domingo, 29 de noviembre de 2020

Biografía: Mi vida en la carretera de Gloria Steinem (2015)

La autora.- Gloria Steinem es un referente incontestable del feminismo a partir de los años 1970. Es periodista y sigue siendo una activista muy respetada y comprometida. Trabajó para varias publicaciones, entre ellas New York Magazine y también es famosa por haber fundado la revista Ms. Otras obras suyas: Revolución desde dentro, Marilyn: Norma Jean, Doing sixty & seventy

Mi opinión.- Revolución desde dentro es el primer libro que leí de Gloria Steinem, hace tiempo, concretamente en 1995. Y es que hay pocos libros traducidos al castellano de esta prolífica autora. Este primer libro se podría encuadrar dentro de los libros de autoestima pero desde una perspectiva menos psicológica y más revolucionaria y política. Después de eso, nada hasta el año 2016.

Parece que el feminismo es como el Guadiana, tiene tramos que discurren bajo tierra y sólo las iniciadas podemos sentir; pero eso es parte de su fuerza y de su eficacia. Así que cuando se editó Mi vida en la carretera me lo compré, aunque no lo haya leído hasta hoy. No lo quise leer por prejuicios tontos. Me enteré de que la infancia de Steinem no había sido muy convencional, que había vivido con su padre recorriendo las carreteras de Estados Unidos y sin asistir al colegio hasta que fue adolescente. Di por hecho que había sido una infancia infeliz y traumática y no quise leer el libro. Qué tontería.

Si algo me queda claro después de leer el libro es que a ella le pareció una infancia muy feliz y que fue el germen de su vida de activista. Hoy es una mujer en paz consigo misma. El libro es más una crónica periodística de su vida política más que una autobiografía al uso. Aunque hace referencia a su vida personal, casi exclusivamente a su infancia, lo más relevante es su vida pública. Toma la carretera como símbolo de la vida e incorpora a su biografía a todos aquéllos a quienes se encontró en la carretera. Algo que me ha parecido muy sorprendente es que, de alguna manera, se olvida de las primeras mujeres que hubo en su vida, su madre y su hermana. Por esto digo que se trata más de una biografía política que personal. Sin embargo, sí que tiene muy presente a su padre, a un padre nómada que le enseñó el amor por la carretera. A mí este personaje nómada me recordaba al pícaro de la literatura castellana del siglo XVII.

Otra de las cosas que me ha sorprendido es su análisis sobre la educación que recibimos. Sin llegar a considerar toda la educación como pedagogía negra (aquella vinculada al nazismo), olvidamos que es una educación pensada para varones blancos y que todo lo que no responda a esa tipología se verá casi, irremediablemente, excluido y maltratado. El resultado de esta educación tan sesgada para Steinem es que las mujeres estudiamos nuestra propia ausencia y nuestra inferioridad, aprendiendo así a autodenigrarnos. Es muy interesante, desde este punto de vista, analizar “qué nos están enseñando y por qué”.

Esta idea también estaba en su libro Revolución desde dentro. Además Steinem considera que la educación también crea una fractura en las mujeres; una fractura entre intelecto y emoción y un alejamiento considerable respecto a nuestras madres. Creo que las mujeres de mi generación reconocerán esto sin ningún problema. Reflexionar sobre esta limitación de la educación ha llevado a ampliar las materias y los autores y autoras a estudiar, incluyendo variables de género y raza que, hasta hace poco, habían estado excluidas. Yo, gracias a diosa, encontré en los años 1980 la Librería de mujeres de Zaragoza que fue una puerta violeta a otro mundo. Lástima que cerrase porque, para otras mujeres, la tarea todavía no ha concluido.

Me reencontré con Gloria Steinem gracias a la serie de TV, Mrs. America y en Mi vida en la carretera también hace menciones a esta serie. No quedó muy contenta con el resultado, puesto que tras la confrontación entre las mujeres por la aprobación de la ERA (Enmienda por la igualdad de derechos), había más intereses económicos (por ejemplo, de las compañías aseguradoras) o religiosos ultraconservadores (por parte de los mormones) que políticos y eso no queda bien reflejado en la serie. A mí, desde un punto de vista televisivo, me gustó mucho pero yo no viví el proceso y ella sí.

