miércoles, 28 de julio de 2021

Cine: The Glorias de Julie Taymor (2020)

Julie Taymor tiene ya una consolidada fama como directora de teatro y musicales. Su rey león ganó dos premios Tony, entre ellos el de mejor directora de una producción musical. Dirigió también La flauta mágica de Mozart y el holandés errante de Wagner. Como directora de cine también se ha atrevido con los clásicos: Titus y The tempest con Helen Mirren que tengo pendiente de ver y que nunca encuentro tiempo para hacerlo.  

Para The glorias, Taymor ha adaptado el libro autobiográfico de Gloria Steinem Mi vida en la carretera que reseñé hace unos meses. La adaptación es muy fiel al libro pero, además, la puesta en escena es muy interesante y el manejo del color de la imagen también. Utiliza los colores selectivamente para marcar las cuatro edades de las Glorias, incluyendo también parte de la imagen en blanco y negro para resaltar la irrealidad de los recuerdos.

Taymor hace coincidir en un mítico autobús Greyhound a cuatro glorias, a cuatro actrices interpretando distintas esas cuatro edades de Gloria Steinem. Deja para el final, la gran sorpresa de encontrar en el mismo autobús a la propia Gloria Steinem, camino de la Marcha de las mujeres en Washington de 2017, convocada con motivo de los comentarios machistas del máximo mandatario de Estados Unidos entonces. Aquél de cuyo nombre no quiero acordarme.

Kiera Armstrong interpreta a Steinem de niña. Una niña fascinada por su padre y por la capacidad de éste para buscarse la vida y meterse en líos. Cuando leí el libro me sorprendió la poca atención que prestaba Gloria Steinem a su hermana. Apenas mencionaba nada de su relación con ella. En la película pasa lo mismos. Supongo que influía mucho la diferencia de edad entre ellas, más de diez años. Pero, aun así, para nuestros patrones de conducta de familias mediterráneas es difícil de entender esa frialdad.

El papel de la joven Steinem está interpretado por Alicia Vikander. Ella es la estudiante universitaria que tiene que abortar en Londres antes de trasladarse a la India con una beca y también es la joven periodista que se incorpora al trabajo en Nueva York (a veces, sólo para preparar café), deseosa de imprimir su carácter en cada uno de los artículos que le encarguen y atreviéndose a trabajar de manera encubierta como chica Playboy para contar las vidas y las penosas condiciones laborales de esas mujeres. Aunque para sus compañeros de redacción esa brillante idea no es más que motivo de risas.

La adolescente Gloria es Lulu Wilson, quizá podríamos decir que es la más angustiada de las cuatro. Es la que descubre que su madre también trabajó de periodista pero que estaba obligada a firmar sus artículos con un pseudónimo masculino y además tuvo que dejar su trabajo en cuanto se casó con su marido irresponsable y seminómada. Esta Gloria tuvo que hacerse cargo de la vivienda y de su madre enferma, que terminaría internada a temporadas en un psiquiátrico, sin el apoyo ni de su padre ni de su hermana.

Pero el mayor peso de la película lo lleva, magníficamente, Julianne Moore interpretando a una madura Gloria Steinem, plenamente dedicada a su activismo social, fundando una nueva y mítica revista, Ms, y retomando la vida seminómada que había llevado de niña con su padre. De alguna manera, se completa así el círculo. Algunas nos estamos convirtiendo en el hombre que estábamos buscando. Es lo que una madura Steinem le suelta a un periodista que se atreve a ningunearla. Es la frase definitiva de la película. Maruja Torres, la gran periodista española, siempre ha dicho que el hombre de su vida era ella misma. Ahí estamos muchas.

Cuando las cuatro Glorias se reúnen en el autobús, es el momento de verbalizar sus miedos, sus frustraciones y sus culpas y también de darse ánimos y de escuchar sus confidencias, como si fueran mujeres diferentes, en lugar de la misma mujer en diferentes edades. Quizá sea ese el secreto de nuestras vidas y de nuestra felicidad. Aceptar que cambiamos tanto a lo largo de nuestra vida que podríamos ser consideradas mujeres y hombres diferentes. En esa irrealidad es donde toma relevancia la imagen en blanco y negro.

