La autora.- Paula
Lapido nació en Madrid en 1975. Es licenciada en Ciencias Físicas por la
Universidad Complutense de Madrid y trabaja en informática. Y además de
escritora, canta como soprano, toca el piano y el violonchelo; también se
divierte haciendo punto y bizcochos. Empezó publicando cuentos en revistas y ya
ha publicado un libro de relatos la Teoría
del todo y una novela Horror vacui.
Mi opinión.- Horror vacuime gustó mucho como novela
de intriga sobre la identidad de las personas y sobre la representación teatral
constante en la que vivimos; sobre los roles que vamos adoptando según la situación y el resto de personajes con que nos encontremos.
Era una novela enrevesada y fascinante, hipnótica. No puedo decir lo mismo de Los que alcanzan la orilla que me ha
parecido que cae en estereotipos. Últimamente estoy preguntando a mucha gente
por qué no se encuentran críticas literarias negativas y nadie sabe
responderme. Yo creo que hay una cierta confabulación entre editoriales y periodistas, y entiendo perfectamente que exista ya que es posible que todos ellos pertenezcan al mismo cluster empresarial; pero tampoco encuentro estas críticas negativas en el caso de blogueros aficionados. Voy a romper esa inercia y a partir de
ahora, también publicaré las críticas de libros que no me hayan gustado o,
incluso, de aquéllos que no haya querido acabar de leer. Por solidaridad
lectora. Porque los libros son relativamente caros y porque además todos vamos escasos de tiempo para leer, así que hay que ser honestos el caso de los avisos a navegantes.
La novela parte de la desaparición de un joven pianista prodigioso
cuando iba a participar en el concierto que supondría su consagración y de la
repercusión de este hecho en la vida de su hermana pequeña, Giulia. Años
después de la desaparición, Giulia recibirá la noticia de que Paul ha muerto. A
partir de ahí, descubrirá que su hermano no era lo que parecía. Sin embargo, este
descubrimiento para mí está plagado de tópicos. A través de otros personajes como el
bello y homosexual Lorenzo, como Camille, la niña adulta y su padre Olivier, el seductor involuntario, redescubre que su hermano era infeliz, que no quería tocar el piano, que ese
era el deseo de su padre, que por eso se llega a cortar un dedo y que,
finalmente había encontrado el equilibrio haciendo muebles en un pequeño pueblo
de la Provenza. Todo ello, poco antes de despeñarse en un paraje feo y anodino, indigno de
ser el broche final de su vida.
La desaparición de Paul
supuso para Giulia, entre otras cosas, un bloqueo creativo que no sabemos si
llegará a superar. Giulia era pintora y quemó todas sus obras. En la novela es también importante una plaga de escarabajos, omnipresente y agobiante, metáfora
seguramente de la situación personal de transformación-hacia-no-se-sabe-qué que está viviendo Giulia. Así, la acción
está dividida en cuatro partes que se corresponden con las fases de la
metamorfosis de los insectos: huevo,
larva, pupa e imago. Pero
confieso que no sé si, el llegar a la última fase, la fase de imago, supondrá para
Giulia superar su dependencia emocional del hermano mayor. La novela ha sido comercializada como una novela de intriga, de indagación sobre los motivos del hermano para huir. Sin embargo, con su muerte la ausencia ya se ha convertido
en definitiva y la pregunta de por qué Paul
la abandonó ya tiene respuesta. Sabíamos que Paul no quería ser pianista ni niño prodigio, ni tampoco quería reconocer su homosexualidad delante de su familia. Pero teniendo en cuenta que la acción se desarrolla alrededor de la década de los 2000 y en Europa, la respuesta es mucho más sencilla y al mismo tiempo más cruel. Paul se fue porque quiso y no hay más. No recomiendo este libro, pero sí recomiendo la primera novela de la autora, Horror vacui.
El autor.-
Patrick Modiano es un novelista francés consagrado. Recibió el Premio Nobel en
2014 y el Premio Goncourt en 1978. Es descendiente de una familia de judíos
italianos, lo cual ha modelado casi toda su obra. Junto con otros escritores y
matemáticos, entre ellos Raymond Queneau y François Le Lionnais, fundó en 1960
un taller de experimentación literaria llamado OuLiPo, Ouvroir de littérature potentielle que mantuvo cierta relación con
la literatura del absurdo. Otras obras suyas: Recuerdos durmientes, El horizonte, Domingos de agosto.