Si hay algo que no me ha gustado es su especial énfasis en las culturas y pueblos precolombinos que quedan retratados según el estereotipo del buen salvaje, conectado con la esencia de la tierra y poseedor de una sabiduría primigenia que los brutales occidentales no tendremos nunca. No me gusta ese sesgo, ni tampoco que hable de la herencia africana y se olvide de la herencia hispana anterior en el tiempo y con un mayor peso demográfico en Estados Unidos. Además, hay algo que no se le puede perdonar. En la página 298, afirma que Colón fue un pésimo navegante que murió creyendo que, de verdad, había llegado a las Indias. ¡Ayyyyy! ¡Pero si cruzó un océano en una cáscara de nuez y fue de los navegantes más cultos y arriesgados de su época! Desde un punto de vista formal, la traducción también podría ser muy mejorable (pg. 330: "...tenía las visitas regulares al hospital para las INFUSIONES ambulatorias") y respecto a la impresión, hay lagunas que, a veces, dificultan la lectura.

En fin. Yo recomiendo su lectura y espero que siga escribiendo algunos años más. Me parece que existe una continuidad lógica entre reivindicar la necesidad de una habitación propia, como hacía Virginia Woolf, y reivindicar el derecho a tener una carretera propia, es decir, un espacio público propio, y como base esencial para disfrutar de una y otra, un cuerpo propio como reivindica Marta Sanz en Clavícula. Muy recomendable.


Mi vida en la carretera

Gloria Steinem

Traducción: Regina López Muñoz

Alpha Decay


miércoles, 18 de noviembre de 2020

Novela: La tristeza del samurái de Víctor del Árbol (2012)


El autor.-
Víctor del Árbol es un novelista barcelonés que escribe en castellano. Desde niño fue visitante asiduo de las bibliotecas públicas y allí se fraguó su vocación. Ha trabajado también como mosso d’esquadra; lo que le ha facilitado un bagaje excepcional a la hora de describir situaciones comprometidas y personajes de todo tipo. En 2012 escribió esta segunda novela que tuvo un gran éxito internacional y recibió varios galardones. Otras obras suyas: El peso de los muertos, Respirar por la herida. 

Mi opinión.-
En apenas tres días me he terminado esta novela de 400 páginas y en edición de bolsillo (que con esa letrujilla pequeña es más difícil de leer). Así de absorbente ha sido la lectura. Es la primera novela que leo del autor y me ha gustado mucho: por la ambientación de novela negra, por la descripción de los personajes y por ser casi una crónica de la transición española.

Hay dos tramas principales que se sitúan en épocas y en tiempos diferentes pero que, al final, confluyen. Por toda la novela se extiende una sombra negra, de mal augurio que van transmitiéndose de padres a hijos. Tres generaciones se ven dominadas por esta sombra negra y no consiguen escapar a su influjo, aunque intenten iniciar una nueva vida, se trasladen a vivir a otra ciudad o crean que con la muerte las culpas se extinguen. Nada.

Por una parte, en los años 1980, María es una joven abogada que ha tenido sus contactos con la izquierda pero que, una vez que triunfa en su profesión se ha apartado de la política. Es una mujer en deriva emocional. Mantiene muy malas relaciones con su padre, al mismo tiempo que escapó de un marido brutal que la maltrataba sistemáticamente. Ahora comparte su vida con Greta, pero no le va mucho mejor. Su carrera profesional comenzó a despegar cuando contribuyó a la condena de César Alcalá. Un policía aparentemente corrupto y torturador.

La segunda trama es anterior. En Extremadura, a principios de los años 1940. Guillermo Mola es el jefe de Falange, heredero de una estirpe de abusadores sin conciencia que es capaz de rechazar a sus propios hijos. Su mujer, Isabel, es brutalmente asesinada y ese será el punto de partida de esa sombra que se extenderá durante años y llegará hasta la vida de María en la Barcelona de 1980. Una sombra que tiene nombre propio, Publio.

El personaje de Publio sirve para representar la maldad y la codicia absolutas. Maldad y codicia que nacen de la miseria heredada y de la falta de oportunidades para llevar una vida decente. En cierto sentido, me recuerda al personaje principal de pequeñas mujeres rojas. Un hombre que, más que dejarse llevar por una ideología concreta, brutal y vencedora, se guía por sus propios intereses y sabe apostar a caballo ganador. Esa es la desesperanza que queda. De alguna manera sabes que si en lugar de los falangistas hubiesen ganado los rojos este tipo de personajes hubiera sabido sobrevivir y prosperar igualmente.

