miércoles, 23 de septiembre de 2020

Novela: Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado de Juan Ramón Biedma (2015)


El autor.-
Juan Ramón Biedma es guionista y escritor de novela negra y novela fantástica, principalmente. Ha trabajado también en la radio y ha sido crítico de cine. Fue Premio Hammet en 2008 y Premio Valencia de Novela Negra en 2011 por Tus magníficos ojos … reeditada en formato bolsillo con el título Londres 1891. Otras obras suyas: El humo en la botella, La lluvia en la mazmorra, Antirresurección. 

Mi opinión.-
Está novela podría ser descrita de muchas maneras (no sé si eso es bueno o malo). Es policíaca con tintes de novela gótica y fantástica también con toques macabros. También podría ser considerada una guía del Londres de 1891. Aunque sería una guía para no visitar los lugares que menciona. Todos ellos muy relacionados con los bajos fondos: tascas donde los hombres se pelean hasta la muerte por el honor de sus amos, bandas de leprosos que aterrorizan con su sola presencia, prostitución sórdida (más sórdida de lo habitual, quiero decir).

Hasta hay un zoológico humano inspirado en el Jardín de aclimatación de París que funcionó desde 1870 a 1930 y que exhibía a individuos de los pueblos colonizados. Una actividad degradante, racista, suprematista; una horrenda tradición que se remonta hasta la antigua Roma. No sólo eran exhibidos como esclavos, sino también sometidos a experimentos científicos o directamente vendidos para ejercer la prostitución. Cualquiera que no fuese hombre blanco, adulto y con dinero era objeto de abuso en ese Londres cubierto siempre por una niebla asesina.

Al principio pensé que esta novela era un pastiche dedicado a las andanzas de Sherlock Holmes y el doctor Watson. Pero no ha sido así. En realidad, yo creo que se trata de un pastiche que retrata el final de siglo londinense y que la sordidez de los bajos fondos (pero muy bajos, muy bajos) es la verdadera protagonista. La trama policial o de misterio sólo es una excusa para retratar la miseria moral de estos personajes.

He preferido no investigar sobre las cárceles para niños a finales del siglo XIX y sus condiciones de vida. Ni tampoco verificar si de verdad existieron verdugas para ajusticiarles. Sólo pensarlo da escalofríos.

Así, en el pastiche se entrecruzan los ladrones de tumbas, el espiritismo y la resurrección de los delincuentes, la fotografía como vehículo para retratar el pensamiento y convocar a los muertos, el poder patriarcal, el socialismo utópico, la fundación de los falansterios y el ya mencionado zoo humano, junto con toda una variedad de delincuencia común organizada bajo la férula de Moriarty. Un poco excesivo.

Y es que la novela resulta abrumadora en el número de personajes. Cada uno de ellos tiene su correspondiente tara moral y sigue su propia narración de los hechos aunque algunos de ellos van convergiendo en la trama policial; una trama policial que, a medida de que se desarrolla la novela va perdiendo interés y es sobrepasada por la descripción de los ambientes y personajes más abyectos.

A mí me ha resultado un poco fatigosa por lo lenta que es, a veces, y por lo excesivamente larga. Además, relacionar unos secuestros de niñas con la fundación de un falansterio en Suiza chirría un poco, ¿no? No digo más por no espoilear.


Tus magníficos ojos vengativos cuando todo ha pasado
Juan Ramón Biedma


Ed. Lengua de trapo


Novela: Aunque caminen por el valle de la muerte de Álvaro Colomer (2017)


El autor.-
Álvaro Colomer además de novelista es periodista y crítico literario. Colabora en El mundo y La vanguardia y también en redes sociales. En 2003, escribió un libro-reportaje sobre prostitución, Se alquila una mujer, y también formó parte de la Comisión Especial sobre Prostitución en el Senado español. No sé a qué conclusiones llegaría la citada comisión. Otras obras suyas: Trilogía de la muerte urbana, Guardianes de la memoria y una trilogía de literatura juvenil cuyo primer título ha sido El chico que vivía encerrado en una habitación. 

