jueves, 3 de junio de 2021

Cine: Cruella de Craig Gillespie (2021)

Estoy convencida de que nadie nace malo y esto quiere decir que todos los malos tienen un pasado. Un pasado donde, quizá, no hayan sido malos y una encrucijada en su camino vital en la que algo se torció. Si consiguiéramos detectar ese punto crítico quizá no hubiese maldad en el mundo. Esto, sin duda, es demasiado ingenuo y, con frecuencia, hay que admitir que los humanos somos una especie depredadora que vive en un medio hostil y que tenemos la extraña predisposición de recurrir recurrimos a la violencia cuando nos creemos amenazados. 

Craig Gillespie es un director de cine australiano que no conocía. El reclamo más interesante de esta película, para mí, eran las dos protagonistas, Emma Stone y Emma Thompson, geniales las dos en sus papeles. Pero creo que, a partir de ahora, habrá que seguirle la pista al director también. Mark Strong tiene un papel muy pequeño aunque suficiente para llenar la pantalla con su presencia. De los otros dos protagonistas, Joel Fry y Paul Walter Hauser, que encarnan el contrapunto emocional y divertido, no conocía nada.

Bueno pues como decía, nadie nace malo. Estella nace con un peculiar cabello bicolor (imagen del bien y del mal) y vive una vida más o menos normal contando siempre con el apoyo de su hacendosa madre. Las dos solas se apañan. Aunque en su colegio se dediquen a hacerle la vida imposible, ella no se amilana y devuelve el golpe todas las veces que sean necesarias hasta que su madre decide sacarla de ese colegio, una décima de segundo antes de que sea expulsada. Éste será el detonante de un cambio transcendental en su vida que la enfrentará a su dilema final, elegir entre el bien o el mal.

Cuando vi que la película duraba 134 minutos ya me entraron escalofríos porque no soporto el cine que dure más de 90 minutos. Con eso debería ser bastante para contar una buena historia. Pero la verdad es que esta película no se hace nada pesada. Su ritmo es constante y muy adecuado. La estética es brillante y el vestuario una auténtica locura. Queda a medio camino entre el paisaje dickensiano más clásico y la explosión de creatividad y trasgresión del punk-rock londinense de los años 1970-1980. Ambientar la acción en el mundo de la moda no puede ser más adecuado y poner como contrapunto músicas muy conocidas facilita una relación muy personal con la película.

Además, las actrices son una maravilla. Empezando por Emma Thompson que mantiene una actitud y una estética que transforma la ingenuidad de la Audrey Hepburn de Desayuno con diamantes en la maldad elegante de la Meryl Streep de El diablo viste de Prada. Es una diseñadora de moda consagrada, brutal, sin piedad y sin frenos morales de ningún tipo. Emma Stone y su look Vivianne Westwood, por su parte, reviste al personaje de una cierta ternura de acero inoxidable que puede llegar a convertirse en un juego completo de cuchillos de diseño, con los que dejar fuera de combate a cualquiera. Una mujer de armas tomar, si es necesario: soy una mujer oídme rugir. Es una joven diseñadora en busca de su primera oportunidad, prometedora y antisistema, situada en el filo de la navaja moral, en la tesitura de inclinarse por el bien o por el mal, dependiendo de las circunstancias que tenga que vivir. Y, a veces, los buenos propósitos no son suficientes.

Os dejo con la incógnita sobre el camino que elegirá: perhaps, perhaps. Sólo os diré que Estella muere y deja paso a Cruella, Cruella de Vil. Una película que se ha definido por ahí como de tono barroco gamberro. Completamente de acuerdo. Id a verla porque, entre otras cosas, esta vez Disney huye de Disney. Cruella os espera.


Dirección: Craig Gillespie
Guion: Dana Fox, Tony McNamara
Música: Nicholas Britell
Fotografía: Nicolas Karakatsanis
Intérpretes: Emma Stone, Emma Thompson, Joel Fry, Paul Walter Hauser y Mark Strong.



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