miércoles, 1 de mayo de 2019

Novela: Canción dulce de Leila Slimani (2016)


La autora.-
Nació en Rabat donde realizó sus primeros estudios para trasladarse después a París y continuar en el Instituto de Estudios Políticos, especializándose en medios de comunicación. Ejerció como periodista durante unos años y publicó su primera novela en 2014. Con su segunda novela Canción dulce obtuvo el Premio Goncourt en 2016. 


Mi opinión.-
Esta novela me ha recordado constantemente a El extranjero de Albert Camus, especialmente por la distancia emocional que manifiesta su personaje principal, Louise. Es una novela que, también, aborda la frustración de la maternidad. De alguna manera, Myriam y Louise son dos facetas contrapuestas pero interrelacionadas de enfrentarse a la maternidad y los cuidados.

La familia vive en un bonito edificio de la Rue d'Hauteville
Ya en el primer capítulo se plantea la tragedia, lo que queda por averiguar a partir de entonces es el por qué. Y esto resultará frustrante porque no llegaremos a saberlo al final de la novela. Quedará entonces a la interpretación de cada cual. Los motivos de Louise encuentran su explicación en su enfermedad mental, en cierta fobia social o, quizá, en su resentimiento hacia Myriam.

Louise vive lejos del centro de París y de la familia
Myriam lleva, aparentemente, una vida idílica de la que está asqueada. En unas pocas páginas somos conscientes de que la dulzura del hogar la agobia, que su burbuja de protección acabará por ahogarla, y que la maternidad resulta una devastación absoluta, “me están comiendo viva” dice en la página 22. Era una joven y prometedora abogada que abandonó su profesión para formar una familia junto a un marido que se ha vuelto totalmente indiferente.

La familia y Louise van de vacaciones a Grecia
Así que cuando se le presenta la oportunidad de volver a trabajar la coge sin pensarlo. Y se entrega al trabajo, sin medida, tal y como ha hecho con la maternidad y vuelve a ser mujer, a ser una persona, a no ser sólo una madre. Pero para poder sobrellevar su nueva vida necesita una canguro que se ocupe de sus hijos. Myriam es de origen magrebí y sin embargo mantiene prejuicios respecto a las niñeras extranjeras; por eso, Louise y su tez blanca y sus buenos modales y su pequeña estatura y su sonrisa candorosa le parece una buena elección. Una niñera blanca y francesa.

Melancolía delirante.
Louise se convertirá poco a poco en la ayuda perfecta, tan indispensable como invisible, tan entregada a su trabajo como Myriam lo está al suyo. Demasiado entregada, tanto que casi da miedo. ¿Por qué lo hace? Louise ha vivido demasiadas carencias emocionales. En la infancia, en la juventud y también en su madurez. Y parece que está decidida a que no se vuelva a repetir. Necesita a esta familia pero empieza a sospechar que la familia pronto no la necesitará. Es aquí donde no coincido con la autora.


La autora considera que la fuente de los problemas de Louise son sus carencias emocionales y un trastorno definido como melancolía delirante, un trastorno depresivo mayor que suele pasar desapercibido, pero del que encontramos rasgos claros en la novela. La carcasa de pollo es, sin duda, uno de ellos (página 198). Sin embargo, yo creo que hubiese sido mucho más interesante para el desarrollo de la novela que la tragedia se hubiese producido por las diferencias de clase y origen entre las dos mujeres y no en un trastorno mental.

La pareja podría ser así. BoBos parisinos, burgueses bohemios.
Hubiese sido una buena ocasión, como occidentales, para enfrentarnos al hecho de que no todos los peligros que nos acechan llegan con la inmigración. Que seguimos manteniendo estructuras sociales que nos marcan y que excluyen a la mayoría de la población de un bienestar socioeconómico y emocional necesario para la vida; pero, a pesar de esto, podemos decidir nuestro destino. Sí, la mayoría estamos expuestos a un contexto hostil, tenemos frustraciones pero la mayoría no matamos, ¿o no? De cualquier manera, es una gran novela que, como he dicho al principio, recuerda a los clásicos y cuestiona el lugar de las mujeres en la sociedad y su explotación. Tanto el personaje de Myriam como el de Louise sufren las consecuencias de su pertenencia al género femenino. Utiliza n lenguaje muy medido, austero y sencillo para relatar dulcemente situaciones brutales. Se me castigará por no saber amar, dice Louise. En la línea de Albert Camus y también de Marguerite Duras y en una edición muy cuidada de Cabaret Voltaire.




Canción dulce
Leila Slimani

Traducción: Malika Embarek López

Ed. Cabaret Voltaire

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