Mi opinión.-
Este es el primer libro de literatura bélica que he leído en mi vida; aunque también se la podría definir como novela de la historia reciente. Está basada en hechos reales, como se dice, donde la guerra y los intríngulis políticos que la limitan son el contexto donde se mueven distintos personajes que nunca se llegan a encontrar. Distintas perspectivas sobre el mismo hecho, la batalla de Najaf, pero sin que los participantes dispongan del mismo nivel de información. Así es como se generan malentendidos, resquemores, desconfianza, malos modos y enfrentamientos entre fuerzas militares de diferentes países pero pertenecientes a la misma coalición que debe contribuir a la seguridad y a la reconstrucción de Iraq. Y además, son los españoles los que salen peor parados, aunque sepan aguantar con dignidad.

En realidad la discrepancia entre las dos posturas, belicista y humanitaria, es decir estadounidense y salvadoreña por un lado y española por el otro, todavía se vio más reforzada por la situación política española. Después del 11M y teniendo en cuenta el cambio de gobierno en España, la situación no era favorable a un enfrentamiento bélico. Aunque hubiese provocación por parte del Ejército del Mahdí; provocación que estadounidenses estaban deseosos de contestar.

No hay que olvidar que los actuales gobiernos, principalmente, en las democracias europeas son muy frágiles. Se sustentan sobre mayorías muy débiles y reciben, desde el mismo momento en que son investidos como tales, brutales ataques por parte de la oposición que utiliza a la prensa y a la opinión pública como ariete para desestabilizar. Es así. No hay cortesía ni respeto por un gobierno elegido por el pueblo; todo se convierte en dentelladas y puñaladas con el objetivo de desgastar cuanto antes y provocar elecciones que terminan por no solucionar nada.

En esa situación se encontró la Brigada Plus Ultra II el 4 de abril de 2004 ante un ataque de los rebeldes iraquíes. Atada de pies y manos. El gobierno saliente no quiso hacerse cargo de la situación y el gobierno en funciones no tenía competencias para hacer nada. Así que no estaban autorizados a disparar ni una ráfaga; mientras los otros, salvadoreños y estadounidenses, se veían obligados a hacerlo. Especialmente, los estadounidenses.

Esa es la historia que cuenta esta novela, a buen ritmo y con tanta capacidad crítica y de comprensión de la situación. Muy documentada y con referencias técnicas muy bien ensambladas para que los profanos no nos perdamos y escrita con un lenguaje crudo y eficaz que deja también espacio para la ambientación poética. Sí, porque, no sé si lamentablemente o no, existe una poética de la guerra. Cada uno de los protagonistas casi representa el arquetipo nacional de su grupo. Los estadounidenses van desde el gatillo fácil del mercenario al político más sibilino, o al honrado joven del Medio oeste; los salvadoreños son la pasión y los cojones y que nadie se ponga por delante a cuestionarles su valentía; y los españoles son los que cumplen órdenes que no entienden y que tampoco entienden que no se les den órdenes; quedan atrapados por la inacción de los gobiernos, pero, al final, salvando su dignidad. Igual que héroes trágicos. En el otro bando, un adolescente semianalfabeto, reclutado por el ejército rebelde en un momento de confusión, que se da cuenta de que la guerra es más sangre y mierda que honores y vítores; y que sólo quiere volver con su madre. Merece la pena seguir a este autor. La novela es muy recomendable.



Álvaro Colomer
Aunque caminen por el valle de la muerte
Random House


miércoles, 16 de septiembre de 2020

Novela: La vegetariana de Han Kang (2005)

La autora.-
Han Kang nació en Corea del Sur en 1970 y ha adquirido fama internacional desde 2016, cuando recibió el Premio Man Booker Internacional por esta novela. Ha trabajado como periodista y ahora es profesora de creación literaria. También ha escrito ensayo aunque su producción mayor sean cuentos. Otras obras suyas: El venado negro, Viene el muchacho  y Pelea de aliento. 

