fijé en lo profundamente inmoral, racista, clasista e indecente que es Carmen Sotillos. Una mujer fervientemente defensora de la dictadura y que, a cualquiera que la critica, sea su marido o incluso su hijo, les coloca el sambenito de “los de la cáscara amarga”. Una mujer capaz de decir cosas parecidas a ésta “lo bien que lo pasamos durante la guerra, con todos esos chicos tan jóvenes y tan guapos de uniforme”. Sin embargo, es un personaje que no deja de suscitar una cierta ternura por lo que está sufriendo.

Con la muerte repentina de su marido y durante su velatorio, esta mujer se embarca en una espiral de reproches contra él que, en realidad, sólo es una excusa para ocultar su culpabilidad y el deseo de confesarle a su marido un pecado que ella considera gravísimo. Esta estructura circular y repetitiva de la novela no es más que un reflejo del carácter neurótico de Carmen, que va subiendo en intensidad hasta estallar y revelar un casi desliz amoroso que, hoy, juzgaríamos totalmente inocente. Y es que Carmen Sotillo, en realidad, es un ser bastante inocente y que sin sus férreas convicciones ideológicas y morales que, al mismo tiempo, son escudo y cárcel, estaría totalmente desprotegido. Estoy convencida de que Carmen Sotillo, hoy, sería una votante fidelísima de Vox, del orden, de la tradición y de las buenas costumbres.

Excepto el capítulo inicial, el resto comienza con una cita bíblica. Citas que, han sido subrayadas por el difunto y que Carmen lee durante el velatorio de su marido. De esta manera, el monólogo se convierte en un casi diálogo y nos revela cómo era Mario en realidad en lugar de que su imagen se dibuje, únicamente, con los continuos reproches y frustraciones de Carmen. Quejosa de su soledad emocional, de los hijos, del estancamiento profesional de su marido y de la falta de comodidades: un 600, una vajilla nueva. Mario aparece como un hombre compasivo aunque frío, interesado por la política en la medida en que se podía en los años 1950 y crítico con el Régimen. Un escritor de poesía con preocupación social, católico y fraternal. Amigo de aquéllos a los que su mujer llamaba de la “cáscara amarga”. Un hombre también depresivo y un novio virgen que hizo pasar su inexperiencia sexual por indiferencia. Carmen, a veces, también se ha mostrado implacable con él y con todos aquéllos que desafían el orden político y moral. Con su hermana, amante de un hombre casado; con su marido aquejado por una depresión.

La lectura de esta novela es imprescindible. Y además, también se ha adaptado para teatro, siendo su protagonista indiscutible Lola Herrera. Precisamente, el pasado 27 de marzo para conmemorar el Día Mundial del Teatro se estrenó para televisión, medio para el que nunca había querido que se grabase. Con esta versión, con texto adaptado por José Sámano y Josefina Molina, la actriz va a despedirse de este personaje que ha marcado desde 1979, para bien, su carrera y que para ella supuso también un gran crecimiento personal. Estuvo magnífica, a sus 86 años y a pesar de la frialdad del medio televisivo. Aquí el enlace.


Cinco horas con Mario
Miguel Delibes
Editorial Austral

miércoles, 23 de marzo de 2022

Novela: Tristana de Benito Pérez Galdós (1892)

El autor.-
Benito Pérez Galdós fue uno de los máximos exponentes de la novela realista en Europa. Aunque su obra fue tan extensa que puede dividirse en varias épocas con el denominador común de haber provisto a sus personajes de una gran profundidad psicológica. En los Episodios Nacionales la historia no sólo pertenece a reyes, militares y políticos, el pueblo llano también tiene su protagonismo. Otras obras suyas: Tormento, Fortunata y Jacinta, Misericordia. 

Mi opinión.-
Lo que más me sorprendido de esta novela es que, aunque pueda parecer lo contrario, Tristana no es la protagonista y el feminismo tampoco es su principal tema. Aunque después con el “despertar” de Tristana se va corrigiendo, en los cuatro primeros capítulos de los veintinueve que forman la novela, hay un absoluto protagonismo don Lope. Es para enfadarse pero no para dejar de leer. Pérez Galdós, según he leído, abordó en esta novela la situación/esclavitud de las mujeres de clase media en la España de finales del siglo XIX. Sin embargo, la solución que aporta es la solución habitual: un matrimonio de conveniencia. En este sentido, no llegó a las últimas conclusiones a las que debería haberle llevado una verdadera novela feminista.

