lunes, 16 de septiembre de 2019

Cine: Los Goonies (1985) de Richard Donner


Los Goonies hacen realidad la fantasía que todos hemos tenido de pequeños y, además, la mejora. Especialmente cuando estábamos de vacaciones en un sitio desconocido. Cuando íbamos al pueblo de nuestros abuelos o a cualquier localidad en la playa o, incluso, en la montaña ¿quién no soñaba con encontrar un tesoro o, siquiera, una cueva olvidada o un manuscrito antiguo?


Yo confieso que, en las últimas escenas de la película, cuando el barco de Willy el Tuerto vuelve a surcar los mares, se me acelera el corazón, como si todo eso fuese posible y Odissey Marine Exploration (esa empresa cazatesoros que se dedica al saqueo de pecios españoles) no existiera. En realidad, es como si cualquiera de las aventuras de Los cinco, esos personajes creados por Enid Blyton, se hubiera hecho realidad. Aunque en las aventuras de Los cinco, las chicas tengan un mayor protagonismo.


La película es de 1985 y, aunque se ha reestrenado restaurada, se nota el paso del tiempo. Sin embargo, no deja de tener su atractivo y se confirma año a año su entrada en el Olimpo de las películas de culto de los años 1980.


Se rodó en Astoria, Oregón, en la costa del Pacífico, una pequeña ciudad fundada en 1811 por Johann Jakob Astor. Según la Wikipedia este señor fue el primer multimillonario estadounidense e hizo su fortuna con el comercio de pieles (hoy no estaría muy bien visto). En Astoria se localizan los Goondocks, muelles que anteriormente se utilizaban para atracar las pequeñas barcas pesqueras. A sus habitantes se les llaman los goonies.


Los goonies son cuatro chavales preadolescentes que, posiblemente, pierdan sus hogares y tengan que irse a vivir a una ciudad del interior, disolviéndose la pandilla. A los cuatro chicos se les unen involuntariamente el hermano mayor de uno de ellos y dos chicas que pasaban por allí y que no son muy relevantes. Cuando están preparando ya la mudanza en casa de Mickey encuentran en el desván el mapa de un tesoro y, por supuesto, se ponen a buscarlo.


Mickey es el buen chico dulce y sensible que será un adulto dulce y sensible; su hermano Brad es el guaperas de buen corazón que intenta ligarse a Andy, la joven novia de América de sonrisa perfecta; Stef, la amiga de la chica guapa, es la gafotas, sarcástica y protofeminista declarada; Data es el inventor desastre al que de vez en cuando le funcionan las cosas; Bocazas hoy no tendría sitio en una película, es un salidillo que le tira los tejos incluso a la madre de sus amigos; y Gordi, evidentemente es el gordito del grupo, pero también inteligente y realmente muy gracioso (la escena con el mafioso es antológica). Son personajes arquetípicos pero con la consistencia adecuada para hacer pasar un buen rato.


En la aventura de estos críos se cruzan también unos mafiosos de poca monta y mucho humor. La madre y los hermanos Fratelli parecen sacados de un comic infantil. A partir de su encuentro, la película son carreras, huidas, obstáculos, trampas, persecuciones y amenazas. Es decir, todo lo que hace divertido un viaje de la preadolescencia a la adolescencia, incluido el beso de la chica y el rescate del tesoro.





Director: Richard Donner
Guion: Chris Columbus (idea de Steven Spielberg)
Música: Dave Grusin
Fotografía: Nick McLean
Intérpretes: Sean Astin, Corey Feldman, Josh Brolin, Martha Plimpton, Joe Pantoliano, Kerri Green, Jeff Cohen, Jonathan Ke Quan, Anne Ramsey, John Matuszak

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