Mi opinión.-
El origen de esta novela está en el cuento La mancha mongólica, publicado por la autora en 2005 y que obtuvo también el prestigioso premio Yi Sang. Posteriormente Kang añadió otros dos cuentos, La vegetariana y Los árboles en llamas, relacionados con el mismo hecho, y así se construyó una novela que puede funcionar también como libro de relatos. Es una estructura muy interesante porque aporta diferentes puntos de vista y diferentes maneras de vivir la misma situación.

En este caso, se trata de la decisión de Yeonghye de no volver a comer carne. Algo que, en un país como Corea del Sur, casi es considerado una herejía y que produce una grave conmoción en su entorno más próximo. El primer cuento tiene como protagonista al marido de la vegetariana. Un joven mediocre y ambicioso que proyecta su mediocridad en Yeonghye. La descripción que hace de ella no podría haberla mejorado ni el peor enemigo de la mujer. La considera vulgar, anodina, sosa, fea. La candidata a esposa ideal porque es manejable y poco respondona; poco atractiva para otros hombres pero receptiva y complaciente para las necesidades de su marido, sexuales y de intendencia hogareña. Es decir que, además de follársela cuando le apetece, Yeonghye prepara la comida, lava y plancha la ropa y limpia la vivienda casi sin hacer ruido.

Este hombre tan egoísta y ausente emocionalmente podría ser el prototipo de marido de las sociedades orientales, y también de algunas occidentales. Un hombre dedicado a su trabajo, a hacerle la pelota al jefe y a medrar económicamente, sin importarle nada más. Un hombre que, cuando su mujer presenta síntomas claros de trastorno mental, sólo se le ocurre divorciarse de ella.

En el segundo cuento, La mancha mongólica, también es el protagonista otro hombre. El cuñado y amante de Yeonghye. Un pintor a la deriva; abrumado por el éxito profesional de su mujer, la hermana de la vegetariana. Yeonghye está en un momento de máxima vulnerabilidad. Repudiada por su marido e invadida por su trastorno mental. Aun así el cuñado no tiene ningún reparo en aprovechar la situación para intentar pintar la obra de su vida y, para ello, utilizar la fragilidad de la vegetariana. Considerarla únicamente un lienzo, aunque sea un lienzo sexualmente utilizable.

Las consecuencias de esta deriva también acaban en divorcio. La hermana de la vegetariana descubre la “aventura” de su marido y le reprocha haberse aprovechado de la falta de claridad mental de su hermana. Creo que le duele más ese abuso emocional que la mera aventura sexual. De todas maneras, Yeonghye termina en un manicomio y a cargo de su hermana porque el resto de su familia también la ha repudiado.

La hermana es la única que se preocupa por ella y que hace frente a sus gastos. A través de ella conocemos un poco cómo ha sido la infancia de Yeonghye. Una niña delicada e impresionable, en un ambiente áspero y, a veces, violento; el mismo ambiente en el que también se crió la hermana de la vegetariana.

Es la única voz de mujer que hay en la novela. Porque, a pesar de que podíamos pensar que en La vegetariana la protagonista es una mujer, no es así. Los protagonistas de la vida de esta mujer han sido hombres. Y hombres que la han abandonado. Sólo su hermana se ha mostrado leal con ella. Yeonghye no es la protagonista de su vida ni tampoco ha ejercido su libertad, decidiendo dejar de comer carne (y después todo lo demás). No ha podido ni siquiera ejercer su libertad en el único reducto que le queda, su propio cuerpo, puesto que la enfermedad mental le ha robado esa posibilidad. Podemos considerarla como novela feminista desde el momento en que critica el silencio para la voz de las mujeres; además es un análisis de masculinidades. Sin embargo, la autora también decide silenciar la voz de Yeonghye. ¿Por qué?

Quizá el aspecto que más me ha enfadado en la novela sea la romantización de una enfermedad mental que se manifiesta como anorexia. Considerar que ese trastorno es una rebeldía personal nos hace retroceder en el tiempo hasta el siglo XIX y su literatura romántica, más que perniciosa para algunas mujeres. Precisamente lo primero que una enfermedad mental le roba a una persona es su capacidad de decidir. No confundamos. Aun así una lectura muy recomendable en una edición muy bonita que incluye prólogo y entrevista con la traductora. 

