miércoles, 27 de enero de 2021

Novela: Lectura fácil de Cristina Morales (2018)

La autora.-

Cristina Morales es una joven escritora y licenciada en Derecho y especialista en Relaciones Internacionales, considerada como una de las de mayor talento de su generación. También pertenece a la compañía de danza contemporánea Iniciativa Sexual Femenina. Empezó a publicar en el año 2008 y ha levantado polémicas por algunos de sus comentarios más incendiarios. Otras obras suyas: La merienda de las niñas, Malas palabras, Terroristas modernos. 

Mi opinión.-

Lo primero que hay que advertir sobre este libro es que contradice su título. Su lectura no es tan fácil como aparenta. La historia está narrada desde cuatro puntos de vista diferentes. Es la evolución vital de cuatro mujeres adultas discapacitadas, emparentadas, dos son hermanas y las otras dos primas hermanas de las anteriores, que comparten un piso tutelado en Barcelona.

Son cuatro voces diferentes aunque una de ellas Marga, eje central de la narración, apenas tenga voz. Y estas voces diferentes utilizan distintas estrategias narrativas y también diferentes estilos literarios para crear una historia poliédrica, en la que se alteran y mezclan los tiempos vitales de cada una de ellas.

Ángels está escribiendo una novela a través de un grupo de WhatsApp. Por ella sabremos qué significa lectura fácil: un modo de expresarse inclusivo, adaptable a cualquier circunstancia y que tiene por objeto que la persona discapacitada entienda claramente lo que lee. Ángels es la mayor de todas. Después de la muerte de su madre fue a vivir con su tío y después de esto estuvo interna en varias instituciones, para terminar viviendo en un piso tutelado por la Generalitat de Cataluña en Barcelona, junto con sus tres primas. Es la que tiene menor grado de discapacidad y, en su novela, revela toda su inocencia. Al tomar las instrucciones de la lectura fácil al pie de la letra pone en jaque la hipocresía y la falta de miras de las propias cuidadoras y también de su familia.

Patri tiene 33 años y padece logorrea. En la novela Patri cuenta su historia y la de Marga a través de sus declaraciones ante la juez encargada de decidir si Marga debe ser sometida a una esterilización involuntaria. Patri habla, habla y habla sin poderse contener y su intervención podría incluirse en cualquier película de Almodóvar.

No me queda claro si su hermana Nati era una superdotada que sufre una gran crisis en la universidad cuando está preparando el doctorado o es algo que se inventa ella para justificar lo que llama el “síndrome de las compuertas”. Un síndrome ficticio que la hace comportarse como una clarividente en política, con un discurso apabullante, brutalmente crítica contra el patriarcado, el anarquismo, la falsa inclusión, el buenismo, los hombres, las mujeres, el sexo, en fin, que cuando sufre sus crisis no deja títere con cabeza. Pero que también se expresa, igual de brutalmente, a través de la danza. Es una manipuladora acostumbrada a ganar en los debates intelectuales.

Finalmente, Marga es quien desencadena la crisis que termina con el hogar compartido entre las cuatro. Marga despliega un gran deseo sexual que preocupa a sus amigas y también a las cuidadoras. Padece también una depresión y apenas escuchamos su voz. Sin embargo, su iniciativa hace que asistamos a las reuniones y el levantamiento de actas de un grupo de okupas que también podría tener un sitio excepcional en una película del primer Almodóvar. Las actas son desternillantes, irónicas y ridiculizantes para el movimiento okupa.

En conjunto la novela sorprende aunque, a veces, sea difícil de seguir. En algún momento, me ha parecido que podría ser la otra cara de Los santos inocentes. Una cara en la que la voz y el protagonismo lo tienen las discapacitadas y no un narrador neutral, ni mucho menos los antiguos señoritos o la iglesia, ni tampoco las familias o los nuevos señoritos que podrían ser los trabajadores sociales. En ese sentido es una novela muy crítica y brutal, muy anarca; pero también muestra la humanidad de las personas discapacitadas, su derecho a desarrollarse como personas y decidir sobre su propia vida con una mezcla de ingenuidad, picardía y mala leche. Además, en las páginas centrales se incluye un fanzine que tiene una gran importancia en el desarrollo de la novela, así que también podría considerarse como novela gráfica. Muy recomendable.

Por esta novela la escritora ganó el Premio Herralde y también fue muy criticada por su aspecto personal y por unas declaraciones anarcoides que escandalizaron a los biempensantes. A mí me parece que ha ido un paso más allá superando a las sinsombrero y además de quitarse el idem se ha rapado el pelo; pero dentro de unos años, no muchos, votará al PP y en 50 años será considerada una venerable anciana. Por el momento hay que seguir leyéndola porque me parece una escritora que no nos podemos perder. 

Lectura fácil 
Cristina Morales 
Anagrama 


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