La autora.-
Pertenecer a varios clubes de lectura, distintos entre sí, me permite hacer grandes descubrimientos como el de esta brillante autora, aunque por su prematura muerte, su obra sea tan escasa. Esta novela está escrita en 1978 y en ella plantea reflexiones sobre la vida de las mujeres, sobre su relación con los hombres y, especialmente, sobre la maternidad deseada y no deseada que son todavía muy actuales.
Evidentemente, los hombres no son protagonistas de esta novela pero sí que se subraya la influencia que siguen teniendo en la vida de las mujeres y también el surgimiento de una nueva masculinidad. Tanto el marido de la protagonista como el psiquiatra, masculinidades más convencionales, hacen y deshacen, deciden y supervisan lo que Jodie debe de sentir, hacer, prever, sufrir y gozar. Sin embargo, se presenta un personaje secundario, Jack, cuya característica principal es ser paciente, saber esperar y ofrecerle su capacidad de escucha. Raro, ¿no? Yo creo que es un indicio claro de nueva masculinidad.
No obstante, el argumento principal de la novela es la relación de Jodie con sus hijos, Matthew de dos años y Orlando, un recién nacido. Y, especialmente, la culpabilidad que siente ella por no poderlos querer tal y como, se supone, que una mujer de 1978 debía querer a sus hijos: con un amor absoluto, por encima de todas las cosas, por encima de su carrera profesional y por encima de su desarrollo individual como persona. Es decir, casi casi como ahora mismo se les sigue exigiendo a las mujeres.
En el fondo de toda la novela lo que late es el final de un matrimonio. Un final que ninguno de los dos quiere admitir aunque Jodie hable de su “pobre marido” y éste se presente en la novela como un hombre atento, cariñoso y comprensivo que, en realidad, es un manipulador que está preparándole una trampa psiquiátrica.
Sin embargo, ante esta situación yo creo que Jodie no sabe
reaccionar y se equivoca completamente. Pretende volver al pasado, a un pasado
más o menos idílico en el que fue feliz. Para ello recupera a una antigua amiga
y establece una nueva relación con sus hijos que, desde mi punto de vista, es
una relación totalmente equivocada. Casi pretende jugar a las muñecas nuevamente. Esta situación supondrá el descalabro absoluto
de su matrimonio y de ella misma. No obstante, el libro es esperanzador puesto
que todos estos hechos se narran en un momento posterior cuando, podemos
suponer, que ella ya ha superado esta gran crisis y tiene posibilidades de recuperar
su vida. Un libro que lleva a la reflexión y por esto me parece muy interesante.
Recomendable al 100%.
Verity Bargate
Traducido por Mireia Bofill
Ed. Alba
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