lunes, 23 de agosto de 2021

Novela: La niebla y la doncella de Lorenzo Silva (2002)

El autor.-
Lorenzo Silva estudio derecho y ejerció como abogado durante bastantes años. Sin embargo, su vocación literaria terminó ganando. Ha escrito principalmente novela, pero también poesía, algún ensayo y un par de libros de viajes. También ha sido guionista de cine y colabora habitualmente en la prensa. De la serie de Bevilacqua y Chamorro lleva ya escritas doce novelas; bueno dos son libros de relatos. Otras obras suyas: Historia del Marruecos español, Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos, Trilogía de Getafe. 

Mi opinión.-
Tercera novela de la serie, publicada en el año 2002 y donde Vila me decepciona por primera vez (y espero que sea la última). Más adelante diré por qué y también le perdonaré porque, en primer lugar y sin duda, está equivocado y porque, en segundo lugar, sufrirá mucho; quedará herido de amor huido como diría García Lorca.

Sabíamos que Vila es un hombre leal, con su propio código moral de conducta y con la flexibilidad necesaria para pertenecer a una institución tan conservadora como la Guardia Civil y también intuíamos que era un romántico pero, aun así, me ha cogido desprevenida y a él también. Esta ráfaga de pasión le ha hecho tambalearse y también a su investigación. A esto se añade que ya tiene 38 años, se considera viejo y le abruman las dudas sobre su comportamiento como padre y su fracaso en su breve experiencia como marido. Es también un pesimista reconvertido en optimista contumaz gracias a haber convivido “de forma efectiva con el desastre”. Sigue apegado al trabajo de calle porque en la calle es donde pasan cosas, donde pasa la vida y también donde la muerte se convierte en esa compañera previsible.

Chamorro, a pesar de su extremada profesionalidad y competencia, de su formación como científica que valora el análisis y el pragmatismo, también estará bastante dispersa. Sobre todo porque tiene un noviete que, aunque de momento sólo la molesta por teléfono cuando ella ya ha decidido terminar la relación, puede llegar a ser un acosador en toda la regla. La tensión sexual entre Vila y Chamorro cada vez se va diluyendo más en un profunda y sincera amistad. Por eso, al mismo tiempo, Vila se ve en la obligación de intervenir frente a este sujeto, de manera un poco paternalista y protectora. Algo que Chamorro agradece pero que a mí me chirría un poco.

La trama policial les lleva esta vez a Canarias, a la Isla de la Gomera. Se ha reactivado un crimen cometido años atrás y que quedó sin resolver. Allí se encuentran con un plantel de sospechosos y un asesino suficientemente hábil para facilitar vías de investigación que o bien llevan a un callejón sin salida o bien cada vez se van complicando más. El caso es que, por esas profundas emociones mencionadas que a veces les nublan, los dos investigadores no andan muy finos y eso tendrá consecuencias. Consecuencias graves. Será la niebla y algunos intervinientes que no dejan que Bevilacqua y Chamorro vean con claridad. Cosa que Vila no se perdonará.

Al final la doncella del título, una doncella con mucho de mujer fatal, una doncella con imán para los problemas, también se verá atrapada por esa la niebla. Nos quedará de ella la escasa y equívoca relación que tuvo con Vila y lo que los demás digan de ella; aunque los demás sean unos mafiosetes, corruptos de muy bajo nivel, que quieran salvar su propio culo. Por todo esto, ni Vila ni nosotros podremos conocerla, ni a ella ni sus verdaderas intenciones.

Dice Bevilacqua que todo crimen tiene una filosofía y una mecánica y aunque la filosofía sea enrevesada y difícil de captar, la mecánica está ahí y su lógica se puede reconstruir hacia atrás para desentrañar los porqués de los crímenes y quiénes los han cometido. El corrupto de esta novela, un mafiosete de medio pelo, dice que para luchar contra los malos hay que volverse como ellos. Ahí está la tentación, porque “los demonios, a fin de cuentas, antes fueron ángeles”. Algo parecido decía Sherlock Holmes en la última adaptación realizada por la BBC. En el duelo final Moriarty le dice a Sherlock Holmes que es tan aburrido como los ángeles y él le contesta, algo así como, quizá esté del lado de los ángeles pero no olvides que no soy uno de ellos puedo luchar contra ti porque soy tan asesino como tú. Quizá para evitar caer en la corrupción sea necesario vestir armadura como San Miguel o San Jorge; una armadura hecha de sólidos preceptos morales para no deslizarse por la pendiente.

He dicho al principio que estaba enfadada. Aquí van mis razones. En la página 229, Vila se define como no feminista. ¿Quéeeeee, cómooooooo? En el año 2002, el autor y por consiguiente su personaje, recelan del feminismo escudándose en que las mujeres también oprimen a las mujeres. Bueno, bueno, bueno. Esa afirmación se desmonta en 1º de feminismo. Ni hombres ni mujeres oprimen a las mujeres porque sí. Es el patriarcado, el sistema patriarcal (algo que Vila parece desconocer) el que oprime tanto a hombres como a mujeres, si bien y por supuesto en distinta medida. Dice “…me niego a soportar la matraca del feminismo [¿matraca? digo yo, el fútbol es matraca el feminismo, no] con su odio bobo hacia el hombre en general” [digo yo, que me diga una sola teórica feminista de prestigio que vaya odiando por ahí a los hombres en general; sigo diciendo yo, ¿pero qué odio, y además, odio bobo? Pero si nos están matando y seguimos sin odiar]. Por diosa, lo que hay que oír y leer. Además, le contesta Anglada, otra compañera guardia civil, “Las que me revientan son esas niñas pijas que presumen de haberse liberado, cuando lo que las ha liberado es la chequera de papá”, [digo yo, pero si esas niñas pijas nunca se declaran feministas, nunca, nunca, nunca]. Al final, la traca final, Vila sentencia “Muchas [feministas] acaban comportándose con una bravuconería cuartelera y una intransigencia obtusa” [digo yo alucinando, pero ¿qué feministas ha conocido este hombre, si yo en cuarenta años de feminismo no las he conocido?, ¿dónde están esas bravuconas que les quitan los trabajos a los hombres, que maltratan a los hombres y que humillan a los hombres sin consideración?, dónde, por diosa que yo no las conozco]. En fin, le perdono pero tendría que leerse Feminismo para principiantes de Nuria Varela.

En 2017, se hizo adaptación al cine. El director fue Andrés Koppel y los protagonistas Quim Gutiérrez, Aura Garrido, Verónica Echegui y Roberto Álamo. Tampoco me convenció, aunque esta vez los actores estaban mejor elegidos. Además, al final la trama se complicaba de una manera innecesaria y rocambolesca que no tenía nada que ver con la novela. A ver si hay una tercera adaptación y va mejor. En cualquier caso, la novela es muy recomendable y voy a por el siguiente, el primer libro de relatos Nadie vale más que otro.

Serie Bevilacqua y Chamorro:

El lejano país de los estanques, 1998. Premio Ojo crítico
El alquimista impaciente, 2000. Premio Nadal
La niebla y la doncella, 2002
Nadie vale más que otro, 2004. Relatos
La reina sin espejo, 2005
La estrategia del agua, 2010
La marca del meridiano, 2012. Premio Planeta
Los cuerpos extraños, 2014
Donde los escorpiones, 2016
Tantos lobos, 2017. Relatos
Lejos del corazón, 2018
El mal de Corcira, 2020

 

 

La niebla y la doncella
Lorenzo Silva
Destino, 2002

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