jueves, 23 de abril de 2020

Novela: Más allá, a la derecha de Fred Vargas (1996)


La autora.-
Fred Vargas es escritora de novela policíaca, arqueozoóloga e historiadora; también es destacada ecologista. Tiene dos series policíacas principales; una de ellas protagonizada por el comisario Adamsberg  (he leído L'homme à l'envers) y otra por la trilogía de los tres evangelistas, historiadores que se dedican a desvelar misterios. También escribe ensayos de su especialidad profesional con su verdadero nombre, aunque ninguno de ellos ha sido publicado aquí: Frédérique Audoin-Rouzeau. La trilogía de los tres evangelistas está compuesta por: Que se levanten los muertos, Más allá a la derecha y Sin hogar ni lugar. Es Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018. 

Mi opinión.-
Me he quedado muy sorprendida con esta novela. Pertenece, es la segunda, a la trilogía de los tres evangelistas pero curiosamente el protagonismo no se lo llevan ellos. En absoluto. La autora introduce a un nuevo personaje, excompañero del viejo comisario Vandoosler, que se llama Kehlweiler y que recaba la ayuda de San Marcos, el medievalista. Estamos en 1995 y apenas han pasado 6 meses desde la resolución del primer caso.

Place de la Contrescarpe, París. 

Kehlweiler el alemán es un personaje muy interesante. Nació poco después del final de la II Guerra Mundial y por el apellido y por su fisonomía queda claro su origen. Pero no sabemos si el inicio de su vida es fruto directo de la violencia. Es un hombre callado, con pocos amigos, pero con una buena red de informantes por toda la ciudad, en eso se parece a Sherlock Holmes, pero sólo en eso. Tiene numerados los bancos de París, y algunos de sus árboles también, como referencia para sus labores de vigilancia, aunque ya no trabaja como policía. Marthe, una vieja exprostituta también le ayuda.

A Kehlweiler le gusta jugar en una de éstas
En su trabajo es concienzudo, obstinado y nada se le pone por delante. Llega incluso a ridiculizar a sus excompañeros en una escena delirante y surrealista, acompañado siempre por su sapo, Bufo. Examina exhaustivamente la prensa francesa. Prensa de todo tiempo y de todo el país que mantiene archivada en su casa.

Bufo
El caso es que en una de sus vigilancias descubre algo que le inquieta. Un pequeño hueso mezclado entre los excrementos de un perro. El perro le llevará hasta su dueño, que vive en otra ciudad pero que acude periódicamente a París. En Port-Nicolas, Bretaña, Kehlweiler seguirá con sus indagaciones. El hueso es de una mujer y tendrá que averiguar si ha habido alguna desaparición. Y no, no la ha habido pero sí ha muerto una mujer, aparentemente en un accidente, en los acantilados.

Acantilados de Port-Nicolas
Kehlweiler tendrá que convencer a policías y vecinos de que esa muerte es un asesinato y de que tiene relación con el pasado. Además, tangencialmente, surgirá una subtrama que también tiene que ver con el pasado histórico de Francia y, más directamente, con Kehlweiler. Uno de los sospechosos acaba de trasladarse a vivir a Port-Nicolas y además pretende optar a la alcaldía. René Blanchet es el que vive Más allá, a la derecha. Es este espécimen de político resurgido en los últimos años. Un neofacha clasista, racista, sexista y con una inquina especial contra los inmigrantes pobres; con un pasado turbio pero, por encima de todo y caiga quien caiga, es un superviviente. Hasta que se encuentra con Kehlweiler.

 
Port-Nicolas sigue siendo una localidad pesquera
Ya he comentado que esta novela está incluida en la trilogía de los Tres evangelistas. Sin embargo, no aparece más que San Marcos. Supongo que esto es una estrategia del editor, pero no sé para qué. El caso es que Marc Vandoosler aparece para colaborar en la investigación de Kehlweiler y Fred Vargas aprovecha para describir su carácter más profundamente. Casi llega a ridiculizarle porque, en general, los personajes masculinos están descritos con muy mala leche, en lo que me parece una venganza feminista. Marc está hecho de eficacia y desbarajuste, es nervioso e inseguro y también obsesivo. Parece fascinado por Kehlweiler y, a la vez, le rechaza. Está deseoso de colaborar con él pero es reticente a viajar a otra ciudad para hacerlo porque es una molestia. Actúa tal cual haría un adolescente pedorro o una mosca cojonera.


Kehlweiler padre sigue viviendo en Lórrach, Alemania

La novela me ha gustado mucho y la recomiendo, aunque en la traducción hay cosas que me chirrían (no sé si se trata de loísmos o yo me he vuelto un poco histérica). Por otra parte, me gustaría decirle a la autora que aprovechase para crear un personaje femenino sólido, una gran investigadora, que pudiéramos convertir en un icono feminista dentro de la novela policíaca. Creo que es lo que le falta.



Más allá, a la derecha. 
Fred Vargas
Traducción: Manuel Serrat Crespo
Ed. Siruela

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