lunes, 13 de noviembre de 2017

Novela: El verano sin hombres de Siri Hustvedt (2011)

La autora.-
Siri Hustvedt es ensayista, novelista y poeta. Ha publicado ya bastantes libros, la mayoría ensayos sobre feminismo, arte y ciencia, aunque pocos de ellos están traducidos al castellano, lamentablemente. Su último libro publicado en castellano es un ensayo: La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres.  

Mi opinión.-
Debido a la preocupante falta de espacio en mi casa para albergar más libros y también a mi precaria situación económica, cuando me interesa un autor ahora recurro a las bibliotecas públicas de Zaragoza para leer antes de comprar. Así me encuentro con gratas sorpresas como esta novela, El verano sin hombres.

Mía Fredricksen tiene 55 años, es una poetisa reconocida que lleva casada 30 años con Boris, hasta que un día, este Boris decide que está cansado y necesita una pausa. La “pausa” es una joven francesa que no tiene más relevancia en la novela. Sin embargo, esto para Mía supone una debacle. Aunque es una mujer de finales del siglo XX o principios del XXI, que ha desempeñado su profesión y ha vivido en un ambiente aparentemente igualitario respecto a las relaciones de género, todo su mundo se viene abajo y su salud mental también.

Después de salir de la clínica psiquiátrica regresa a su pueblo natal, con su madre. Allí tendrá la oportunidad de conocer a las “Cisnes”, amigas de su madre que han formado un peculiar club de lectura. También podrá dar clase de creación literaria a unas adolescentes, inseguras, oscuras y agresivas como son todas las adolescentes. Y por último, se encontrará también con una vecina casada, joven y con dos niños y una considerable dependencia emocional y económica respecto a su marido, inseguro y violento.

El encuentro con las ancianas “cisnes” supone para Mía mirar abiertamente los estragos de la vejez y enfrentarse con la muerte y también con una generación de mujeres que no han podido expresarse libremente. Abigail sería la representante clara de esa generación de mujeres silenciadas. Toda su vida ocultó que había estado enamorada de otra mujer. Pero para expresarse ha utilizado otra táctica: se permite bordar lo que ella llama divertimentos. En ellos oculta/revela su verdad.

La novela es muy interesante. La protagonista se coloca en el papel de cronista de las realidades de esas mujeres de diferente edad a una cierta distancia pero también es capaz de autoexaminarse constantemente con esa misma distancia, con humor y a veces con un poco de cinismo. La acción, durante el verano, discurre lentamente pero no se hace pesada. Al mismo tiempo Mía intercala sus recuerdos.

También autoexamina a su marido y la larga relación que han mantenido, y esto le sirve para, caústicamente, teorizar sobre las dependencias emocionales de los hombres y las diferencias sexuales, biológicas y psicológicas con las mujeres. La manera diferente en que ambos entendemos el amor, la intimidad y, a fin de cuentas, la vida.

Hustvedt refleja el caos interior que vive Mía después de ser abandonada por su marido a través de esta narrativa en primera persona, con sus recuerdos y también con cartas y correos electrónicos, disquisiciones teórico-filosófico-psicológicas y también ingenuos dibujos de la propia autora. A mí lo que me parece más importante de ese excepcional verano, no es que Mía, en su edad adulta, viva sin hombres sino que se rodea especialmente de mujeres en momentos cruciales de su adolescencia, juventud y vejez. Muy recomendable.




El verano sin hombres 
Siri Hustvedt 

Trad.: Cecilia Ceriani

Ed. Anagrama 

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