Don Lope, mitad Quijote, mitad don Juan, arquetipos literarios eternos, se hace cargo de una huerfanita adolescente. Es un cincuentón arruinado por su mala vida que, cada vez, debe de buscar una casa más barata donde vivir pero que todavía puede permitirse tener servicio. La fiel Saturna también tiene su imagen especular en la literatura universal: es la dignidad, la lealtad y el pragmatismo de Sancho Panza pero no será la escudera de don Lope, sino el único apoyo de la joven Tristana. Bueno pues, don Lope es un crápula decrépito y manipulador que no se molesta, ni siquiera, en seducir a la niña Tristana. Toma lo que cree que es suyo por derecho y no hay nada más que hablar. Aunque, esta vez, será su última seducción. Además, don Lope, tiene una concepción del honor ya anticuada y en realidad no es malo, es que le han educado así.

Tristana, la niña, no tiene estudios, no tiene familia, no tiene amigos, no tiene un entorno que pueda acudir en su ayuda. Es inocente, inculta, indefensa, atrasada en su desarrollo moral, inerme muñequita de porcelana, principalmente pasiva. Pero no es tonta ni incapaz, simplemente ha sido abandonada. Por ser mujer, no era lo suficientemente importante como para que su familia o el estado, la iglesia o cualquier otra institución social se preocupase de que Tristana accediera a una educación que le brindaría un trabajo digno y una posición social solvente. No, su única salida era la dependencia de un marido pero, en este caso, don Lope se encarga también de cortar esa salida (al menos al principio).

Tristana y don Lope mantienen una relación tóxica en la que ambos mantienen posiciones enfrentadas y que no tienen la misma relevancia. Son amo y esclava. Sin embargo, el tiempo y las circunstancias parecen jugar a favor de Tristana y, es posible, que las posiciones se inviertan. Ama y esclavo llegarán a ser.

El tercer vértice de este tradicional triángulo amoroso es Horacio Díaz. Aparentemente un artista romántico, en la realidad un burgués de buena posición que hace de Tristana su amante y que, poco a poco, se va alejando de ella. Sin embargo, antes de este abandono, Tristana encontrará en Horacio la fuerza suficiente para enfrentarse a don Lope, para intentar cambiar su vida, asumir la responsabilidad de su propia educación y tratar de soñar y de convertir sus sueños en realidad. El amor, así, le ilumina el camino pero no  lo suficiente. Ya he comentado que Tristana no tiene referentes, ni familia, ni amigas, únicamente la fiel Saturna apegada a la tierra. Por eso, los intentos de emancipación de Tristana se frustran. Sus sueños de ser pintora, escritora, música o actriz no tienen un fundamento sólido y quedan frustrados por el camino. Especialmente, cuando Tristana enferma.

En ese momento será don Lope quien acuda en su socorro y será entonces cuando Tristana empiece a convertirse en ama. La desaparición de Horacio tampoco supondrá mucha tristeza ni para Tristana ni para la lectora. Es un hombre convencional que, al mismo tiempo, que la animaba a desarrollarse consideraba que una esposa o una “querida perpetua” no deberían tener “tal flujo de pensar temerario” (pg. 91) y así le decía “no te hagas tan sabia que me asustas” (pg. 121).

Así pues, tanto don Lope como Horacio, el paso del tiempo, la enfermedad y la misma Tristana se encargan de sofocar sus ansias de saber y desarrollarse. Queda convertida en una burguesa respetable, puesto que don Lope se casa con ella y soluciona su dependencia económica, que asiste a misa y socorre a los pobres. Es un final que puede parecer desolador pero, al mismo tiempo, es un acto de generosidad egoísta (sí pueden ser las dos cosas) de don Lope. Podemos pensar, dada la edad y los achaques de don Lope, que Tristana vivirá una próxima viudez y que todavía será joven para vivir otra vida, quizá al lado de otro hombre y quizá, con éste otro hombre mantendrá una relación más sincera, más justa y más equilibrada. Más moderna, en definitiva.