La joven Gloria vive con mucha culpabilidad haber ido a visitar a su padre demasiado tarde, cuando el accidente ya le había producido la muerte y no haberse enfrentado antes a los hombres abusivos. La Gloria adulta le da ánimos. También revive sus problemas para hablar en público y la superación hasta convertirse en una brillante oradora, capaz de convertirse en una bruja feminista malvada que le pone los puntos sobre las íes a un entrevistador cutre. Es un episodio un poco surrealista pero muy gráfico del hartazgo que sentimos las mujeres.

Se ha criticado mucho de esta película que es demasiado amable con el personaje, que “glorifica” demasiado a la protagonista, ensalza sus virtudes y oculta sus defectos. Es posible, no lo dudo. Cualquier biopic estadounidense tiene ese marchamo. Sin embargo, la vida de Gloria Steinem es muy interesante y nadie le puede negar que sea historia de la segunda mitad del siglo XX y, por supuesto, referente para los movimientos de mujeres. No hay que perdérsela. Y a ser posible debe verse en paralelo con la serie de televisión, Mrs America sobre el fracaso de la Enmienda para la Igualdad de Derechos, en la que también estuvo involucrada Gloria Steinem.

La película termina con la verdadera Gloria escribiendo sobre la derrota de Hillary Clinton en las elecciones de 2016 por parte de aquél que no debe nombrarse. Dice Gloria Steinem que la derrota de Hillary es parte de la próxima victoria porque para las mujeres no se trata de más que de una carrera de relevos. Unas apoyándose en las precedentes y sirviendo de apoyo a las siguientes. Estoy de acuerdo con ella.



miércoles, 21 de julio de 2021

Novela: El alquimista impaciente de Lorenzo Silva (2000)

El autor.-
Lorenzo Silva estudio derecho y ejerció como abogado durante bastantes años. Sin embargo, su vocación literaria terminó ganando. Ha escrito principalmente novela, pero también poesía, algún ensayo y un par de libros de viajes. También ha sido guionista de cine y colabora habitualmente en la prensa. De la serie de Bevilacqua y Chamorro lleva ya escritas doce novelas; bueno dos son libros de relatos. Otras obras suyas: Historia del Marruecos español, Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos, Trilogía de Getafe. 

Mi opinión.-
La trama de esta novela me resulta muy interesante porque siempre me he preguntado cómo y porqué una persona acaba siendo corrupta. La respuesta simple sería por codicia, por dinero pero nos quedamos sin saber qué hay detrás de esa codicia ¿miedo, arrogancia, orgullo o la necesidad de superar una injusticia? Quizá si nuestros sistemas sociales fuesen más justos y si, de verdad, existiese la igualdad de oportunidades no existiría causa para la corrupción. Todos podemos recordar a estos, generalmente, grandes hombres hechos a sí mismos que, como se suele decir, tienen pies de barro y el origen de su fortuna es más bien oscuro.

Vila y Chamorro se encuentran con varios de esos hombres en esta novela con la que Lorenzo Silva ganó el Premio Nadal en el año 2000. Además esta segunda novela describe más exhaustivamente el carácter de Bevilacqua y su manera de enfrentarse a una investigación y, tangencialmente, su relación con Virginia Chamorro. Respecto a la relación con Chamorro digamos que existe una tensión sexual no resuelta aunque eso no es obstáculo para que Vila la compare con su amor platónico, Veronica Lake y mire de reojo de vez en cuando las piernas, su bronceada piel, los brazos, sus mechas cada vez más rubias, los ojos, etc., etc., etc. de Chamorro. No obstante siempre tendrá en consideración la inteligencia y capacidad de trabajo de Virginia y la complementariedad entre ambos puesto que, como él mismo reconoce, la fantasía desbordante de Vila, con sus intuiciones y pálpitos, se ve compensada por la austeridad mental de Chamorro. Además, como oficial superior no dejará de tener presente el cataclismo que supondría para su colaboración pasar esa línea roja. Sin embargo, reconoce que, de vez en cuando, mira de reojo y eso le hace más honesto.

Aparecen como rasgos característicos de su personalidad la ironía y un cierto estoicismo pero también su escasa confianza en el género humano, perdida gracias a la experiencia de ver a unos avasallar a los otros, continuamente. De ahí su compasión por las víctimas y por aclarar qué les ha hecho víctimas. Para ello, mientras piensa en su casa, después de la jornada laboral, pinta soldados de plomo, pero siempre de los derrotados y vencidos. Como último deber moral con el caído injustamente.