Mi opinión.- El lugar de la estrellasupuso toda una revolución en el panorama literario francés de
finales de los 1960. Es la primera novela de Modiano y también la primera de la
llamada Trilogía de la Ocupación junto
con La ronda nocturna y Los paseos de circunvalación. En estas
primeras obras Modiano recurrió al contexto histórico de la Francia ocupada
durante la II Guerra Mundial. Episodio que, no sin razón, él considera
vergonzoso en la historia de Francia.
No había leído nada de Modiano y, precisamente, porque me
interesa mucho ese período histórico, la época de la ocupación nazi de Francia,
romantizada con la Resistencia pero que también fue colaboracionista, elegí
estas novelas. Pero, lo primero que tengo que decir es que me ha resultado muy
difícil de leer. Se nota en esta primera novela ese deseo de experimentación
literaria del autor. Además, tiene muchas referencias a otros autores, de
origen judío y también gentil, y a obras literarias francesas clásicas y
modernas, y si no las conoces o no conoces la trayectoria de los autores
mencionados pierdes el sentido esencial de su literatura.
Está narrada en primera persona por el mismo protagonista, Raphaël
Schlemilovitch, un judío rico que a lo largo de su vida encarna los
distintos arquetipos con los que los franceses han alimentado durante siglos su
antisemitismo. Se produce durante toda la novela una ruptura sistemática de la
línea temporal, ya que es imposible que Schlemilovitch haya vivido todos
los acontecimientos históricos que dice que ha vivido. Así, si se reencuentra
con su padre en los años 1960 y está a punto de empezar a estudiar en l’École
Normale, no podría haber vivido la ocupación de los años 1940. En realidad, se
trata de una fábula, un sueño o una pesadilla, en realidad un arquetipo que transciende el tiempo y formula una reprobación
directa al antisemitismo de la sociedad francesa. Reelaborando, el famoso J'accuse de Émile Zola. Así, al menos, lo he
interpretado yo.
Intencionadamente, el autor utiliza la ironía y mucha sátira
para crear a este personaje que llega a resultar repulsivo y lo coloca frente a
los prejuicios del lector francés para que éste se reconozca como antisemita y
se avergüence por ello. Es un joven nuevo rico por haber heredado a la muerte de
un tío venezolano, explota su frivolidad y al mismo tiempo se ríe de su
condición de judío perseguido. Defiende a su anciano profesor colaboracionista
y también ayuda, seduciendo a las jóvenes provincianas con su encanto
francés, a un vizconde judío que se dedica a la trata de blancas. En fin, que hace todo lo posible para que el lector le desprecie, revelándose de esta manera como antisemita. Una manipulación perversa, ¿no?
No sé si podría recomendar esta obra. Desde luego es una novela muy original, un clásico francés
contemporáneo pero difícil de digerir. De momento, yo voy a dejar aparcadas las otras dos novelas
que terminan la trilogía. Necesito tiempo.
El lugar de la estrella.
Trilogía de la ocupación Patrick Modiano Trad. María Teresa Gallego Urrutia Anagrama
Los autores.- Paco Roca es un ilustrador y autor de cómics que empezó en
el mundo de la publicidad.
Otras obras suyas: Arrugas (ganadora del Premio Nacional del Cómic 2008 y adaptada al
cine), Memorias de un hombre en pijama, y como ilustrador La metamorfosis de Franz Kafka.
Guillermo Corral van Damme es diplomático de carrera desde
el año 1997, destinado en Turquía, Tanzania o Bruselas y ha ejercido siempre en
el ámbito cultural. También realiza exposiciones como fotógrafo. Otras obras
suyas: Mientras crece el bosque (relatos).
El tesoro del cisne negro es su
primer libro como guionista de cómic.
Mi opinión.-El tesoro del cisne
negro se inspira en hechos reales y muy desagradables, aunque, al final,
hayan tenido un cierto final feliz. La fragata de guerra Nuestra Señora de las Mercedes fue botada en 1786, para cubrir la
ruta comercial entre las colonias americanas y España. Estas naves eran
frecuentemente hostigadas por buques de Reino Unido a pesar de que no había una
declaración formal de guerra, para quedarse con su carga.El 5 de octubre de 1804, el convoy en el que navegaba la fragata Mercedes junto con otros buques, fue
atacado a traición en el Cabo de Santa María, muy cerca de la costa gaditana.
La Mercedes se hundió pero el resto de los navíos fue apresado, su carga
confiscada y su tripulación trasladada a la Pérfida
Albión como prisioneros de guerra. Este fue uno de los hechos que empujaron
a Godoy a ponerse de parte de Napoleón con las funestas consecuencias que
conocemos.