           

La vegetariana
Han Kang
Traducción Sunme Yoon
Editorial Rata


jueves, 10 de septiembre de 2020

Novela: La abadía de Northanger de Jane Austen (1803)

La autora.-
Jane Austen (1775-1817) es considerada como una de las mejores novelistas de habla inglesa. Tiene, doscientos años después de su muerte, una legión de admiradores incondicionales, los Janeites y sus novelas son adaptadas, casi todos los años, al cine, la televisión o, incluso, la radio. Otras obras suyas: Orgullo y Prejuicio, Sentido y Sensibilidad (o Razón y sentimiento), Lady Susan

Mi opinión.-
Esta novela fue escrita entre 1798 y 1799, después de los borradores de Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad, aunque la autora no la dio por terminada definitivamente hasta 1803. Paradójicamente, fue la última en publicarse, cuando la autora ya había muerto. Nos podemos preguntar si ella hubiese estado de acuerdo en publicarla, al ser una obra de juventud. No sé, lo que sí sé es que con esta obra marcó la pauta de lo que sería su producción literaria.


También hay que decir que Jane Austen tiene muchos críticos y que la consideran ñoña y anticuada. A mí me ha gustado esta novela. La he leído desde un registro humorístico y me lo he pasado muy bien. Lo que se suele decir de esta novela es que funciona como parodia de las novelas románticas y de las góticas también, que estaban tan de moda en el momento en que fue escrita. Uno de los temas que trata es, precisamente, cómo la exaltación producida por las novelas en la imaginación de la joven, puede ponerla en un cómico brete. Y me refiero al episodio del arcón. Un arcón misterioso cuyo único misterio es que, ooooooooh, está vacío.


También es una novela de crecimiento porque Catherine se va espabilando a medida que entiende lo aprovechada que es Isabella Thorpe. Catherine me ha parecido una niña (tiene 17 años) muy inteligente, quizá poco formada; una especie de Quijote o de Madame Bovary, que ha vivido absorta por las novelas, no sólo  por entretenimiento sino también como parte de su proceso de formación humanística. Pero, eso sí, no comparte los destinos trágicos del Quijote o de la Bovary. Yo destacaría también la fina descripción del carácter de los personajes. Especialmente, la que hace de los odiosos hermanos Thorpe y su persistente influencia durante toda la trama de la novela: intrigantes, egoístas y manipuladores. Quizá los personajes que menos me han interesado son la otra cara de la moneda, los hermanos Tilney y precisamente por eso, por ser tan buenos y honestos.


En cuanto a la trama, aunque es la primera novela que escribió se notan los rasgos característicos de su escritura. Por ejemplo, en situar la acción en el mismo contexto (algo que se le ha criticado también): jóvenes casaderas en busca de marido en un entorno idílico, la ciudad de Bath. A mí me parece que esta forma de trabajar creó escuela en otros escritores ingleses, aunque se dedicasen a otros géneros. Arthur Conan Doyle o Agatha Christie repetían constantemente sus escenarios y sus intrigas y yo creo que podría hacerse un estudio y veríamos que en la página 11 de cada una de sus novelas, está el muerto esperándonos. Quizá Austen con una obra más extensa hubiese dado lugar a un género nuevo: ¿novela matrimonial romántica? Al fin y al cabo, por esa época surge el matrimonio romántico; antes, en el siglo XVIII, el matrimonio no tenía por qué estar imbuido de amor. Su único fin era ser una solución pragmática a la soledad y el desamparo humano.