Se abren distintas vías de investigación que, sucesivamente, se van frustrando. Esto es lo que da a estas novelas verosimilitud. En lugar de presentar la investigación como una línea recta desde la víctima al asesino, Vila y Chamorro se van perdiendo por los vericuetos de la vida gracias a que, normalmente, alguien miente o no dice toda la verdad. Pero esta vez además, Vila y Chamorro se han perdido por no haber tenido en cuenta la primera obligación de un investigador: conocer a la víctima, incluidos sus secretos más profundos, aquéllos que se les escapan también a familiares, amigos y/o compañeros de trabajo.

Uno de los personajes que no dice toda la verdad que conoce es la mujer del muerto que no ha sabido o no ha querido saber de dónde salían las ganancias extra de su marido, que ha terminado por no reconocer quién era ese muerto que, físicamente, se parecía a su marido pero que estaba tan alejado del hombre con quién se casó. Una mujer que también ha cambiado en el trascurso del tiempo y que ahora es más pragmática o quizá más codiciosa o simplemente sólo tiene miedo de criar a sus hijos sola. Una mujer que, a pesar de la evidencia sobre la corrupción de su marido, dice que cada uno “tiene su propia idea de la honradez…”. Desde mi punto de vista, cinismo en estado puro. Porque si algo caracteriza a los malos de esta novela es su éxito social y su cinismo desbordante.

Adriana Ozores interpreta en la película a la viuda y lo hace de manera genial. La viuda del “alquimista” ha visto cómo su marido era corrompido día a día por su avaricia y sin embargo, no ha hecho nada por evitarlo. Tal y como ella misma reconoce porque no quería perder nada. Debe de ser muy fácil resbalar por esa pendiente. Lo hemos visto muchas veces en políticos y en sus esposas, en futbolistas, etc. etc. Esta mujer afirma que los alquimistas de la Edad Media, en realidad, buscaban mejorarse a sí mismos en un proceso lento. Buscaban la llamada transmutación, perfeccionarse como seres humanos inteligentes. Sin embargo, los que se impacientaban al no obtener resultados inmediatos conseguían todo lo contrario, la corrupción de sus almas. En su caso, el dinero había transformado a su marido y ella lo alentó por acción o por omisión. Ahora tiene miedo porque, en algún momento, deberá dar una explicación a sus hijos.

La adaptación es del año 2002 y está dirigida por Patricia Ferreira. No me ha gustado mucho y me ha pasado ya con otras adaptaciones, tanto a cine como a televisión. En general, yo creo que no han sido muy acertadas y pienso que debe ser difícil adaptarlas porque Vila es un hombre muy reflexivo y el recurso más corriente para ponerlo en la pantalla sería una voz en off que, al final, resultaría pesada. En esta adaptación se ofrecen las referencias literarias y cinematográficas que figuran en el libro; sin embargo, la directora no ha mencionado la referencia al Lapidario de Alfonso X, que siempre resulta interesante. Y como anécdota diré que aparece Nacho Vidal, el actor porno, en un papel de mafiosete ruso enamorado de una víctima colateral.

En fin, recomiendo esta novela (la peli, no) y cualquier otra de la serie de Bevilacqua y Chamorro, aunque al final el deseo de saber por qué se cae en la corrupción o porqué ha muerto la víctima no se ve satisfecho y queda la frustración de una nube de porqués sin respuesta.


Serie Bevilacqua y Chamorro:

El lejano país de los estanques, 1998. Premio Ojo crítico
El alquimista impaciente, 2000. Premio Nadal
La niebla y la doncella, 2002
Nadie vale más que otro, 2004. Relatos
La reina sin espejo, 2005
La estrategia del agua, 2010
La marca del meridiano, 2012. Premio Planeta
Los cuerpos extraños, 2014
Donde los escorpiones, 2016
Tantos lobos, 2017. Relatos
Lejos del corazón, 2018
El mal de Corcira, 2020

 El alquimista impaciente
Lorenzo Silva
Destino

jueves, 15 de julio de 2021

Exposición de Fotografía: Ricardo Compairé. Registro de un tiempo


Ricardo Compairé es uno de los fotógrafos clásicos más reconocidos de Aragón y esta no es la única exposición que se ha hecho de su obra. Nació en Villanúa, Huesca, en 1883 y allí desarrolló su carrera como farmacéutico (se licenció en Barcelona pero decidió volver a su Pirineo) y su pasión como fotógrafo. Trataba de dejar constancia en imágenes de una vida que ya se estaba perdiendo y también fue pionero en cuidar del turismo que iba desarrollándose y que en aquel momento se llamaba “excursionismo”. Los turistas buscaban bellezas naturales y arqueológicas en el Alto Aragón. 