Pero la narración del cómic empieza cien años después
modificando alguno de los nombres. En el año 2007, la empresa cazatesoros Ithaca (en realidad es Odissey Marine Exploration) transporta
desde Gibraltar a Estados Unidos una gran cantidad de monedas de plata y oro, recuperadas
de un barco que ellos llaman El cisne
negro. Pero el gobierno y los historiadores navales españoles sospechan que
se trata del tesoro de la Mercedes.
El verdadero argumento de la historia son, en realidad, los
esfuerzos de diplomáticos, funcionarios del ministerio de exteriores,
investigadores e historiadores españoles por demostrar la propiedad del pecio y
de todo su contenido. Así el gobierno de España plantea una demanda en Florida
contra esta empresa cazatesoros y después de una ardua batalla legal-naval, gana,
consiguiendo que el tesoro llegue por fin a España cien años después.
Como no soy muy de cómics quizá no aprecie este trabajo en
lo que vale. Sí que el guion me parece muy interesante y ameno; se va moviendo desde
la novela histórica y de aventuras a la de misterio, incluyendo la intriga
político-judicial y aprovecha también para mostrarnos el trabajo y los tejemanejes
dentro de un ministerio que, lamentablemente, no es considerado todo lo
prioritario que debería ser. La imagen me parece adecuada aunque muy
esquemática, semejante al Tintin de Hergé. Los colores ayudan a situar el
contexto de la narración: gamas de azules grisáceos para las escenas marítimas;
pardos para el ministerio; y colores más cálidos para las escenas en las que
chico encuentra a chica, chica dice que no, chico y chica vuelven a
reencontrarse y, al final, chica dice que sí.
Esta novela gráfica me ha parecido muy interesante porque
pone al alcance de muchos lectores una historia real que podía habérseles pasado
desapercibida, aunque tuvo una gran cobertura mediática a partir del triunfo
judicial. No obstante, también es una historia muy peliaguda porque plantea
cuestiones todavía no solucionadas entre colonizadores y colonizados. Hubo voces
que pidieron devolver el oro de las
Indias a los actuales países de origen, aunque en el momento en el que el
barco zarpó no existiesen. A partir de entonces algunos países latinoamericanos
prefieren pactar la explotación de esos tesoros con las empresas cazatesoros
estadounidenses o mixtas, no muy respetuosas de la historia y de la cultura y que tampoco consideran los pecios como tumbas de tripulantes y pasajeros,
antes de colaborar con las autoridades españolas que, de alguna manera, se
seguirían beneficiando del oro de las
Indias.
Resentimientos aparte, no podemos ser tan ingenuos de pensar
que los estados surgidos de la independencia de las colonias son más herederos
y continuadores de los colonizadores que de los colonizados. La verdad es que
no sabría cómo solucionar este asunto. Quizá sería el momento de crear una
institución independiente que de verdad valorase las culturas nativas de
América o de potenciar una institución ya existente como la UNESCO, para la
gestión de esos fondos.
En este caso, la novela gráfica termina con el cierre de una
cámara acorazada y con el Ministerio de Cultura recibiendo las gracias y
felicitaciones por su triunfo pero nada más, y el tesoro, ¿qué fue de él? Para
saber más aquí. Además, se está
preparando serie de TV. Bien.
El tesoro del Cisne Negro Paco Roca y Guillermo Corral Astiberri ediciones
Las autoras.- Felicidad Blanc nació en el Barrio de Salamanca, epicentro
de la burguesía madrileña, en 1913. Una burguesía culta y cuyos impulsos
renovadores se vieron, definitivamente, truncados por la Guerra Civil y el
franquismo. Escribió algunos cuentos, reunidos en el libro La ventana sobre el jardín. Aunque
su principal ocupación fuese la de ser ama de casa y madre de familia.
Natividad Massanés no figura como autora de este libro aunque
se encargó de darle forma en 1977. En realidad, Felicidad Blanc nunca quiso
escribir su biografía, pero le propusieron someterse a una entrevista casi sociológica, grabada y dirigida por Massanés, en la que ésta ejercía de “interlocutora
objetiva, que orienta sólo la narración allí donde el relato se dispersa o
resulta oscuro” tal y como ella reconoce en el prólogo. Pero, aunque al no disponer
de las grabaciones originales no podemos saber el grado de participación de
Massanés, creo que en una conversación entre dos personas la autoría
es conjunta.