No me parece mal reivindicar estas novelas de género, aunque en el caso de Jane Austen, sea más costumbrista que de intriga y en sus novelas posteriores, incluso, pueda hacerse una lectura feminista de las condiciones de vida de las mujeres, una vez muerto el marido o padre. En cualquier caso, los clásicos siempre son muy recomendables. Se ha definido a Jane Austen como pintora de miniaturas por su atención al detalle que, en esta novela, está más relacionado con la descripción de ambientes y edificios, véase la descripción de la abadía. Para el detalle en la descripción de personajes, yo recomendaría Sentido y Sensibilidad. Además hay una adaptación al cine fantástica por la que Emma Thompson ganó el Óscar al mejor guion adaptado. También he descubierto que en RTVE se hizo una adaptación en formato telenovela de la Abadía de Northanger en 1968. Bueno más que adaptación habría que describirla como interpretación muy libre, porque parece un culebrón venezolano. Aunque, el escenario y la imagen dejan mucho que desear y el vestuario no se corresponde con la época, la interpretación de los actores merece la pena, aunque no sé por qué llaman a la ciudad de Bath, Biz. Muchos de esos jovencísimos actores se consagraron años después.


En cuanto a la estructura me ha parecido extraña. La novela aparece dividida casi en dos mitades perfectas. En la primera parte, la escena se desarrolla en Bath, en el balneario, de vacaciones. En un ambiente distendido aunque traspasado por las intrigas de los jóvenes enamorados. Aquí predominan los diálogos. Diálogos frívolos y propios de gente que está pasando el rato. En la segunda parte, el escenario cambia. La abadía de Northanger se presenta como un edificio peculiar. Quizá oscuro y frío, con un cierto ambiente de misterio; aunque esté bien acondicionado para una familia acomodada. Aquí los diálogos casi desaparecen por completo y las escenas se dejan en manos de un narrador omnisciente. A mí me parece una estructura muy original, sobre todo teniendo en cuenta que Jane Austen no siguió estudios de literatura, ni mucho menos de técnica narrativa. Muy meritorio. Fotografías de la última adaptación que yo conozca: dirigida por Jon Jones y protagonizada por Felicity Jones. 



lunes, 7 de septiembre de 2020

Novela: Memorias de un solterón de Emilia Pardo Bazán (1896)

La autora.-
Emilia Pardo Bazán nació en 1851. Recibió una educación excepcional para las mujeres de su época, incluso para las de su clase. Cuando su marido le exigió que dejase de escribir, ella decidió separarse de él. Heredó el título de condesa de su padre, así que nunca tuvo problemas económicos. Fue educada en un colegio francés; viajó por Europa y podía leer también en inglés. Estuvo muy interesada por la novela naturalista, aunque los especialistas prefieren encuadrarla en el movimiento literario realista. Luchadora por la educación e independencia de las mujeres. Otras obras suyas: Los Pazos de Ulloa, La madre naturaleza, Insolación. Escribió también ensayos, libros de viajes, biografías y obra periodística. Murió en 1921. 

Mi opinión.-
Esta novela forma parte de una trilogía junto con Doña Milagros (1894) y La Tribuna (1883), considerada como la primera novela naturalista española; aunque cada una de ella puede leerse de forma independiente. Está ambientada en Marineda, nombre ficticio que puede corresponder a La Coruña y describe un ambiente provinciano, muy pagado de sí mismo y un pelín decadente. Sólo hay un personaje que no encaja en esta descripción y es el que, al final, sale ganando.

Mauro Pareja es el solterón del título. Empieza hablando de su vida de hombre maduro que no quiere casarse porque el único aliciente que encuentra en el cortejo es la caza menor. Eso sí una caza en la que intenta no perjudicar a la presa. Al fin y al cabo, es un caballero y cuando intuye que puede comprometer a una damisela deja el cortejo y, cazador y presa, quedan como amigos. Pronto Mauro Pareja va perdiendo protagonismo y es la familia Neira quien lo gana. Nada menos que once hijas y un hijo (un poco simplón y que no tiene ninguna relevancia en la trama) para el viudo Neira. Una de ellas, Feíta, es el personaje más importante. Es la hija rebelde que no quiere casarse y que sólo aspira a estudiar y ser profesora o bibliotecaria. Siempre con el pelo revuelto, unos zapatos que parecen más botas de hombre y correteando por toda Marineda, respirando el aire libre, el aire de la libertad.