Vivió en varias poblaciones principales del Pirineo de Huesca hasta que se estableció en Hecho, donde quedaba todavía muestras de la persistencia de un modo de vida antiguo (en los años 1970, todavía uno de los habitantes vestía diariamente su traje tradicional) y se puso a documentarla para evitar que se perdiera. Fue un gran documentalista de su época. Una época en la que se produjo el resurgir de la identidad regionalista y de un ideario de regeneración que debía de pasar por la vuelta a la naturaleza y a las raíces (que, por otra parte, tan peligroso resultó después).

Así queda en sus fotografías el tiempo pasado y nos produce una gran ternura porque los que tenemos ya cierta edad todavía hemos visto en directo algo de lo que se muestra en esta exposición. Aunque haya sido, únicamente, en las vacaciones de verano de infancia, podemos recordar los trajes de fiesta de las ansotanas pero también los trajes de faena de las mujeres que vestían como mis abuelas. Pocas cosas subsisten ya en la práctica aparte de los paisajes que siguen enmarcando la vida y la realidad de quienes por allí pasan.

Del pastoreo y de los oficios tradicionales ya nada queda; la industria del turismo, principalmente, los ha ido sustituyendo. Y eso es lo que él decía y dejó escrito: los paisajes pueden volver a retratarse pero los personajes, los modos de vida, los utensilios y las herramientas desaparecen en el tiempo.

Llama la atención en esta exposición los retratos de mujeres jóvenes engalanadas para la ocasión y de hombres viejos, con los blusones llenos de remiendos. Como si la emigración ya estuviera haciendo sus estragos y los hombres jóvenes hubiesen decidido, más o menos voluntariamente, huir de las penurias y de las duras condiciones de vida. También experimentó con la fotografía estereoscópica, aunque en esta exposición no haya ninguna, y filmó cortos.

Como fotógrafo da muestras de su calidad y del dominio de la técnica. Utilizaba cámaras plegables y que podrían desplazar su foco para encuadrar correctamente una imagen. Teniendo en cuenta que eran cámaras de placas y que tenía que utilizar un trípode porque las emulsiones fotográficas eran muy lentas, se entiende que su fotografía fuese muy reflexiva, muy pensada, de desarrollo muy lento. En la que trataba de alcanzar la profundidad de las cosas y, especialmente, de las personas a través de una utilización compleja de la luz, de los contraluces y de los encuadres.

Los tableaux vivants protagonizados por las mujeres que desempeñan tareas en otro tiempo habituales pero que en ese momento ya estaban desfasadas, destacan por su frescura y por la espontaneidad del posado, aunque exista un verdadero, y a veces, arriesgado trabajo de composición y encuadre por parte de Compairé. Y es que hay que tener en cuenta que cuando él toma estas fotografías de gentes con ropajes tradicionales o sus herramientas y escenas populares o modos de vida peculiares, éstos ya son de otro tiempo. Son recreaciones en las que se implica todo el pueblo para que él las documente en imágenes surgidas de procesos químicos. Me gustaría saber si los descendientes de esos fotografiados todavía conservan esos trajes y si siguen viviendo allí.

También estuvo muy implicado en la vida cultural de Huesca. En la última farmacia que regentó (y que sus descendientes siguen llevando) situada en la calle Padre Huesca 4 de Huesca, creó una sección de fotografía en la que daba cursos gratuitos y patrocinando un concurso fotográfico periódicamente. Todo para desarrollar la afición al arte fotográfico. Algo que hay que agradecer y resaltar de esta exposición es la presencia de copias de autor, que siempre se encargaba de fabricar sus propios marcos de madera, teñidos con permanganato potásico y oxidados al sol. Ese era el nivel de perfección que Compairé exigía a su ocupación como fotógrafo. Y estas copias de la época, que no siempre se facilitan en las exposiciones, son las que potencian la emoción de contemplar unas imágenes que el propio fotógrafo creó, hace casi 100 años. Un puente entre épocas.