Lo que menos me ha gustado de esta novela es la vinculación de la trama principal con el intento del Golpe de estado de 1981, el 23F. Me parece una vinculación un poco forzada y que tampoco aporta mucho a ninguna de las dos historias. Respecto a todo lo demás, especialmente, a los caracteres y la psicología de los personajes nada que objetar. Muy recomendable.


Víctor del Árbol
La tristeza del samurái

Alrevés

domingo, 8 de noviembre de 2020

Novela: El anacronópete y otras de Enrique Gaspar y Rimbau (1887)

El autor.-
Enrique Gaspar y Rimbau fue escritor y diplomático. Escribió obras de teatro, libretos para zarzuelas y crónicas sobre sus destinos consulares, principalmente China. Últimamente se ha vuelto famoso gracias a la serie de TV, El Ministerio del Tiempo. Uno de cuyos capítulos está basado en El anacronópete, la primera máquina para viajar en el tiempo, publicada en 1887, casi diez años antes de la publicación por H.G. Wells de La máquina del tiempo. 

Mi opinión.-
Soy fan incondicional del Ministerio del Tiempo desde el primer capítulo. Ha tenido tanto éxito que, además de serie de TV, es también cómic, novela y lo que le queda. En esta cuarta temporada me parece que los creadores, guionistas y directores se han superado con creces. Así que en cuanto mencionaron en el correspondiente capítulo esta obra, El anacronópete, me faltó tiempo para exigir que me la regalasen por mi cumpleaños y, en cuanto me llegó el libro, también me faltó tiempo para devorarlo.

En realidad, esta nueva edición rescata el libro original, respetando sus grabados y también la portada de 1887, pero añade dos obras más (que espero leer muy pronto): La metempsícosis  y El viaje a China. Fascinante.

Don Sindulfo García es un acaudalado inventor zaragozano que, acompañado por su ayudante, su sobrina, la criada y doce mujeres de vida licenciosa (ojiplática me quedé con esto) se presenta en la Exposición Universal de París con su vehículo para viajar en el tiempo. Como corresponde al siglo XIX, el autor es muy farragoso en las descripciones, mantiene un poso de ironía y sobre todo buen humor, al afirmar que conocer el pasado (y reformarlo) es obligatorio para basar un buen futuro en el presente. Buena premisa para un político, ¿no? Sería espectacular si se pudiese hacer, aunque una de las premisas de la serie de TV es que la historia es la que y no se puede cambiar.

Aprovecha también Enrique Gaspar para denunciar la situación opresiva de las mujeres y constituirse en un claro defensor de su derecho a la igualdad. Aunque su protagonista, don Sindulfo, no sea como él. El caso es que don Sindulfo se ha enamorado de su sobrina y ésta, por supuesto, no tiene ninguna intención de corresponderle. Así que el científico decide trasladar a toda su troupe a algún tiempo pasado en el que un hombre todavía pudiese imponer su voluntad de matrimonio a una mujer porque a finales del siglo XIX, eso ya no era posible. Estos matrimonios de conveniencia entre tío y sobrina no debían ser algo extraño, puesto que salen en otras obras literarias famosas de la época (como Tristana de Benito Pérez Galdós) e, incluso, Fernando VII se había casado con su sobrina. 

La trama del Anacronópete resulta rocambolesca y los personajes son muy de vodevil o mejor dicho de sainete; aunque el autor también aprovecha para dar lecciones sobre historia y mostrar su admiración por la civilización china. Por lo demás, todo son amores contrariados, engaños y, al final, ¡¡¡¡ojo, spoiler!!!!, resulta que no sólo la vida de los Serrano ha sido un sueño. Una lectura muy refrescante. La recomiendo, sin dudarlo.




Enrique Gaspar y Rimbau
El anacronópete. La metempsícosis. Viaje a China

Gaspar & Rimbau

jueves, 5 de noviembre de 2020

Cine: Explota, Explota de Nacho Álvarez (2020)

Para estos días grises necesitamos que el cine se convierta en un mundo de color que brilla mucho más gracias a las canciones de Raffaella Carrá. Y eso es lo que hace esta película. Una buena comedia musical que ayuda a levantar el  ánimo y que tiene todo aquéllo que le falta a La la land. Humor y unos personajes secundarios perfectos. Además mantiene en todo momento un tono de cuento de hadas ligero que facilita que el espectador sintonice con la trama y que consigue que la película nunca caiga en la ñoñez. Además, la banda sonora es una auténtica educación sentimental y la fotografía y el color espectaculares. 

