Ahora toca hablar de la adaptación al cine de esta novela. La directora, Audrey Diwan, es también periodista y licenciada en Ciencias Políticas y tiene una considerable experiencia como guionista. Con esta película ganó el León de Oro de Venecia en 2021.
La primera ley reguladora del aborto en España se promulgó en 1937 aunque por las circunstancias políticas apenas tuviera efecto; después se han promulgado la Ley de 1985 y la actual de 2010. En Francia, el aborto se despenalizó en 1975 con la aprobación de la Ley Simone Veil. A veces, la existencia de una república laica no es garantía de derechos para las mujeres. Hoy en EEUU se está a un paso de considerar la interrupción voluntaria del embarazo como delito, otra vez.
En los años 1960, abortar voluntariamente en Francia significaba entrar en la cárcel. Existían muchas posibilidades de que esto fuera así porque al realizarse las intervenciones por aborteras, quizá con buena fe pero sin preparación, de manera clandestina y en condiciones poco higiénicas, la mayoría de las mujeres terminaban en el hospital y los médicos podían denunciarlas. Además, la intervención costaba una cantidad de dinero que la mayoría de las adolescentes y jóvenes no podían pagarse. Esto es lo que relata la película además, insertándolo en el contexto familiar, social y educativo en el que vivía Annie Ernaux, una mujer muy analítica y sobre todo valiente.
Diwan ha sabido traducir en imágenes la intensidad analítica de Ernaux situando siempre a Anamaría Vartolomei (que interpreta a la autora) en el centro de la imagen, en primer plano, aunque en la escena correspondiente haya otros personajes que lleven la voz cantante. Y es que la mujer que está sufriendo esa experiencia (y cualquier otra) es la que debe ser, en todo momento, protagonista de su vida. Y eso, a algunos médicos, curas, directores, escritores y señoros, en general, se les olvida frecuentemente.
La protagonista ha conseguido educarse gracias a becas y eso ha tenido dos consecuencias. En primer lugar que esté fuera del ambiente que por la posición social de sus padres le correspondería y en segundo que su nuevo contexto se muestre hostil respecto a ella. Esa es una constante que se percibe en todos los libros de Annie Ernaux. Ese transterramiento, ese no pertenecer a ningún sitio, ese no encontrar un apoyo sólido para los malos momentos.
La joven va a iniciar sus estudios universitarios en 1963 y descubre que está embarazada. Tiene muy claro que quiere escribir y ser profesora, aunque sus profesores la animen a quedarse en maestra de pueblo y que ese embarazo es un obstáculo en sus planes. A partir de entonces tendrá que buscar por sí misma una solución. Ni el amante ocasional sabe estar a la altura; ni ella puede confiar en su familia, principalmente en su madre, una comunista convencida que está decidida a que su hija tenga las oportunidades laborales que ella no tuvo; tampoco sus amigas son un entorno seguro al que acudir; el ginecólogo al que acude la engaña para que siga con el embarazo.
Al final conseguirá el contacto de una señora que practica abortos en la cocina de su casa por una gran cantidad de dinero que Annie obtendrá de sus ahorros y también vendiendo sus libros, un colgante de oro. Así, céntimo a céntimo sin recurrir a nadie encontrará la solución menos mala para poder continuar con su vida. Recomiendo la película a pesar de su dureza y por supuesto las obras de Annie Ernaux.
Guion: Audrey Diwan, Marcia Romano sobre la novela de Annie Ernaux
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
Fotografía: Laurent Tanov
Intérpretes: Anamaria Vartolomei, Sandrine Bonnaire, Luana Bajrami, Pio Marmai
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, deja tu comentario