jueves, 5 de noviembre de 2020

Cine: Explota, Explota de Nacho Álvarez (2020)

Para estos días grises necesitamos que el cine se convierta en un mundo de color que brilla mucho más gracias a las canciones de Raffaella Carrá. Y eso es lo que hace esta película. Una buena comedia musical que ayuda a levantar el  ánimo y que tiene todo aquéllo que le falta a La la land. Humor y unos personajes secundarios perfectos. Además mantiene en todo momento un tono de cuento de hadas ligero que facilita que el espectador sintonice con la trama y que consigue que la película nunca caiga en la ñoñez. Además, la banda sonora es una auténtica educación sentimental y la fotografía y el color espectaculares. 

Si no vas a creerte el cuento de hadas mejor no entres en el cine porque si no se te hará difícil aguantar la buena disposición de todo el mundo hacia María y lo fácil que le resulta remontar y volverse a enamorar. A mediados de los años 1970, María (Ingrid García-Jonsson) es una joven novia que huye llorando de una iglesia en Roma y no se le ocurre mejor idea que tomar un avión hacia Madrid. A pesar de que sigue llorando durante todo el vuelo las azafatas se encargarán de darle la primera lección para su nueva vida.

Después, ya en tierra, Amparo otra azafata interpretada magníficamente por Verónica Echegui, se convertirá en su mejor amiga, le ayudará a encontrar trabajo y le proporcionará un hogar. En el aeropuerto también tropezará literalmente con Pablo (Pedro Guallar), un joven recatado, tímido y muy muy guapo del que inmediatamente se enamora. Además una maleta perdida será la excusa para que se vuelvan a encontrar; esta vez en los estudios de Televisión Española.

Pablo trabaja allí, como ayudante del censor (que además resulta ser su padre). Celedonio, que así se llama el respetable señor, tiene intención de enchufar a su hijo en este puesto cuando se jubile. Celedonio es un hombre chapado a la antigua, amigo personal de Carmen Polo y una oportunidad para que el actor Pedro Casablanc se luzca creando un personaje histriónico, que persigue a las bailarinas con una regla para medir la largura de sus faldas y que, al final, se moderniza y redime. Un poquito. 

La verdad es que los personajes de las chicas son un bombón para lucirse; los de los chicos no tanto. Ingrid Garcia-Jonnson sorprende por su frescura y su seguridad a la hora de enfrentarse a las canciones y las coreografías. Y Verónica Echegui conquista con su acento murciano y sus ganas de vivir. Natalia Millán despliega toda su elegancia aunque sea en un papel secundario, pero está fantástica y recrea en una de sus actuaciones esa situación tan conocida del floripondio. El floripondio que un censor le puso en el pecho a Rocío Jurado porque su escote resultaba escandaloso.

Esta es otro de los puntos a favor de la película. Su capacidad de recrear los últimos coletazos de una censura que resultaba ya absurda hasta para los propios censores y los prebostes del régimen. Una nueva generación empezaba a destacar y estaba a punto de alcanzar su protagonismo y ya no necesitaba tutelas morales sino una música que le diese ganas de vivir y eso hizo Raffaella Carrá y su célebre latigazo de melena. Esta película se sitúa en la estela de Mamma Mía aunque no se puedan comparar sus presupuestos. Aparecen las canciones más conocidas incluida Tuca, Tuca que fue prohibida y que muy pocos conocían. Caliente, caliente, Adiós, amigo, Lucas, En el amor todo es empezar, Rumore, Hay que venir al sur. 


Y entre todas ellas, Fiesta. En esta canción está resumida la educación sentimental básica que toda mujer debería recibir. A ver lo explico: en la primera estrofa, la chica está triste en una fiesta. Él se ha ido porque ella le anulaba su libertad. Para la chica quedaban las lágrimas y el desperdicio de sus besos, pero también está determinada a que las cosas cambian y a dejar atrás esa manera de actuar. Así que en el estribillo Raffaella recomienda ser cauta y no decir la verdad, si estás enamorada no le asustes pero haz tu vida. En la segunda estrofa, otra fiesta. De la fiesta realizada sin ti pasamos a la fiesta con amigos y sin ti. Esa diferencia es importante porque pone de manifiesto las ganas de volver a vivir de la chica. ¡Ah!, pero en la tercera fiesta, él vuelve. Arrepentido, con otra mirada, reconociendo que ha sido culpa suya y que la libertad sin ella no tiene ningún sentido. Sin ti, ¿qué haría yo sin ti? Al final todos felices. Para disfrutar.


Director: Nacho Álvarez
Guion: Eduardo Navarro, Nacho Álvarez, David Esteban Cubero
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Música: Roque Baños con canciones de Raffaella Carrá
Intérpretes: Ingrid Garcia-Jonsson, Verónica Echegui, Fernando Guallar, Pedro Casablanc, Natalia Millán

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