lunes, 20 de enero de 2020

Novela: El corzo de Magda Szabó (1959)


La autora.-
Magda Szabó nació en Hungría y es considerada de las mejores novelistas de la literatura centroeuropea actual. Nació en 1917 y tuvo una educación muy cuidada, como correspondía a una familia burguesa. Sufrió la represión del régimen comunista y se manifestó como disidente a partir de 1960. Murió en el año 2007. Otras obras suyas: Resentimiento, La balada de Iza, La puerta, Abigail (no traducida al castellano). 


Mi opinión.-
Esta es la segunda novela que leo de esta autora y no será la última. En La puerta la autora ya conseguía transmitir los diferentes estados de ánimo de una mujer en un proceso de duelo, la mayoría de ellos surgidos por conflictos emocionales entre Magda y Eszter. En esta novela anterior, publicada en 1959, ya había utilizado esa misma estructura, la reflexión de una mujer sobre toda su vida ante una terrible pérdida.

Una tecomaría en la antigua casa de Gizike
En un periodo breve de tiempo, nos embarca a través de los recuerdos en su problemática infancia, en el dolor y en la pobreza extrema, en la guerra y el posterior régimen prosoviético. En no haberse sentido querida y haber sido desplazada, paradójicamente, por el gran amor que se tenían sus padres. Haber sido una niña adulta desde muy jovencilla, tomando las riendas de un hogar pobre, que subsistía a duras penas, a pesar de venir de una familia acomodada del anterior régimen.

Su padre cultivaba epiphyllum
Esta infancia y adolescencia desoladas todavía le hacen vivir en el resentimiento. Y mostrará ese resentimiento especialmente contra Ángela. Una niña vecina y compañera de colegio que disfruta de una mejor situación económica aunque vive experiencias similares durante la guerra y el desamor entre sus padres es claro y manifiesto, hasta el punto de que conviven bajo el mismo techo, la esposa y la amante del padre.

Esparceta
En unas pocas páginas, inquietantes, escritas con una maestría absoluta, otra de sus amigas de la infancia, Gizike, descubrirá el cadáver de su madre, asesinada por su padre. Nos parece, a veces, que los demás tienen una vida mejor pero todas estas niñas tienen motivos suficientes para vivir en la amargura. Sin embargo, sólo Eszter se mantiene en esa amargura hasta su edad adulta, disfrutando y regodeándose de su situación.

El corzo
Pero, ¿por qué Eszter odia tanto a Angéla? No lo sabemos con certeza. Pero la intensidad de su odio le lleva a procurar la muerte del pequeño corzo que Angéla había recibido como regalo. No se le puede infligir mayor dolor a un niño o a una niña que matar a un animalillo, compañero de sus juegos.

Siemprevivas azules
Aunque Szabo sufrió las represalias del régimen prosoviético impuesto después de la II Guerra Mundial, apenas es perceptible la crítica, debido sin duda al ambiente de represión. Sin embargo, ridiculiza a alguno de los funcionarios gubernamentales y la mayor crítica puede que sea desplegar en la novela todos los sentimientos negativos que un ser humano puede tener. Eszter se inventa un pasado de lujos y delicadeza para impresionar a los nuevos funcionarios, aunque su infancia ha sido atroz, así queda como una heroína comunista que renuncia a sus privilegios para abrazar la causa del pueblo. Engaña, de esta manera, a quien quiere ser engañado, como cuando siendo una niña confesaba pecados inexistentes para que el cura la amonestase. Así, la autora se enfrenta al realismo socialista que negaba la importancia de los sentimientos y las emociones en el mundo. Sin embargo, suelta estos sentimientos y emociones como un torrente capaz de anegar la vida humana. 

En Isla Margarita, Budapest, se encuentra con su amante.

De adulta mantiene una relación de amor-odio con su amante que resultará ser el marido de Angéla. Se reproduce así, la misma situación triangular que vivió siendo niña. Pero esta vez lo hace voluntaria y conscientemente. A través de los años su amante le ha ofrecido divorciarse de Angéla y casarse con ella y ella siempre lo ha rechazado. De esta manera, parece mantener una distancia de seguridad con respecto al amor que cree no merecer. Y también, de esa manera, sigue dominando sobre Angéla, quitándole cuando quiere lo que Angéla más quiere.

Delphinum
Al final de nuestras vidas entendemos que resulta determinante la infancia vivida, que es allí donde aprendemos a amar y a odiar, a ser brutales y generosos, a compartir y a robar. Eszter vive dominada por el miedo y lo manifiesta así ante la muerte de su madre: mientras las lágrimas descendían por mis mejillas, silbaba porque sabía que se había acabado, había llegado el final, aún debería limpiar la casa y me quedaría sola, completamente sola, ya no tendría que pasar miedo por nadie. Más que la miseria, la pobreza o el desamor Eszter ha vivido desde la infancia con el miedo a la miseria, la pobreza o el desamor, con el miedo a la pérdida.

Antirrhinum
Este libro es una despedida, una larga reflexión sobre la vida vivida pero es también una promesa de reencuentro. Las referencias a las distintas especies de flores nos llevan del pasado, su padre era un apasionado jardinero, al presente en el cementerio donde acaban de enterrar a su amante y donde, quizá, pronto se reúna con él.


El corzo
Magda Szabó

Trad. Adan Kovacsics

Editorial Minúscula

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