Por supuesto, Feíta es el escándalo para su familia y amigos. Toda Marineda habla de sus excentricidades y compadece a su padre y a sus hermanas que casi, por su culpa, no harán buenas bodas. Las hermanas mayores son otra cosa. Son señoritas que saben guardar las formas, que saben llevar lazos y puntillas. Pero que, en realidad, serán el origen del conflicto y la catástrofe y ruina de la familia que la autora soluciona, al final, como si de un folletín se tratara pertrecha un final ñoño, con lances de espada, muertes y honras salvadas.

Feíta es el personaje más interesante. Y, sin duda, la Pardo Bazán la describió con mucho mimo, porque esperaba que algún día todas las mujeres fueran como ella. Yo creo que la razón por la que Mauro Pareja no se enamoraba de ninguna joven de su entorno, es porque estaba esperando que surgiera ya otro tipo de mujer. Una mujer moderna (teniendo en cuenta que estamos hablando de finales del siglo XIX) que pusiera su capacidad intelectual por encima de cualquier otra cosa pero que, al final, cuando la familia tuviese problemas supiera hacerse cargo y salvarla en último extremo. En ese sentido, Pareja también es un nuevo hombre.

Sin embargo, hay otros personajes que seguirán durante toda la novela anclados en el pasado. Y, Emilia Pardo Bazán los utilizará para hacer una crítica, casi política. No creo que sea casualidad que los personajes objeto de esa crítica tan negativa, sean los advenedizos, los nuevos ricos. Para esta crítica recupera a un personaje de La Tribuna, una mujer joven, cigarrera, que encabeza una huelga reivindicando el trabajo de las mujeres. Es engañada por un señorito que le promete matrimonio, aunque al final la abandona y ella tiene a su hijo sola. Es este hijo, como adulto, el que aparece en Memorias de un solterón. Es un joven trabajador que ha cogido la estela de su madre. Es un socialista al que el resto del pueblo ve como un gran revolucionario peligroso. Pero que en realidad es poco más que pólvora mojada. Se empeña en que su padre rico le reconozca y que se case con su madre y lo consigue. Desde ese momento, se le olvidan las revoluciones y comienza a gestionar el patrimonio de su padre como su hubiese nacido señorito.

Todas las novelas del siglo XIX me parecen  muy recomendables. Y, especialmente, las de la Pardo Bazán aunque haya quedado un poco relegada. De esta trilogía me falta leer Doña Milagros. 




Emilia Pardo Bazán
Memorias de un solterón

Ed. Cátedra

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Novela: Mathilda de Mary Shelley (1820)


La Autora.-
Mary Shelley (1797-1851) fue hija de Mary Wollestonecraft, destacada feminista, y de William Godwin, filósofo político. Se fugó con el poeta Percy B. Shelley cuando era jovencísima y se casó con él; aunque no fue muy feliz. Después de la temprana muerte de su marido se dedicó a gestionar y editar la obra de éste, a escribir libros de viajes e, incluso, una biografía comparada de Lope de Vega y Cervantes. Otras obras suyas: Frankenstein y The last man (El último hombre, de la que no he encontrado traducción al castellano), donde describe el colapso final de la humanidad a finales del siglo XXI. Inquietante. 


Mi opinión.-
Casi todos conocemos la trágica historia de Mary Shelley hasta la muerte de su marido; pero pocos han seguido indagando en lo que pasó después. Por esta razón no me gustó la biopic que dirigió hace unos años Haifaa al-Mansour; porque se quedaba en la historia conocida, sin profundizar en su vida posterior, mucho más interesante. Mary Shelley siguió viajando y escribiendo; crió sola a su hijo porque su suegro se negó a ayudarla, incluso, después de enviudar. También fue editora. Vivió en Italia pero siempre arrastró una vida muy triste; probablemente por haber sufrido tantas pérdidas familiares. Primero la muerte de su madre de fiebres puerperales como consecuencia del parto y su sentimiento de culpa por ello; el suicidio de su hermanastra; después abortos y muertes de sus hijos en la infancia; y, para terminar, el ahogamiento de su marido.