Murió en 1965 y su archivo de 4000 fotografías fue adquirido en 1989 por la Diputación Provincial de Huesca, encargada desde entonces de su difusión a través de grandes exposiciones. Hasta el 18 de septiembre de 2021, se puede pasear el Alto Aragón de principios de siglo en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza.


Algunas fotos que pueden contemplarse en la Exposición. 




Mujeres jóvenes y hombres viejos




Las escenas o tableaux vivants. En la de abajo puede verse la poderosa diagonal que dibujan las miradas del chico de la izquierda y de la chica que está en el balcón a la derecha, ¿no? Una imagen perfectamente equilibrada


Siluetas, contraluces, composiciones geométricas que destacan por su ritmo. Un gran fotógrafo.





Una vida para el recuerdo. Y abajo la dificultad de fotografiar un pequeño rebaño de ovejas que casi pasa desapercibido en un paisaje abrumador. 



lunes, 12 de julio de 2021

Novela: Pequeños fuegos por todas partes de Celeste Ng (2017)

La autora.-
Celeste Ng estudió en Harvard y ha recibido varias becas de estudio y premios literarios por alguno de sus relatos. Sus padres eran científicos hongkoneses que se establecieron en Estados Unidos, donde ella nació. Pasó su infancia y adolescencia en Shaker Heights, la ciudad que incluye en esta novela y donde también nació Paul Newman. Otras obras suyas: Todo lo que no te conté. 

Mi opinión.-
Shaker Heights es lo que se considera una comunidad planificada pensada y dirigida por los hermanos Van Sweringen. Oris Paxton, O.P., y Mantis James, M.J., consiguieron una gran fortuna invirtiendo en el desarrollo del ferrocarril que dedicaron a poner en marcha esta comunidad que fue muy pronto codiciada por quienes pretendían destacar como propietarios. Hoy a la autora, Shaker Heights le sirve como estereotipo de ciudad ideal, donde vive una familia aparentemente modélica, los Richardson.

Helena y su marido, periodista y abogado respectivamente, tienen cuatro hijos. Todos ellos adolescentes. Helena es una mujer muy metódica, muy cartesiana y muy organizada. Todo en su vida tiene un momento y un lugar para suceder. Fuera de ese momento y ese lugar cualquier cosa no será conveniente. Trabaja a media jornada en el periódico de la comunidad aunque de joven sus sueños fueran muy diferentes. Digamos que Helena ha sabido adaptarse, no sin renuncias, a su vida de esposa y madre ideal y está firmemente convencida de que sus decisiones han sido las correctas y de que sus hijos deberán transitar por ese mismo camino.

Mia Warren y su hija Pearl se han establecido recientemente en Shaker Heights. Han alquilado la antigua vivienda de los padres de Helena. Mia no es una mujer muy comunicativa, pero Helena consigue saber que trabaja de camarera en un restaurante y que también es fotógrafa. Así que le ofrece integrarse en la comunidad, además le ofrece trabajar en su casa y ayuda a que su hija pueda matricularse en un buen instituto. Pearl, es también adolescente, y terminará asistiendo al mismo instituto que los hijos de Helena. Casi desde el primer momento se sentirá fascinada por Helena y por el estándar de vida que tiene. Se convertirá en novieta de uno de sus hijos y en amiga y confidente de los otros. Mia y Pearl han llevado una vida itinerante, con muchas carencias. Sin familia y sin amigos, frecuentemente con poco dinero. Aparentemente el motivo de esta vida errante ha sido la dedicación de Mia a la fotografía artística, aunque no todo esto sea cierto.  

Existen dos personajes secundarios con gran influencia para la trama. Bebe es una joven inmigrante china, con poco dominio del idioma, sin cualificación y sin apoyo familiar. Trabaja en el mismo restaurante que Mia. Es soltera y ha tenido una hija, May Ling Chow, a la que tuvo que abandonar por no poder atenderla. Linda McCullough ha sido amiga de Helena desde la infancia. Jugaban juntas, fueron al colegio juntas, tuvieron novios y se casaron casi al mismo tiempo. Ambas disfrutan del mismo estatus social. La única diferencia entre ellas es la extremada fertilidad de Helena, cuatro hijos en cinco años, y la abrumadora esterilidad de Linda que, tras varios abortos, la conduce invariablemente a la depresión. Su afán de maternidad se ve colmado cuando adopta a May Ling y la bautiza con el nombre de Mirabelle.