En este sentido, casi puede leerse en paralelo con Insolación de Emilia Pardo Bazán. Podrían las protagonistas tener un hilo en común: la frustración por sus primeros matrimonios y la posibilidad de, siendo todavía jóvenes, enviudar con una sólida posición económica y poder decidir sobre su vida como hace Asís Taboada. Pero en fin, eso sería una segunda parte de Tristana que Pérez Galdós no escribió. Recomiendo esta novela, sobre todo en la edición de Random House ilustrada por Monica Barengo. También existe una adaptación a cine dirigida por Luis Buñuel, en la que se explota más la vertiente sórdida de la historia. Es de 1970 y está protagonizada por Catherine Deneuve, Fernando Rey, Lola Gaos y Franco Nero.

Tristana
Benito Pérez Galdós
Random House
Ilustraciones de Monica Barengo



miércoles, 16 de marzo de 2022

Novela: La marca del meridiano de Lorenzo Silva (2012)

El autor.-
Lorenzo Silva estudio derecho y ejerció como abogado durante bastantes años. Sin embargo, su vocación literaria terminó ganando. Ha escrito principalmente novela, pero también poesía, algún ensayo y un par de libros de viajes. También ha sido guionista de cine y colabora habitualmente en la prensa. De la serie de Bevilacqua y Chamorro lleva ya escritas doce novelas; bueno dos son libros de relatos. Otras obras suyas: Historia del Marruecos español, Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos, Trilogía de Getafe. 

Mi opinión.-
Sigo con el reto del verano y llego ya a la sexta novela de la saga. En esta novela, se anuncia casi a bombo y platillo que aparece el gran amor de Vila. Y es así, pero tiene una breve aparición y tiene que pasar más de la mitad del libro para que suceda. Bueno, en realidad, su presencia, su recuerdo flota durante todo el libro y eso imprime a la trama todavía más tristeza. Si en la anterior novela se mostraba respondón, triste y frustrado; en esta se ha impuesto como tarea superar la desconexión que, parece que, existe entre Castilla y Cataluña. En Aragón, nunca hemos hablado así ni consideramos que exista esta desconexión.

Esta novela está muy relacionada con La reina sin espejo, que a mí, aparte de El mal de Corcira, es la novela que más me ha gustado de la saga. Se retoman antiguos personajes y se descubre la verdadera personalidad de uno de ellos, Robles, compañero y mentor de Vila en su estancia en Barcelona, que aparece brutalmente asesinado. Robles había empezado con pequeñas corruptelas y acabó deslizándose hacia la corrupción consumada pero antes tuvo tiempo de salvar a Vila. Es la imagen del padre que Vila no tuvo. También vuelve a aparecer Riudavets y los mossos de esquadra

Brevemente, pues, hemos conocido a la Dulcinea de este Quijote que, en su lucidez, no puede evitar la amargura por el efecto piedra pómez del paso del tiempo y tampoco puede evitar llorar “lágrimas de viejo caimán” y temblar por el amor perdido, por su Dulcinea inalcanzable. Claro que Vila, tiene la ventaja de que allí siempre está Chamorro. Chamorro con ese sexto, séptimo u octavo sentido, que el machismo elegante siempre atribuye a las mujeres, está para recoger los pedacillos de Vila e intentar recomponerlos (creo que ya lo he dicho en otra ocasión pero hace falta una novela en la que Chamorro sea protagonista absoluta).

En esta novela no hay las habituales referencias cultas a libros o música o, por lo menos, yo no las he encontrado tan intrincadas con la trama. A excepción de la música de Franco Battiato que compone la banda sonora de la historia de amor de Vila y Anna. Pero, en cierta manera y a pesar de esa amargura, Vila recupera la pasión por su trabajo que consiste “… en restaurar la ilusión rota, en regenerar la apariencia que se habría desmoronado… en cuanto la buena gente supiera de las actividades a las que se dedicaban los supuestos servidores de la ley”. ¿Es o no es un Quijote para los siglos XX y XXI? Incluso llega a la plaza de Barcelona donde el Quijote perdió su última batalla.