Mi opinión.-
Felicidad Blanc alcanzó cierta popularidad en 1976, cuando
se estrenó la película de Jaime Chávarri, El
desencanto. En esta película, una familia ajustaba cuentas consigo misma.
Los tres hijos del poeta Leopoldo Panero y su viuda, frente a frente. Leopoldo Panero,
literariamente, perteneció a la Generación del 36 y fue un personaje
controvertido. Durante la guerra fue arrestado por ser rojo y después se afilió
a la Falange; durante la posguerra fue agregado cultural y director del
Instituto Español en Londres, pero, desde su puesto se esforzó por contactar
con los intelectuales exiliados. No sé si esto significa que estaba más
comprometido con las personas que con las ideas. Aun así, lo que se desprende
de la película es que fue un marido y un padre ausente y, a veces, violento y
que, en su madurez, cuando estaba cambiando de actitud, murió.
En cualquier caso, este es el libro de Felicidad Blanc. Es
su “historia de vida”, en la que además de sus peripecias personales podemos
vislumbrar la historia de una clase social. Su auge y decadencia. Una burguesía
española, ilustrada y competente; dedicada a los negocios pero también, o quizá
principalmente, a adquirir competencias intelectuales. Médicos, abogados y
literatos; casi exclusivamente hombres y políticamente conservadores. Pero
completamente diferentes a los franquistas, fuerza bruta que se impondría
socialmente después.
Felicidad Blanc fue hija de un cirujano prestigioso. Su padre descendía
de dos familias importantes de Barbastro, en Huesca, pero al mismo tiempo,
supo labrarse su carrera médica sin ayuda de nadie. Así, cuando nació ella, la
última de sus cuatro hijos, la situación económica de la familia era boyante y
pudieron trasladarse desde la Gran Vía al Barrio de Salamanca.
Sin embargo, Felicidad apenas recibió educación reglada. Sus
primeros conocimientos se los debe a institutrices en su hogar; una alemana y
otra francesa. El poco tiempo que asistió al colegio, San Luis de los
Franceses, estuvo dominado por el miedo a sus compañeras y a las profesoras.
Supongo que porque se sentía más ignorante que ellas. Después una vida de
fiestas, encuentros con jóvenes burgueses extremadamente educados, los primeros
noviazgos y pocas amistades femeninas. Esto me ha resultado muy chocante.
Apenas habla de sus amigas y llega un momento en que a las únicas mujeres que
conoce son a las novias de sus amigos o a las hermanas de sus novios. Su vida
está constantemente determinada por los hombres. Incluso mantiene una relación
más estrecha con su hermano que con sus hermanas. La Guerra Civil le sirve, también,
para estrechar lazos con su padre. Un hombre cariñoso pero que siempre se había
mostrado demasiado ausente. Entonces empieza a trabajar de enfermera en el
hospital y da muestras de su valía.
Después el noviazgo definitivo y la boda con Leopoldo
Panero. Desde el principio, habla del abismo emocional que les separa pero sin
culpar a nadie. Sin embargo, sigue adelante con la boda. Y con los embarazos que
afectan gravemente a su salud y con los abortos y la lejanía emocional y la
violencia de su marido. Se traslada a Londres con él y eso supone un poco de
aire fresco; un amor blanco con Luis Cernuda que dura pocos meses y con el que
no se reencontrará nunca más en su vida. Ni siquiera por carta.
Ella tampoco se describe de una manera muy emocional. Por
supuesto nunca hace referencia a las relaciones sexuales; pero tampoco profundiza
en la relación que mantuvo con sus hijos. Durante la infancia de los niños, les
considera su vida; pero, en la adolescencia, también se mantienen alejados. Por
la influencia del padre y, yo creo que también, por esa pasividad emocional de la
propia Felicidad.
Me queda la imagen de Felicidad como una mujer pasiva y triste,
lejana, fría emocionalmente. Con una frialdad que, incluso, se dedica a sí
misma. Una mujer ausente de todo y de todos; sin comprometerse con nadie.
Dejándose llevar por la vida que le había tocado en suerte. Cuando ya estaba
viuda retomó su vida, volvió a escribir y mantuvo una relación más adulta con sus hijos, hasta su muerte en 1990. Aun así,
en el capítulo 7 del libro, titulado Yo misma,
gran parte del protagonismo se lo lleva su hijo Leopoldo María. Ella misma se
define como una dama del siglo XIX, traspasada de romanticismo y de literatura, y yo creo que de allí viene su languidez,
nostalgia y extremada tristeza.