Mary Wollstonecraft

No es de extrañar que su escritura estuviese dominada por pensamientos tan turbios y pesimistas. También es cierto que vivió en una época convulsa, tan revolucionaria como romántica. Romanticismo en su acepción más literaria y más alejada del romanticismo ñoño. Mary Shelley terminó de Mathilda en 1820, entristecida por la muerte de sus hijos Clara y William, de 1 y 3 años, y alejada, emocionalmente, de su familia y de su marido. Envió el manuscrito para su publicación a su padre, pero éste se negó a hacerlo y, también, se negó a devolvérselo para que lo publicase otro editor. El motivo fue que le pareció una obra “asquerosa”, aunque reconoció que tenía algún valor literario. Además, después de la muerte de su marido, ahogado en un lago en 1822, ella misma desterró la idea de publicarla por considerarla “morbosa y premonitoria” de tantas desgracias.

Percy B. Shelley

Así que hasta 1959 no se publicó. No sé cómo se conseguiría el manuscrito y si fue reconstruida por la editora, Elizabeth Nitchie. En cualquier caso, merece la pena su lectura. Por otra parte, algunos autores la consideran autobiográfica, por lo menos, en los rasgos de carácter de los personajes; aunque la situación que viven ellos no se correspondería con la realidad. Mathilda va a morir y narra su vida. Una vida muy marcada por la muerte de su madre y la idealización de su figura. El absoluto enamoramiento del padre por esta figura ideal, le impulsa a dejar el hogar y viajar errante durante casi quince años. Deja a la niña a cargo de su hermanastra y Mathilda se cría añorando fervientemente a su padre.


Cuando él vuelve encuentra a una adolescente bellísima y muy inteligente y, por supuesto, muy parecida físicamente a su madre muerta. La tragedia surge cuando el padre no puede amarla como a una hija, sino que proyecta su amor en una joven desconocida. Este matiz incestuoso es lo que a Goodwin, el padre de Mary Shelley, le pareció tan asqueroso y, por ello, impidió su publicación. Nuevamente se separan padre e hija y el padre muere. Con la pequeña herencia Mathilda organiza su nueva vida pero, fingiendo su muerte y alejándose de todos aquéllos a los que conocía. En su nueva vida aparecerá un joven poeta a quien confiará todos sus deseos y pensamientos. Incluso los más mórbidos, proponiéndole al joven que se suiciden juntos. Cuando él se niega, Mathilda corre desesperada al bosque y allí le sorprende una gran tormenta. El desenlace serán unas fiebres y la muerte. Pero antes de morir aún le quedará aliento para desear unirse a sus pares.

Mary Shelley y Mary Wollstonecraft. No pudieron conocerse

Es un argumento muy romántico y desesperado. Cae en tópicos como la huida por el bosque, la vuelta a la naturaleza, la tormenta como pasión desatada y, al final, la redención mediante la muerte. Ya no es el suicidio, sino la muerte por enfermedad. Yo he leído la novela y merece la pena y, sobre todo, conocer la vida de Mary Shelley. Una mujer muy fuerte y muy valiente que supo sobreponerse a tanta  muerte y tragedia. Pero además, la he escuchado también en podcast, esa maravilla mediante la cual puedes escuchar la radio cuando y donde quieras. Hace unos años descubrí un programa de radio que se llamaba Videodrome. En este programa, se recreaban películas para la radio y resultaba muy interesante. Ahora, además de películas, se interpretan también libros. Digo interpretar porque la locución va mucho más allá de una simple lectura de audiolibro. Es una versión resumida, acompañada de música y también de comentarios sobre la obra y la biografía del autor. Me ha encantado redescubrir este programa y haberlo redescubierto a través de una obra de Mary Shelley.

Mary Shelley

Mary Wollstonecraft Shelley
Mathilda
Trad. Juan Antonio Molina Foix
Ed. Cátedra