Como dato curioso coinciden en el mismo día la muerte de Robles, el linchamiento de Gadafi y el comunicado del abandono de las armas de ETA. El mundo, para volverse loco. Novela muy recomendable y para leerla en paralelo con La reina sin espejo.

La marca del meridiano 
Lorenzo Silva
Destino 


Serie Bevilacqua y Chamorro:

El lejano país de los estanques, 1998. Premio Ojo crítico
El alquimista impaciente, 2000. Premio Nadal
La niebla y la doncella, 2002
Nadie vale más que otro, 2004. Relatos
La reina sin espejo, 2005
La estrategia del agua, 2010
La marca del meridiano, 2012. Premio Planeta
Los cuerpos extraños, 2014
Donde los escorpiones, 2016
Tantos lobos, 2017. Relatos
Lejos del corazón, 2018
El mal de Corcira, 2020

miércoles, 9 de marzo de 2022

Novela: Las maldiciones de Claudia Piñeiro (2017)

La autora.-
Claudia Piñeiro es también dramaturga y guionista. Tiene una larga carrera como novelista y ha recibido varios premios por sus obras algunas de ellas, como Betibú, adaptadas al cine. Otras obras suyas: Las viudas de los jueves (Premio Clarín de novela en 2005), Las grietas de Jara (Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 2010), Una suerte pequeña. 

Mi opinión.-
Me ha gustado mucho. Como novela negra resulta insólita porque, a pesar de que existe un asesinato, los temas de fondo son otros y curiosos. Por una parte, sería una reflexión sobre la paternidad y, por otra, abordaría la inextricable y recurrente conexión de la política con la magia. Eso sí, siempre y cuando consideremos el marketing como una extensión y actualización de la magia de siempre. Es una novela sobre los viejos mitos y supersticiones soterrados bajo una capa de civilidad y raciocinio y que se muestran dispuestos a resurgir en cuanto hay una crisis.

Se enfrentan en esta novela dos concepciones de la política. Una de ellas es la política material, sustancial, la que está basada en una ideología potente y que, últimamente, sentimos que va de capa caída. La otra es la llamada nueva política que de nueva tiene muy poco. Es una política basada únicamente en el marketing, en la magia de la comunicación, en el manejo de la psicología de masas y de las emociones, en el populismo de decirle a cada uno lo que quiere oír. Una política basada en eslóganes breves y eficaces que más que otra cosa desinforman e intoxican. Eufemismos dirigidos a no llamar nunca a las cosas por su nombre.

Existen varios triángulos en la trama. La mayoría no están vinculados por relaciones sexuales pero sí por vínculos de poder y sobre todo por vínculos emocionales. El que más me interesa es el constituido por Fernando Rovira, Román Sabaté e Irene. Fernando y Román están unidos por un gran secreto basado en una relación tóxica; Román está en deuda con Fernando y Fernando está en deuda con Román. Es una relación muy influida por la dialéctica hegeliana del amo y del esclavo pero sin que estos papeles estén definitivamente asignados de manera que tanto uno como otro pueden intercambiarse.

Román y Fernando parecerían dos caras de la misma moneda; incluso se parecen físicamente pero en nada más. Román es un hombre corriente, sin ambiciones ni objetivos vitales claros. Se considera a sí mismo un fraude pero, al final, hace alarde de una dignidad antigua, profunda, tradicional. Fernando es el joven político ambicioso, hecho a sí mismo, que vivió la pobreza de niño y que sabe manejarse en ambientes difíciles y rodearse de un ejército de fieles, encabezado por Irene, su madre. Pero necesita algo más para encajar en el perfil idóneo de candidato a la presidencia de la República Argentina. Necesita tener un hijo. Su madre está involucrada en la sanación espiritual, en las nuevas terapias, en todo aquello que proliferó en los años 1990 y que empezó a llamarse New Age y que sólo era una reelaboración de lo pretendidamente natural o sobrenatural dirigido a ¿manipular, contentar, tranquilizar? a las masas. Es la encarnación de la hechicera moderna pero también es una madre que debe expiar su culpa, su negligencia como madre, ayudando a su hijo a compensar sus deficiencias consiguiendo la mayor cota de poder político posible. Para ello no se parará ante nada.