Si no vas a creerte el cuento de hadas mejor no entres en el cine porque si no se te hará difícil aguantar la buena disposición de todo el mundo hacia María y lo fácil que le resulta remontar y volverse a enamorar. A mediados de los años 1970, María (Ingrid García-Jonsson) es una joven novia que huye llorando de una iglesia en Roma y no se le ocurre mejor idea que tomar un avión hacia Madrid. A pesar de que sigue llorando durante todo el vuelo las azafatas se encargarán de darle la primera lección para su nueva vida.

Después, ya en tierra, Amparo otra azafata interpretada magníficamente por Verónica Echegui, se convertirá en su mejor amiga, le ayudará a encontrar trabajo y le proporcionará un hogar. En el aeropuerto también tropezará literalmente con Pablo (Pedro Guallar), un joven recatado, tímido y muy muy guapo del que inmediatamente se enamora. Además una maleta perdida será la excusa para que se vuelvan a encontrar; esta vez en los estudios de Televisión Española.

Pablo trabaja allí, como ayudante del censor (que además resulta ser su padre). Celedonio, que así se llama el respetable señor, tiene intención de enchufar a su hijo en este puesto cuando se jubile. Celedonio es un hombre chapado a la antigua, amigo personal de Carmen Polo y una oportunidad para que el actor Pedro Casablanc se luzca creando un personaje histriónico, que persigue a las bailarinas con una regla para medir la largura de sus faldas y que, al final, se moderniza y redime. Un poquito. 

La verdad es que los personajes de las chicas son un bombón para lucirse; los de los chicos no tanto. Ingrid Garcia-Jonnson sorprende por su frescura y su seguridad a la hora de enfrentarse a las canciones y las coreografías. Y Verónica Echegui conquista con su acento murciano y sus ganas de vivir. Natalia Millán despliega toda su elegancia aunque sea en un papel secundario, pero está fantástica y recrea en una de sus actuaciones esa situación tan conocida del floripondio. El floripondio que un censor le puso en el pecho a Rocío Jurado porque su escote resultaba escandaloso.

Esta es otro de los puntos a favor de la película. Su capacidad de recrear los últimos coletazos de una censura que resultaba ya absurda hasta para los propios censores y los prebostes del régimen. Una nueva generación empezaba a destacar y estaba a punto de alcanzar su protagonismo y ya no necesitaba tutelas morales sino una música que le diese ganas de vivir y eso hizo Raffaella Carrá y su célebre latigazo de melena. Esta película se sitúa en la estela de Mamma Mía aunque no se puedan comparar sus presupuestos. Aparecen las canciones más conocidas incluida Tuca, Tuca que fue prohibida y que muy pocos conocían. Caliente, caliente, Adiós, amigo, Lucas, En el amor todo es empezar, Rumore, Hay que venir al sur. 


Y entre todas ellas, Fiesta. En esta canción está resumida la educación sentimental básica que toda mujer debería recibir. A ver lo explico: en la primera estrofa, la chica está triste en una fiesta. Él se ha ido porque ella le anulaba su libertad. Para la chica quedaban las lágrimas y el desperdicio de sus besos, pero también está determinada a que las cosas cambian y a dejar atrás esa manera de actuar. Así que en el estribillo Raffaella recomienda ser cauta y no decir la verdad, si estás enamorada no le asustes pero haz tu vida. En la segunda estrofa, otra fiesta. De la fiesta realizada sin ti pasamos a la fiesta con amigos y sin ti. Esa diferencia es importante porque pone de manifiesto las ganas de volver a vivir de la chica. ¡Ah!, pero en la tercera fiesta, él vuelve. Arrepentido, con otra mirada, reconociendo que ha sido culpa suya y que la libertad sin ella no tiene ningún sentido. Sin ti, ¿qué haría yo sin ti? Al final todos felices. Para disfrutar.


