lunes, 12 de febrero de 2018

Exposición Fotografía: Tina Modotti. Fotógrafa y Revolucionaria. FNAC Plaza España.

Como desde los 15 años son feminista radical, me he ocupado siempre de bucear en las estanterías de las librerías para encontrar biografías de mujeres excepcionales. Las encontraba principalmente en la Librería de Mujeres de Zaragoza, que primero estuvo en la calle Maestro Marquina y después en San Juan de la Cruz. Allí me compré mi primer libro feminista que todavía conservo. El segundo sexo de Simone de Beauvoir, en dos tomos, de la Editorial Siglo XXI. Y allí seguiría comprando si no la hubiesen cerrado hace años. Una lástima. 

Recuerdos

Encontré también la biografía de Tina Modotti, de Pino Cacucci, en la editorial Circe que todavía funciona y que sigue editando títulos muy interesantes. Yo había conocido ya a Tina Modotti por su faceta de fotógrafa pero este libro me descubrió su compromiso político.


Había emigrado muy joven a Estados Unidos desde Italia y allí empezó a trabajar siendo una adolescente. Intervino también en películas mudas en el floreciente Hollywood y empezó a interesarse por la fotografía. Edward Weston sería su maestro y juntos se trasladarían a México. Allí conoció también a pintores de la época: Frida Kahlo y Diego Rivera, entre otros de la Unión Mexicana de Artistas.


A pesar de haber tenido influencia del pictorialismo de Weston y de haber comenzado con una fotografía más formalista, en México se desarrolló vivamente su espíritu crítico y su compromiso político con la revolución rusa. Optó entonces por la fotografía documental y el reportaje para la prensa:  niños pobres, campesinos, manos de trabajadores y trabajadoras quemadas por el sol y sus célebres bodegones con sombreros mexicanos y mazorcas de maíz, hoces y martillos. Su compromiso político le impulsó a militar en el Partido Comunista Mexicano desde 1927, hasta que la expulsaron del país por su activismo y volvió a Europa.


Estuvo en Berlín pero terminó recalando en Moscú y allí dejó casi definitivamente la fotografía por un activismo más práctico. Ella decía que prefirió elegir la vida al arte. Colaboró con la Organización Internacional de Ayuda para los Refugiados que durante la Guerra Civil en España, se llamó Socorro Rojo Internacional. Cuando Modotti se trasladó a España empezó a ocuparse del SRI y también trabajó como reportera para la revista Ayuda, su órgano de difusión. Conoció en España a todos los dirigentes del PCE e incluso atendió a la Pasionaria cuando esta enfermó de hepatitis.


En España también se reunió con su amante Vittorio Vidali, miembro del Partido Comunista Italiano, enrolado en el Ejército Republicano. En febrero de 1939, cuando la guerra estaba ya perdida, Tina Modotti abandonó España, cruzando la frontera hacia Francia.


Entonces regresó a México con nombre falso y no retomó su carrera como fotógrafa. Siguió con su activismo político hasta que murió en 1942. Tuvo un infarto cuando iba en un taxi camino de su casa. Hay quienes dicen que fue envenenada por el propio Vidali cumpliendo una orden directa de Stalin.   


Su obra como fotógrafa no es muy extensa. Unas 400 fotografías. Pero son fotografías donde palpita la vida y la lucha es más intensa. Tina Modotti no quería utilizar artificios. Únicamente trató de documentar la pobreza y la injusticia para que todos asumiéramos nuestro deber de combatirlas. Esta exposición de FNAC Plaza España no le hace justicia, pero por algo se empieza. También se ha editado libro-catálogo escrito por la misma comisaria de la exposición, Margaret Hooks. Hasta el 28 de febrero, en Zaragoza. Después seguirá por otros centros FNAC. 


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