En esta novela hay unos protagonistas muy definidos pero rodeados también de otros personajes, algunos de ellos prescindibles, según mi opinión. Uno de ellos sería la periodista Valentina Sureda, la China Sureda, dedicada ahora a investigar para escribir un libro titulado La maldición de Alsina. Piñeiro inserta las anotaciones sobre este libro entre la trama principal y esto me parece que lastra la narración principal. Aunque se destinan a probar la conexión entre magia y política desde un punto de vista histórica, no he podido sintonizar con ellas porque apenas conozco la historia de Argentina, ni de la fundación de sus ciudades, ni mucho menos de la Ciudad de la Plata. Sí que es cierto que esta parte de investigación de la periodista también resulta muy curiosa. Menciona a varios políticos y dirigentes que se dejaban aconsejar por videntes, santeras o, incluso, monjas visionarias. Uno de ellos era Jordi Pujol que se dejaba aconsejar y hacer limpiezas espirituales por una vidente gallega llamada Adelina. Otro era Franco que, además de tener el brazo incorrupto de Santa Teresa de Ávila, recurría a los servicios de la hermana Ramona Llimarga. Una monja catalana nacida para más sorpresa en Vic, actualmente foco del catalanazismo más recalcitrante. Qué cosas pasan. ¿Qué pensaría hoy esta monja franquista de su ciudad y de sus conciudadanos? Para reírse si no fuera tan trágico.

Como corresponde a una novela negra política uno de cuyos temas es poner de manifiesto el marketing político, el final es espectacular. No por lo sorprendente sino por la implicación del mundo de la prensa espectáculo. Una gran soirée en la que también se incluye a las redes sociales. Lo que los horteras llamarían un carrusel de emociones emitido en riguroso directo y del que la China Sureda tiene la exclusiva. Así tenemos, novela negra, suspense, también en cierto sentido novela de crecimiento y un análisis de la sociedad actual. En fin, una novela muy recomendable y una autora que merece la pena seguir.


Las maldiciones
Claudia Piñeiro
Alfaguara 


miércoles, 2 de marzo de 2022

Ensayo: Historia del terrorismo yihadista: de Al Qaeda al Daesh de Juan Avilés Farré (2017)

El Autor.-
Juan Avilés Farré es doctor en Historia por la Universidad Complutense y catedrático en el Departamento de Historia Contemporánea de la UNED. Le tuve como profesor del Máster sobre Seguridad y Defensa que cursé hace unos años, en el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado. Su asignatura se llamaba Terrorismo Global. Otras obras suyas: La izquierda burguesa en la II República, La fe que vino de Rusia: la revolución bolchevique y los españoles 1917-1931, El nacimiento del terrorismo en Occidente: anarquía, nihilismo y violencia revolucionaria, editor con Ángel Herrerín. 

Mi opinión.-
Este es un muy buen libro, claro y didáctico, para aproximarse y también para profundizar en la génesis y evolución del terrorismo yihadista. Ofrece los fundamentos históricos y teóricos del fenómeno, clarifica conceptos básicos, analiza los elementos ideológicos y pone de manifiesto las diferencias entre distintas organizaciones terroristas y su implantación geográfica.

Después de un capítulo dedicado a Conceptos e interpretaciones, el libro sigue detallando El discurso yihadista, diferenciando claramente las dos posturas doctrinales principales sobre los conceptos de yihad, como lucha individual o colectiva, y enemigo, ya sea éste cercano (gobiernos musulmanes) o lejano (países occidentales). De la combinación de estos dos ejes surgen las principales estrategias terroristas actuales abocadas, sin remedio, a un enfrentamiento en conflictos asimétricos.