Director: Nacho Álvarez
Guion: Eduardo Navarro, Nacho Álvarez, David Esteban Cubero
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Música: Roque Baños con canciones de Raffaella Carrá
Intérpretes: Ingrid Garcia-Jonsson, Verónica Echegui, Fernando Guallar, Pedro Casablanc, Natalia Millán

domingo, 1 de noviembre de 2020

Novela: Patria de Fernando Aramburu (2016)

El autor.- Fernando Aramburu se licenció en filología hispánica por la Universidad de Zaragoza y fue profesor de español en Alemania. Colabora también en prensa y además de novelas ha escrito poesía, libros de cuentos, ensayos; todos ellos traducidos a varios idiomas. Otras obras suyas: Los peces de la amargura, Utilidad de las desgracias y otros textos, Autorretrato sin mí

Mi opinión.- Patria fue escrita en el año 2016 y ahora ha vuelto a tomar relevancia por la adaptación a serie de televisión realizada por HBO. Aborda un tema que nunca debería desaparecer de los diferentes ámbitos intelectuales y que debería estar sometido a análisis y relecturas constantes, especialmente, desde el punto de vista de las víctimas. El terrorismo.

Esta vez no se trata de analizar la lucha armada, ni el proceso que lleva a un determinado joven a militar en organizaciones terroristas. Esta vez, partiendo de un atentado terrorista, el foco central se sitúa en una sociedad fragmentada y enfrentada. Con delirios de ser pueblo perseguido/elegido por los siglos de los siglos dignos de cualquier sociedad arcaica y cuya base sea el pensamiento mágico.

Esta sociedad se ejemplifica en unas mujeres, antes amigas inseparables y ahora madre de terrorista, una de ellas, y esposa de asesinado, la otra. La narración abarca 40 años de dolor, de silencio y de vergüenza. A algunos críticos les ha parecido excesivo el protagonismo de estas mujeres. A mí me parece lo contrario y además también me parece que se podría criticar a Aramburu, no sé si por una cierta misoginia, porque las mujeres que aparecen en su novela son un poco peculiares.

Miren quedará ya como el arquetipo de la madre fanática vasca. Castradora, brutal y que se siente obligada a querer a su hijo aunque sea un asesino. Una mujer que sufre un proceso de conversión intenso, desde llorar la muerte de Franco hasta defender la causa abertzale, fácilmente entendible si tenemos en cuenta que tanto el franquismo como el terrorismo vasco comparten importantes sesgos etnofascistas. Una mujer que desprecia a su marido, un hombre simplón apaleado por su propio hijo que encuentra refugio cerrando ojos y oídos y cultivando su huerta. Miren también odia a su hija desde mucho antes de que ésta decida casarse con un españolazo e ignora a su hijo menor. Únicamente tiene ojos para su primogénito el que está destinado salvar a la patria vasca de las garras de los españoles; el revolucionario de medio pelo, sin estudios, sin convicciones políticas y sin trabajo; el que no tiene ningún reparo en irse a hacer la revolución y volver a casa para que su madre le lave la ropa y el que pierde la virginidad en la cárcel, cuando ya ronda los 40 años y entiende que ha tirado su vida por la borda.

Bittori es la mujer del asesinado. Desde su muerte, el reloj y la vida también se han parado para ella. Si bien no es tan brutal como Miren también es el prototipo de ama de casa vasca. Miren y Bittori se conocen desde niñas, viven la adolescencia juntas, quieren meterse a monjas y se enamoran de dos amigos. Se casan al mismo tiempo, tienen a sus hijos con poco tiempo de diferencia. Salen de vacaciones, de compras y a misa juntas. Y cuando todo les prometía una vejez sin complicaciones, el hijo de Miren entra en ETA y recibe el encargo de matar al marido de Bittori.

A partir de entonces, la brutalidad de una se impone al amilanamiento de la otra. Bittori también mantiene una relación conflictiva con Nerea, su hija, la preferida de su padre que estudia en Zaragoza. Nerea empieza siendo racista y abertzale, porque no olvidemos que el halo de liberador de la patria oprimida tiene mucho de romántico, pero después rechaza volver al pueblo para el funeral de su padre y decide quedarse en la ciudad follando. Su comportamiento ante la muerte de su padre es difícil de comprender y eso dificulta la empatía del lector con este personaje. Al contrario de lo que pasa con Arantxa, la hija de Miren. Arantxa siempre ha tenido un comportamiento más “normal”. Es una adolescente más alegre y más comprensiva. Es la primera conocedora de la homosexualidad de Gorka su hermano menor y también es la primera que restablece relaciones con Bittori y es fundamental para el desenlace de la novela. Sin embargo, nunca ha sido capaz ni de romper definitivamente con el mundo abertzale ni de adaptarse con todas las consecuencias al mundo de los maketos. Quizá esa haya sido su mayor virtud.