En el fondo, el tema de toda la novela es la maternidad. Diferentes tipos de maternidades, todas ellas con un componente variable de toxicidad. Helena, la madre blanca perfecta no es suficientemente comprensiva con sus hijos; Mia, la madre bohemia y errante tampoco ofrece la estabilidad que su hija Pearl quisiera tener. Bebe y Linda lucharán con ferocidad por una criatura; Linda con la justicia y la ley de su parte y Bebe con el apoyo de Mia.

La novela ha sido adaptada a serie de televisión y he de confesar que la serie me ha gustado mucho más que la novela. Es la primera vez que me parece que una adaptación es mejor que el original. Hay cambios sustanciales entre una y otra. En la novela, el punto de vista de los hijos de Helena es más relevante, mientras que en la serie predomina el punto de vista de las adultas, de Helena y de Mia, principalmente, y su enfrentamiento. El otro cambio fundamental es la raza de Mia y Pearl.  En la novela no se dice nada pero todos asumimos que ambas son blancas; sin embargo en la serie, los guionistas han preferido que fuese afroamericana. Si bien es cierto que la novela rezuma un clasismo bienintencionado, el cambio de raza resulta trascendental para dramatizar todavía más la trama y las interpretaciones de las actrices, Reese Witherspoon. Y es todo un acierto. En este sentido, la serie de televisión delinea a los personajes con unos matices y les lleva a unos límites que resultan impensables en la novela. Incluso el final, apocalíptico y de tragedia griega es mucho más impactante en la serie de televisión.


Pequeños fuegos por todas partes
Celeste Ng
Trad. Pablo Sauras
Ed. Alba



miércoles, 7 de julio de 2021

Novela: La mirada del alma de Luis Mateo Díez (1997)

El autor.-
Luis Mateo Díez es novelista y poeta, también miembro de la Real Academia Española y en el año 2020 fue Premio Nacional de las Letras Españolas, entre otras razones porque su literatura tiene “un lenguaje poético de extraordinaria riqueza y una preocupación constante por la dimensión moral del ser humano”. Otras obras suyas: La soledad de los perdidos, Juventud de cristal, La fuente de la edad y la trilogía El reino de Celama. 

Mi opinión.-
Luis Mateo Díez ha confesado más de una vez que su mayor ambición sería crear un mundo literario propio. No he leído ninguna otra de sus obras pero creo que en esta novela lo ha conseguido. Eso sí, es un mundo completamente separado del nuestro y autónomo. Un mundo de fantasmagorías, el que está al otro lado del espejo envuelto en una niebla amarilla de enfermedad y muerte pero donde no habita el miedo sino la resignación. En cierto sentido recuerda el mundo de Comala de Pedro Páramo o a La Montaña Mágica de Thomas Mann.

Él se define como un escritor irrealista y esto significa que aunque no incluye la actualidad en sus novelas sí que busca el sentido de la misma a través de sus mundos imaginarios poblados de seres transparentes, fantasmales. Seres por los que irremediablemente ha pasado el tiempo y ya no tienen nada que aportar a la vida. No es que su literatura sea triste (a mí no me causa esa impresión) es que queda reducida a lo humano esencial. Sin más aditamentos.

En La mirada del alma Romero, el protagonista, vive en un sanatorio para convalecientes. No sabemos cuál es su dolencia pero, desde el principio, intuimos que no saldrá vivo de allí. A ratos perdidos, cuenta a otros dos convalecientes como fue su vida, acotada por dos encuentros determinantes presididos por unas miradas que desnudaban el alma. Cincuenta años de existencia anodina, marcados por el abandono y la orfandad, el hambre y el aislamiento, separaban estos encuentros con dos prostitutas que, simbólicamente, representan el alfa y el omega de su vida.

Durante toda la novela se intercambian las voces de dos narradores. Una es la del propio Romero y otra la de uno de los dos compañeros de convalecencia que le escuchan con interés diferente. De cualquier manera, Romero cuenta la historia a estos dos compañeros y su historia tiene una mayor resonancia en uno de ellos que ejerce de eco y narra la historia a los lectores. Yo no he entendido muy bien porqué se produce ese juego. Es posible que aunque ambos aportan un punto de vista muy parecido, Romero sea quien más influido está por la ensoñación y la inminencia de la muerte le hace confesarse y el otro narrador que ejerce de confidente, sea el encargado de reconocerse en el testimonio de Romero. O quizá el autor sólo quiere hacer patente que Romero es un enfermo terminal que necesitará que alguien concluya su historia..