Para analizar el fenómeno del terrorismo yihadista es crucial entender la sustitución del concepto tradicional de yihad como obligación de lucha colectiva y propia de los gobiernos musulmanes a un concepto de yihad como lucha individual, tanto de gobierno a gobierno como de individuo o grupo de individuos a gobierno, al margen e incluso contra los propios gobiernos de países musulmanes. Se produce, de esta manera, la ruptura moral que también es la base del terrorismo nihilista occidental. El autor facilita unos breves perfiles biográficos de los principales teóricos de la lucha yihadista: Sayyid Qutb como iniciador de este nuevo concepto de yihad contra los enemigos cercano y lejano, Abd al Salam Faraj que priorizaba, sin embargo, la lucha contra los gobernantes musulmanes que se habían apartado del deber islámico o Abdullah Azzam fundamental en la lucha contra los soviéticos en Afganistán y en el reclutamiento de jóvenes de todo el mundo islámico para llevarla a cabo.

Pero, sin duda, el gran salto cuantitativo y cualitativo en el islamismo yihadista se produce con al-Qaeda y el 11S. Se consolida la militancia multinacionacional y la yihad global contra todo Occidente. Surgen las franquicias en otros países y continentes. Al-Qaeda tiene una marcada dimensión nihilista, la destrucción y el martirio por la destrucción y el martirio y con un objetivo claro: la restauración del califato para controlar al mundo musulmán, rechazando la secularización de la vida política dentro de la comunidad musulmana.

En el capítulo 7, el autor aborda los atentados de Madrid del 11M, como ejemplo de la red yihadista global. Le sirve este capítulo, también, para desmentir los bulos mantenidos por determinados periodistas y medios de comunicación sobre la ejecución de este atentado y las teorías de la conspiración. No hay que olvidar que Jiménez Losantos y el periódico El Mundo apuntaban a que los servicios secretos españoles o la policía podían haber colaborado en la realización de este atentado. Fueron momentos muy dramáticos y de gran confusión, pero este tipo de afirmaciones estuvieron siempre fuera de lugar, por no decir que eran absolutamente vomitivas. Espero que este asunto pese en sus conciencias todavía.

Las teorías de la conspiración, en este y en cualquier otro caso, se apoyan en datos que no quedan suficientemente explicados como dice Keeley (pg. 133) pero todos sabemos que una explicación total es imposible. Se abre la puerta así al escepticismo y a la desconfianza y a mantener creencias basadas en explicaciones simplistas. Estas teorías tuvieron mucho éxito en el caso del 11M por la magnitud del atentado, por el contexto sociopolítico en el que se produjo y por el terror que causó en una sociedad que vivía en constante sobresalto gracias a ETA. Todas estas teorías se olvidaron de que matar es muy fácil y de que en una sociedad democrática abierta al mundo vive en riesgo constante.

Por otra parte, también establece muy claramente la diferencia entre una organización estructurada y clandestina, destinada al terrorismo global como al-Qaeda y el surgimiento del Daesh o Estado Islámico como organización híbrida entre el terrorismo global y una estructura militar, preparada para el combate abierto y que pretende mediante el control de un territorio, el establecimiento de un estado en Iraq y Siria.

El libro fue escrito en el año 2017 y si bien entonces Afganistán seguía siendo uno de los países más castigados por los atentados terroristas y por una sostenida guerra civil, y los talibanes iban ampliando su área de influencia, no parecía que fuesen capaces de derrotar al gobierno afgano. Pero lo hicieron. Hoy, las cosas han cambiado totalmente y los países occidentales se han visto obligados a “negociar” (y quizá más adelante a reconocer) al régimen talibán. Creo que será un proceso similar al reconocimiento de la Dictadura Franquista por parte de los gobiernos europeos y estadounidense a partir de los años 1950. En cualquier caso, los talibanes se han hecho con el país en apenas 15 días, “pacíficamente”, expandiendo una sensación de derrota y espanto como hacía mucho tiempo que Occidente no vivía.

Si algo se le puede reprochar al libro es una referencia demasiado escueta a la represión de las mujeres dentro de estos gobiernos islamistas. En definitiva, un buen libro para saber diferenciar y tener las ideas muy claras sobre el yihadismo.

Para saber más sobre terrorismo islamista en Afganistán: En la tierra de Caín y Afganistán como espacio vacío. Y sobre terrorismo islamista en Egipto: Terrorismo islamista. El caso de al-Gama'a al-islamiyya


Historia del terrorismo yihadista: 
de Al Qaeda al Daesh
Juan Avilés Farré
Editorial Síntesis