Los hombres que rodean a estas mujeres quedan como personajes secundarios. Ya he mencionado que Joxian, el marido de Miren, es un hombre simplón. Amigo desde siempre del Txato, el asesinado, y compañeros en el mismo club ciclista y de las partidas de mus no duda en retirarle el saludo y hacerle el vacío cuando el Txato comienza a ser amenazado por ETA. Puede entenderse que el miedo se apoderase de la sociedad vasca, pero también es cierto que el silencio podía ser una coartada hasta cerciorarse de qué lado se inclinase la balanza. En el caso de que hubiesen vencido ETA y el independentismo, Joxian hubiese sido considerado el padre de un héroe, de un libertador y no creo que hubiese rechazado estos honores. Sin embargo, al no producirse esta victoria se convirtió, con su silenció y su cobardía, en un acosador más, un acosador por omisión o por cinismo. En un momento determinado Joxian le dice al Txato, “a partir de ahora te saludaré con el pensamiento”. Cobardía.

Esta novela ha sido objeto de muchas críticas. Señal de que el tema es sensible en nuestras sociedades. Muchas de las críticas han sido buenas y muy buenas, pero otras no. No está mal que exista esta controversia. Algunas de las críticas negativas han sido exhaustivas. Han revisado la música que los personajes escuchan, han criticado que no hablen en euskera (como si el euskera fuese comúnmente hablado en los años 1980 o como si el Brad Pitt de las pelis hablase realmente un castellano de Salamanca) y también que se considere una novela fundacional respecto al tratamiento del conflicto vasco en la literatura. Entiendo que ha habido otras novelas, como por ejemplo Martutene de Saizarbitoria, también El hombre solo o Esos cielos de Bernardo Atxaga, pero no han tratado tan exhaustivamente la sociedad vasca y sus miserias. A otros críticos les ha parecido que el protagonismo de las mujeres era excesivo, jaaaaaaaaaaaaaa, jaaaaaaaaaaaaa. También se ha criticado que el autor lleva 30 años viviendo fuera del País Vasco, que su estilo literario fuera bastante simple y que ha retratado a los terroristas con el estereotipo de brutote sin cerebro. Pero habría que leer Patriotas de la muerte, un ensayo de Fernando Reinares documentado a partir de las declaraciones de los etarras en la Audiencia Nacional, para hacerse una idea del perfil de los terroristas de a pie y ver que coincide plenamente con el retrato que Aramburu hace del hijo de Miren. Pero, si hasta se ha criticado que Miren recurra a San Ignacio de Loyola para que proteja y libere a su hijo, porque no es el santo adecuado para estos menesteres. En fin, léase la crítica de Iban Zaldúa para Viento Sur en 2017. Críticas para todos los gustos. 

No he dicho nada sobre el hijo de Miren, el terrorista, el libertador de la patria vasca oprimida porque se merecería más espacio. Únicamente, mencionaré que empieza a cuestionarse su estancia en la cárcel, su militancia y el haber desperdiciado su vida una vez que consigue follar. No sé si recondujo toda la energía sexual reprimida en su adolescencia y juventud y la soltó al mundo en forma de violencia o es que era una descerebrado sin más. A mí me ha gustado mucho la novela y la recomiendo sin dudarlo y creo firmemente que son necesarias muchas más novelas, ensayos, documentales o películas sobre las agresiones etarras a una sociedad democrática. Para erradicar la violencia y el suprematismo en la sociedad vasca no ayudan declaraciones como ésta Declaraciones de un cura vasco, 31 octubre 2020. Siguen educándose en el odio visceral y rancio hacia todo lo que no sea ellos mismos, igual que los nazionalistas catalanes y eso es un rasgo claro de fascismo. Por esto la política de dispersión de presos y de alejamiento del País Vasco fue tan efectiva. No era tanto un castigo como una oportunidad para que los terroristas se alejasen de sus tóxicas familias y entornos y pudiesen arrepentirse. Pero muchos todavía no lo entienden. 


Fernando Aramburu
Patria 
Tusquets Editores