Hacia mitad de la novela, la narración toma un giro imprevisto. Casi se convierte en una novela de misterio, donde el protagonista, ya adulto, adquiere la condición de perseguidor de una mujer enigmática. De ella lo primero que ve es un pie desnudo refrescándose en un río que el autor describe como el pellejo olvidado de un bicho que hubiesen sacrificado hacía mucho tiempo y ella miraba desde la ausencia o la falta de cordura... Un pie, que era un pez o un pájaro arrecido, desplumado por el oprobio… La comparación del pie con un pez o un pájaro es fetichismo puro. Esta mujer es Mena, una prostituta con la que inicia una difícil relación. Muy recomendable.



La mirada del alma
Luis Mateo Díez
Ed. Alfaguara

jueves, 1 de julio de 2021

Novela: Tous les matins du monde de Pascal Quignard (1991)

El autor.-
Pascal Quignard nació en 1948. Ha sido violonchelista y organista; también fundó el Festival de Ópera y Teatro Barroco de Versalles y trabajó en la editorial Gallimard. Hace unos años dejó todas estas actividades para centrarse exclusivamente en la escritura. Otras obras suyas: Las lágrimas, Las solidaridades misteriosas, Las sombras errantes. 

Mi opinión.-
Me he reencontrado con esta novela breve, poco más de 100 páginas, que había leído ya hace tiempo y he decidido volverla a leer y también volver a ver la película de 1991, dirigida por Alain Corneau y con guion del mismo novelista. Siempre son muy interesantes las relecturas no sólo por las sensaciones diferentes que provocan sobre los libros releídos sino también por lo que nos revelan de uno mismo. En fin, que pasan los años y ahí también se nota.

Algo que me pasó desapercibido en la primera lectura fue la agonía y la frustración que se siente durante el proceso creativo. En este caso, la composición y ejecución de una música preciosa, emocionante, dolorosa y sentimental que para Monsieur de Saint-Colombe debe de ser manifestación de la trascendencia del ser humano y que para su alumno, Marin Marais, es simplemente muestra de éxito, reconocimiento y dinero.

Cada uno de ellos está determinado por sus condiciones de vida. Saint-Colombe perdió a su esposa hace años, a la cual amaba profundamente y con la que tuvo dos hijas. Desde entonces, su vida trascurre en el campo, alejado de la corte de Luis XIV, el rey sol. En el final de su vida, la música se revela para él como el camino para reconectar con su esposa muerta, una senda para unir sus almas. Siendo, de esta manera, mucho más que una combinación más o menos armoniosa de notas musicales ejecutadas con virtuosismo para entretenimiento de aristócratas y príncipes.

Sin embargo, el joven Marin Marais quiere todavía sentirse seducido por los placeres mundanos del triunfo y la fama. Es hijo de un pobre zapatero pero gracias a su voz y su talento musical ha podido estudiar. Aunque en la adolescencia su voz comienza a fallar, pretende seguir estudiado y para ello se presenta ante el maestro, Saint-Colombe quien, enterado de sus objetivos tan banales, le rechaza en un primer momento.

En la novela se contrapone esta dedicación casi religiosa de Saint-Colombe por la música con la voracidad del joven Marin Marais por dominar todos los secretos que le lleven al éxito. Pero, además, la película es también una exposición coherente de la estética barroca. Las escenas quedan iluminadas como las pinturas barrocas y, en todo el metraje se impone la cadencia musical pero también queda espacio para el silencio. Ambos, tanto el escritor como el director son grandes aficionados a la música y eso se nota. En la película se puede contar también con la interpretación musical a cargo de Jordi Savall. No se puede pedir más.

Bueno sí. Saint-Colombe vive con sus dos hijas, ambas seducidas por Marin Marais con trágicas consecuencias para una de ellas. Y no es esto lo peor es que tanto uno como otro tratan a las mujeres como simples objetos sin alma. Saint-Colombe utiliza a sus hijas como sirvientas de casa y Marin Marais como amantes sin voz. En la novela y la película se representa el siglo XVII pero si los hombres cultos de ese tiempo trataban a las mujeres así, no quiero pensar cómo las tratarían los otros.

 


Tous les matins du monde
Pascal Quignard
Folio